Washington— Una
mexicana que asegura trabajó como informante para la Agencia Antidrogas (DEA)
de Estados Unidos durante 20 años acusó a esa entidad de incumplir su
ofrecimiento de ayudarla a obtener su residencia y ahora teme por su vida.
La mujer, que transportó
droga a Estados Unidos como mula del cártel de las drogas de Michoacán, dijo
haber reingresado de manera ilegal tras ser deportada, después que el
Departamento de Seguridad Interna (DHS) la forzó a trabajar como informante
para ellos.
"Quiero ser
legal; quiero estar legal aquí; quiero estar con mi familia" dijo la mujer
durante una entrevista en el programa Al Punto de la cadena de Univisión, donde
su rostro fue difuminado en la pantalla para evitar ser reconocida y solo fue
identificada como Norma.
Señaló que empezó a
trabajar para el cártel de Michoacán a los 16 años de edad gracias a su
padrastro; primero empezó transportando paquetes de heroína adheridos a su
cuerpo, sin haber sido detenida en ninguna de las ocasiones que voló a
California.
Después aumentó el
tamaño de las cargas, hasta 11 kilogramos de heroína, los cuales eran
transportados ocultos en vehículos, y cuyo precio en las calles alcanzaba
millones de dólares.
La mujer acotó que
entregó a la DEA una carga de droga "muy fuerte, muy grande", y
facilitar el arresto de muchos vendedores de drogas en operaciones conducidas
por la agencia en la que ellas se hacia pasar como compradora.
Norma refirió que la
pobreza de su familia la orilló a ingresar a este mundo y que su relación con
la DEA empezó a los 19 años, cuando se cansó de ser mula.
Precisó que conoció
a un agente que la ayudó a dejar al cártel, pero tuvo que pagar trabajando para
ellos, y así durante 20 años cumplió su parte del trato bajo la expectativa de
que la DEA cumpliría su oferta.
"Me ofrecieron
papeles (residencia legal), me ofrecieron protección. Nunca se cumplió",
recordó la mujer, quien señaló que la única explicación fue que los documentos
de su proceso migratorio se extraviaron.
Norma hizo público
su caso porque desea se le haga "justicia" y recordó que tres años
antes agentes del DHS llegaron a su casa, y la obligaron a trabajar para ellos
bajo amenaza que de no hacerlo sería deportada, amenaza que al final se
cumplió.
"Yo soy de
aquí; yo merezco estar aquí, cumplí con todo lo que me pidieron" dijo la
mujer, quien llegó al país a los cinco años de edad junto con su madre.
Norma apuntó temer
por su vida al explicar las razones por las que accedió a aparecer en la
televisión, pero con la condición de que el rostro no fuera mostrado.
"Hubo mucho
dinero y mucha droga. Y eso estoy segura que eso no se olvida; si alguien me
reconoce no quiero exponer a mis hijas, más que nada", agregó la mujer.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Agencias | 2013-10-20 | 15:03)
No hay comentarios:
Publicar un comentario