Los Mochis, Sinaloa.- Tres casi tres años de conflictos internos y de
enfrentamiento con instituciones estatales y federales, Baltazar Valdez
Armentía, presidente del Módulo de riego Pascola, se retirará,
emitiendo convocatoria para la renovación de la directiva el 3 de
noviembre.
El ejidatario pone así fin a tres años de conflictos internos y de
enfrentamiento con la Comisión Nacional del Agua y de Gobierno del
Estado a quienes venció en tribunales civiles y federales. También da
punto final al enfrentamiento interno, que nació cuando decidió despedir
al gerente, Felipe Limón y remover a canaleros que amparaban tropelías
de terratenientes, en un megafraude contra el organismo civil.
La actitud de Valdez Armentía generó una división interna que le
impidió mantener la regencia del Pascola, iniciándose un trienio de
disputa del agua para riego y por el control del organismo operador. En
todos los casos civiles, penales y federales que se iniciaron, el
ejidatario había resultado vencedor, a tal grado que su presidencia fue
reconocida por el Organismo de Cuenca Pacífico Norte e incluso el
Gobierno del Estado, instituciones estas que operaron la intervención de
la concesión de la venta de agua para riego y que la retuvieron como
presión para obligar a Valdez Armentía a entregar el mando.
La entrega del organismo civil por Valdez Armentía a nueva
administración se develará el 3 de noviembre, cuando se realice la
asamblea en la que disputará la presidencia entre los pequeños
propietarios, Felipe Moreno López y Rodolfo Jesús Soto Guzmán, y la
tesorería entre Hermenegildo Meléndrez y Rosario Valenzuela, quienes
llevaran como aspirantes a secretario técnico y comisario a Jesús López y
Manuel Armenta, Concepción Vivanco e Inocencia Izaguirre,
respectivamente.
Valdez Armentía accedió a entregar la administración del Pascola tras
nueve horas negociaciones en la secretaría de Gobierno del Estado, el
jueves. Este sábado se redactó la convocatoria en las oficinas de la
Jefatura del Distrito 075. El llamado a elecciones será publicada el
lunes.
El ejidatario que durante tres años mantuvo en jaque a todas las
instancias dijo que con su salida del caso se acaban los conflictos, y
tomó esa decisión para poner fin a la intervención de la concesión de la
venta de agua.
“Fue una negociación justa. No se puede pedir nada más”, comentó.
Dijo que aunque sin ingresos directos, el organismo mantiene sus finanzas sanas.
“Ahora dependerá de los usuarios mantener el orden del módulo de riego”.
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