Era
un domingo de misa para los pobladores de Tamazula. Pero a media mañana las
plegarias se interrumpieron por el estruendo de los rotores. Tres helicópteros
de la Marina pasaron rasantes por un lado de la cabecera municipal y en cosa de
minutos empezaron a vomitar fuego sobre casas y vehículos arroyo arriba.
Buscaban a Adelmo Niebla González, el narcotraficante que en mayo del año
pasado se fugó del penal de Culiacán por un túnel de 400 metros que fue
construido desde afuera. Pero no dieron con él. El saldo, dos muertos, un
herido, una decena de vehículos incendiados, casas dañadas, violaciones a los
derechos humanos: terror.
Había
llegado con su esposo a su casa de Topiba con la idea de que todo estaba
batido, saqueado, pero no. Abrió una a una las puertas con llave, para
confirmar que todo estaba en el orden en que había dejado las cosas.
La
casa huele a nuevo, el piso, las paredes recién pintadas, la madera fina de los
muebles. Afuera hay una camioneta de trabajo y una cuatrimotor, pastura para
ganado y un revoloteadero que hacen las gallinas cuando ven llegar a la pareja.
Buscan
afanosos algo que no esté en su lugar pero no lo encuentran. No era para menos.
Para llegar habían tenido que pasar por una zona que se antoja de guerra:
cuatro vehículos incendiados que un día antes habían sido atacados por la
Marina desde vehículos terrestres y helicópteros. Y la historia, contada por
sus mismos familiares, de cómo habían sido acribillados dos hombres, herido un
muchacho y detenidos cuatro menores de edad, en una operación insólita cuyas motivaciones
la Armada de México no ha explicado con convicción.
Topiba
es un caserío ubicado al norte de Tamazula, a media hora por el cauce del
arroyo principal. No se ve la pobreza por ningún lado. Si alguien pregunta a
qué se dedican sus habitantes, sacarán del librito dos respuestas: a la
producción de piloncillo y a la ganadería.
La
ganadería deja, el piloncillo no tanto, pero tienen décadas haciéndolo, para lo
cual siembran caña y hacen molienda, que es ya como una fiesta tradicional en
la región.
Eso
platica la pareja cuando llega la noticia de que un convoy de la Marina viene
de nuevo a la zona. Los guías de Ríodoce se ponen nerviosos y anuncian la
retirada. Uno de los jóvenes, de oficio albañil, había pasado diez horas tirado
bocabajo en el piso ardiendo por órdenes de La Marina.
Apresurada,
María recoge de su hogar lo indispensable: varios cobertores, un poco de ropa y
los cargadores de sus celulares. Corre de un lado a otro desesperada, pide
ayuda para cargar sus cosas y lanza una plegaría con la voz entrecortada: “Ay
dios mío, ay dios mío, que sea tu voluntad”.
Han
pasado más de 24 horas desde el operativo que realizó la Marina Armada en la
sierra de Tamazula, Durango, el cual dejó dos personas muertas, un menor de
edad herido de gravedad, cuatro menores detenidos, una decena de vehículos
incendiados y las acusaciones de los pobladores por la violación a sus derechos
humanos.
La
tarde del lunes, María y su esposo vuelven a Topiba para recoger sus
pertenencias y abandonar indefinidamente su hogar. El temor a la Marina es
latente; un día antes, las balas cayeron desde los helicópteros del “gobierno”.
El caserío, como en Las Juntas y Tierra Blanca, un poco más arriba, fue
evacuado por su seguridad y establecieron en la cabecera municipal una casa “de
refugiados”.
EL SOBREVUELO
La
pesadilla comenzó a media mañana del domingo 14 de junio. Los testimonios
cuentan que los disparos de las balas cayendo desde el cielo y el polvo que
levantaba su impacto en el piso se podían observar desde lejos. Los vestigios
que quedaron sobre el lugar parecen sacados de una zona de guerra.
Partiendo
de Tamazula se hacen más de 20 minutos por un camino de terracería arroyo
arriba para llegar a Los Medios. Ahí se habla de una granada que fue lanzada
sobre una pequeña casa, pero la ausencia de los pobladores impide comprobar el
hecho.
Medio
kilómetro adelante, un vehículo deportivo de los conocidos como Razer está
calcinado a la orilla del camino. El Razer lo conducía José Roberto N, un niño
de 13 años que asiste a la secundaría de Tamazula y que desde el domingo por la
tarde permanece internado en el Hospital Pediátrico de Culiacán, en Sinaloa,
herido por los disparos de los soldados y en estado crítico de salud.
Avanzando
casi un kilómetro por el mismo camino y pocos metros antes de la entrada al segundo
pueblo, Acachoane, una camioneta Cheyenne de doble cabina está consumida por el
fuego. El aluminio de los rines derretidos corre sobre el piso como un río
plateado que brilla con los intensos rayos del sol de mediodía.
Otro
kilómetro después, dos vehículos más, un Jeep y un Rubicón aún humean sobre la
vereda que conduce a la entrada de Topiba, el tercer pueblo. El intenso olor a
plástico quemado penetra las fosas olfativas.
Los
pobladores aseguran que las dos personas muertas que fueron entregadas por la
Marina al Semefo (Servicio Médico Forense) de Culiacán, conducían la camioneta;
mientras que los cuatro detenidos, Emanuel, José Luis, Yasir y Juan Carlos,
presentados la mañana del lunes en la Agencia del Ministerio Publico
Especializada en Justicia para Adolescentes de la capital sinaloense, se
trasladaban en el Jeep y la Rubicón.
El
domingo por la tarde, tras el operativo de la Marina los carros estaban
intactos, pero al amanecer del día siguiente, cuando los elementos de la Marina
ya se habían retirado, todas las evidencias del operativo se reducían a
cenizas.
Tres
vehículos más y casas cateadas y saqueadas se encuentran más arriba, en el
poblado Las Juntas.
Hasta
la tarde del lunes, 24 horas después del arribo de los elementos, ninguna
autoridad de procuración de justicia, ni federal ni estatal de Durango, había
acudido al lugar para recoger evidencias.
LA MOLIENDA DE CAÑA
José
es albañil. Ese domingo colocaba un piso junto a cinco hombres en una casa de
Topiba y otro grupo de trabajadores se concentraba en la reparación de una
máquina de hielo. Al llegar los soldados, tiraron a todos los hombres en el
porche de la casa y les taparon los ojos.
De
pie frente al porche, un día después pero aún sin dormir bien, José cuenta que
pasaron diez horas acostados en el piso ardiendo, en un poblado donde en días
recientes las temperaturas han alcanzado los 40 grados centígrados.
Él
piensa que está vivo porque cuando los helicópteros comenzaron a disparar, no
corrió.
En
esa misma casa también estaban José Roberto, el niño herido de bala; Emanuel,
José Luis, Yasir y Juan Carlos, los cuatro menores detenidos. Yasir y Juan
Carlos son compañeros de Samuel en la secundaria de Tamazula.
Esa
mañana, los niños y jóvenes se habían reunido en la casa de Samuel para cortar
caña y se preparaban para la molienda, pero los helicópteros de la Marina
interrumpieron la convivencia a balazos. Manuel, José Luis, Yasir, Juan Carlos
y José Roberto salieron huyendo en los vehículos con rumbo a Tamazula. En el
camino fueron interceptados por los elementos federales. José Roberto quedó
herido y los otros cuatro fueron detenidos.
Samuel
dice que sus amigos no iban armados, que no escondían nada, que tan sólo se
asustaron ante el operativo sorpresa.
La
mamá de Samuel, sus tías y su abuela estaban en misa en Tamazula cuando se
enteraron del ataque de los helicópteros. Eran casi las 12 del día.
Las
mujeres se trasladaron a Topiba de inmediato y pocos minutos después, detrás de
ellas, llegó un convoy de más de 20 vehículos de la Marina que no se irían de
Topiba hasta la medianoche del domingo.
En
Topiba hay pocas casas, sólo cuatro o cinco propiedades. La primera casa que se
ubica al entrar al poblado es de dos pisos, tiene una bodega y una enorme
terraza; frente a ella hay otra casa de un piso, con un amplio porche y una
palapa al costado. En esas dos casas se concentrarían los marinos.
En
cada uno de los cuartos de la casa de dos pisos, las chapas fueron destrozadas
a marrazos y los cuartos revisados minuciosamente, mientras que en la casa de
enfrente reunieron a los hombres tirados en el porche y a las mujeres en el
interior de la propiedad. A ellas les quitaron sus teléfonos y les impidieron
regresar a Tamazula hasta terminar el cateo.
Un
día después del operativo federal, refugiados en una casa de Tamazula, los
pobladores responden sigilosamente al preguntarles qué o a quién buscaban los
marinos. Dicen no saberlo pero aseguran que presentarán una denuncia en contra
del actuar de la Marina. A Topiba no regresarían en los próximos días.
EL DESTINO DE LOS MUCHACHOS
Los
cuatro menores detenidos por la Marina ese domingo fueron trasladados a
Culiacán e internados en el Tutelar para Menores. Sin embargo, el Gobierno de
Sinaloa no tenía jurisdicción sobre el caso y los entregó a las autoridades de
Durango.
Los
cuatro menores habían sido presentados en la Agencia del Ministerio Publico
Especializada en Justicia para Adolescentes, por elementos de la Marina Armada
de México.
Los
detenidos fueron Emanuel de 15 años, Juan Carlos de 13, y los hermanos José
Luis, de 17 y Yasir, también de 13 años.
Según
la versión de los familiares, los jóvenes iban a bordo de un automóvil rojo
cuando fueron atacados a balazos por elementos de la Marina, aparentemente sin
motivo alguno.
Brenda,
mamá de José Luís y Yasir, aseguró que los menores no traían armas de alto
poder, solo los machetes que habían utilizado en el corte de caña. Dijo que sus
hijos, en la declaración, informaron que los marinos los obligaron a tomar las
armas para que quedaran sus huellas y así poder acusarlos. La familia reportó
que los jóvenes mostraban señales de golpes.
“Al
niño de trece años lo hicieron agarrar una pistola y él no quería agarrarla, y
le pegaron en la espalda; al niño de 17 años lo hicieron agarrar un rifle para
que lo disparara y no lo disparó”, dijo la mamá de ambos menores.
A
pesar de que los hechos ocurrieron a las 9 de la mañana, no se les informó nada
a los familiares hasta alrededor de las 11 de la noche que les confirmaron el
nombre de los detenidos.
Todos
fueron trasladados por un convoy de la Marina a la ciudad de Culiacán y
llevados afuera de las instalaciones de la PGR, donde pasaron la noche
custodiados por los uniformados.
El
lunes fueron ingresados a las instalaciones del Tutelar, pero al día siguiente,
al declararse incompetente la autoridad local, fueron llevados al Centro
Especializado de Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores de
Durango.
Fue
una travesía vertiginosa y atropellada la de los muchachos, en medio de hombres
armados con insignias federales, rotores de helicópteros, el olor a pólvora,
funcionarios encorbatados, pasillos fríos y jueces.
En
punto de las 14:00 horas del jueves, según informó el Siglo de Durango, se
llevó a cabo la audiencia de vinculación a proceso de los cuatro menores
detenidos.
Tras
presentarse las pruebas tanto del Ministerio Público como de la defensa, el
Juez vinculó a proceso a los cuatro adolescentes, pero debido a que se solicitó
la suspensión de juicio a prueba, los menores quedaron en libertad bajo ciertas
condiciones.
Contrario
a lo que se había dado a conocer por algunas autoridades en torno a que los
menores habían disparado en contra de los agentes de la Secretaría de Marina
Semar, la conducta delictiva por la que fueron puestos a disposición los cuatro
infantes fue sólo por posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército
y Fuerza Armada.
Según
el informe oficial de La Marina, desde un helicóptero por el altavoz le
marcaron el alto a un vehículo sospechoso, pero los tripulantes de éste
hicieron caso omiso y dispararon contra los agentes.
Los
marinos realizaron disparos de advertencia para evitar que se dieran a la fuga,
y al bajar de la aeronave detuvieron a cuatro de los supuestos agresores.
Desde
otro vehículo, la Armada aseguró que los dos tripulantes hicieron disparos
contra los marinos y éstos al repeler la agresión les dieron muerte.
Según
el comunicado de la Semar, los marinos pusieron a disposición de la
Procuraduría de Sinaloa a los cuatro menores, juntos con las armas y las balas
que les aseguraron, así como 250 kilogramos de marihuana, 34 fusiles cortos y
largos, más de mil cartuchos de diferentes calibres y una vestimenta de
camuflaje, que encontraron durante el operativo.
Se
solicitó la suspensión de juicio a prueba para obtener la libertad de los
menores, que sólo se otorga en caso de cumplir ciertos requisitos como que sea
conveniente para que sigan estudiando o trabajando y que tengan una domicilio
estable y ubicable, condiciones que se cumplieron, por lo que se les dejó en
libertad con la obligación de acreditar sus estudios mensualmente durante un
año.
En
caso de que se incumpla esta condición, culmine el plazo de los 60 días y se
lleve a cabo un juicio oral en el que se compruebe la responsabilidad delictiva
de los menores, la pena máxima que podrían alcanzar sería de un año y seis
meses de internamiento.
EL MISTERIO DEL ATAQUE
Ni
la Marina Armada de México ni los pobladores en sus testimonios revelan cuáles
fueron las motivaciones de un ataque así en esa zona. Pero fuentes extraoficiales
establecen que en realidad el operativo se realizó para capturar a Adelmo
Niebla González, el narcotraficante que en mayo del año pasado se fugó del
penal de Culiacán, se supone, por un túnel de 400 metros que mandó construir de
afuera de la prisión hacia el módulo 5, donde había comprado una carraca “para
descansar”.
Se
sabría luego que, una vez libre, Adelmo Niebla se pasó unas semanas en
Tamazula, de donde es originario y después le fue entregada la plaza de Sonoyta,
en el estado de Sonora, para el trasiego de drogas. Allá, ha trascendido,
mantiene una pelea a muerte con Los Salazar por el control del territorio, pero
sin abandonar sus raíces ni su sangre, en Tamazula, Durango.
ENGARZADA
Cristian Díaz
La
Secretaría de Marina ha sido una de las apuestas contra la delincuencia
organizada desde el sexenio del ex presidente Felipe Calderón. Se le han
atribuido los operativos más exitosos en contra del narcotráfico; y a pesar de
que el año pasado el presidente Peña Nieto no contempló a esta dependencia en
el presupuesto anual con proyectos prioritarios para el rubro de seguridad, la
madrugada del 22 de febrero del 2014 fue detenido por elementos de la Semar,
Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
La
Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, que se
dio a conocer el 30 de septiembre del año pasado reveló que los mexicanos ven a
la Marina como la autoridad de mayor confianza, mientras que el Ejército fue la
segunda dependencia con mayor percepción de confianza.
En
lo que va del mandato de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Marina integra
los operativos, trabajos estratégicos y de inteligencia en el país, mientras
que el Ejército se ha quedado “de banca”, por decirlo de alguna manera.
En
observación de los hechos se ha constatado que los elementos de la Marina se
encuentran realizando labores de vigilancia, que en el sexenio de Calderón era
realizado por elementos del Ejército Mexicano.
En
lo que va del 2015, la Marina en Sinaloa se ha visto envuelta en operativos en
los que han muerto cinco personas y heridas otras tres, casos que no han sido
aclarados.
12 DE FEBRERO
Mientras
que elementos de la Marina Armada de México realizaban un recorrido de
vigilancia por el poblado Gabriel Leyva, detuvieron a dos hombres por la
avenida Adolfo López Mateos, a quienes se les aseguraron 90 envoltorios con
mariguana, 58 envoltorios de cocaína con un peso total de 62 gramos 500
miligramos, y 5 gramos de cristal.
25 DE FEBRERO
En
un operativo realizado en la colonia Campiña y Las Quintas, en Culiacán, por
parte de los elementos de la Semar, fueron detenidos tres personas, entre ellos
Roberto Valdez López, alias el Bony,
hermano del diputado local por el séptimo distrito y Presidente de la Comisión
de Hacienda del Congreso del Estado, Oscar Valdez.
27 DE FEBRERO
Trece
unidades motrices, entre ellas una blindada, fueron aseguradas en un centro de
rehabilitación ubicado en la ciudad de Guamúchil, conocido como “Amigos del
Évora”. La marina inició el cateo alrededor de las cuatro de la mañana y
terminó a las tres de la tarde de ese mismo día; las unidades aseguradas
quedaron a disposición del Ministerio Público Federal.
5 DE MARZO
De
manera extraoficial se supo que elementos de la Semar se enfrentaron
supuestamente con un grupo de personas armadas, en el municipio de Angostura,
donde al menos quedaron detenidas dos personas.
Los
hechos se registraron alrededor de las 10 de la mañana por el bulevar
Venustiano Carranza, mientras los efectivos daban un recorrido de vigilancia,
cuando se encontraron con una camioneta blanca, marca Mazda a la que le
ordenaron el alto, a lo que hicieron caso omiso y se inició una persecución,
hasta que la camioneta se impactó con una cerca perimetral. Se informó que
decomisaron siete armas largas y 18 cargadores, ropa camuflada y pecheras.
8 DE ABRIL
Elementos
de la Marina Armada de México capturaron a Pánfilo Flores Apodaca, tío del
Chapo Isidro, en Estación Bamoa, Guasave. Según la información proporcionada,
se le aseguró medio kilo de cocaína, un kilógramo de cristal y una pistola. El
mismo día pero en operativos diferentes fue detenido Jesús Octavio Barroza
Camacho.
12 DE ABRIL
Cristian
Iván Montes de 18 años, José Javier Romero de 26 y Manuel Ignacio Acosta Leal
de 22, fueron asesinados a balazos por elementos de la Marina en Angostura, en
un camino que conduce al poblado Gato de Lara, en un supuesto enfrentamiento.
La
Secretaría de Marina informó que le ordenaron el alto a los jóvenes y en lugar
de detenerse intentaron huir, dando inicio una persecución, hasta que perdió el
control el piloto del automóvil y se volcó. Posteriormente uno de los jóvenes
se bajó del vehículo y empezó a dispararles con armas de grueso calibre. La
familia del joven disintió la versión oficial.
Su
familia y vecinos, en entrevista para Ríodoce, aseguraron que Cristian Iván no
tenía vínculo con el crimen organizado, era un joven que le gustaba jugar
futbol y por temporadas trabajaba de payaso y malabarista en circos de la
localidad.
27 DE ABRIL
Sin
un solo disparo detienen en Culiacán a Hugo César Román Chavarría, presunto
operador de la organización delictiva de Los Zetas. Según el boletín oficial,
la Armada informó que para poder llevar a cabo esta captura se realizó un
fuerte operativo en coordinación con la Sedena, la PGR y la Policía Federal.
30 DE ABRIL
En
un comunicado emitido por la Semar, se dio a conocer el decomiso —sin indicar
el lugar exacto— de más de 350 kilos de metanfetaminas, 40 kilos de heroína y
cantidades pequeñas de pasta de opio y cocaína, en un camión refrigerado que
transportaba camarón congelado.
1 MAYO
Elementos
de la Marina hirieron de bala a Verónica Ortega Camacho de 22 años, en el brazo
derecho. La joven con domicilio en la colonia La Piedrera en Guasave, resultó
herida cuando se asomó por la ventana de su casa al escuchar ruidos al
exterior.
Luego
de la agresión el propio esposo de la víctima fue quien la trasladó a bordo de
una motocicleta. Los marinos reconocieron su equivocación y se comprometieron
adquirir los costos médicos.
2 DE JUNIO
Un
gran despliegue por parte de la Semar y Policía Federal se implementó en el
complejo de departamentos de lujo Península, ubicado en Mazatlán. Primero se
había corrido el rumor que uno de los supuestos detenidos había sido Dámaso
López El Mini Lic, a quien la DEA ha clasificado como el sucesor del Chapo. Sin
embargo el rumor no trascendió, confirmándose que en realidad el detenido fue
Mauricio Gastélum Serrano, presunto operador del Cártel de Sinaloa.
11 DE JUNIO
En
la comunidad Los Ojitos, ubicado a 15 minutos de El Rosario, se registró un enfrentamiento entre elementos de
la Marina y un grupo armado, en Tamazula Durango, resultando dos personas
heridas.
El
enfrentamiento se originó luego de un supuesto operativo de la Semar en la
ciudad para catear una supuesta casa de seguridad.
13 DE JUNIO
Elementos
de la Marina y del Ejército Mexicano se enfrentaron a balazos contra supuestos
delincuentes, mientras circulaban por la carretera Guamúchil–Mocorito, a la
altura del poblado El Descanso, en Salvador Alvarado.
De
manera oficial se informó que mientras realizaban un recorrido de vigilancia
por la zona mencionada, le marcaron el alto a una camioneta Jeep, tipo
Cherokee, de color negro; los ocupantes de la unidad no hicieron caso al
señalamiento y además empezaron a dispararle a los elementos navales.
Tras
la balacera decomisaron la camioneta Cherokee y una metralleta tipo Barret,
calibre 50, un fusil AK-47, y un AR-15, con diversos cartuchos útiles. No hubo
ninguna persona detenida.
14 DE JUNIO
Según
la versión oficial por parte de la Semar, se registró un enfrentamiento entre
elementos de esa Secretaría y civiles armados, la cual dejó dos personas
muertas, un herido y cinco detenidos, entre ellos cuatro menores.
De
manera extraoficial se dio a conocer que el operativo por parte de la Marina
fue dirigido para recapturar a Adelmo Niebla González, alias El señor, o El
G-3, considerado uno de los principales operadores del Cártel del Pacífico,
quien fuera capturado en septiembre del 2012, dándose a la fuga del penal de
Culiacán en mayo del 2014 junto con otras dos personas.
RECUENTO DE OPERATIVOS DE LA MARINA EN
SINALOA DURANTE 2015
Detenidos
23
Heridos
4
Muertos
5
(RIODOCE/
REDACCION/ 21 junio, 2015)
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