Edificios emblemáticos en esa urbe fronteriza quedaron en ruinas
debido a la violencia del crimen, por lo que ahora las autoridades
buscan remodelarlos, entre ellos el famoso bar.
Ciudad Juárez • La imagen del cantante Juan
Gabriel es clave para el gobierno de Chihuahua, pues desde septiembre de
2012 el cantautor (quien creció en este lugar) apoya al municipio de
Ciudad Juárez en el proceso de recuperación tras la etapa de violencia
derivada del crimen organizado.
Como resultado de ese vínculo, la administración estatal anunció hace
un año la reconstrucción del famoso bar Noa Noa, que desde 2006 opera
como estacionamiento público. Sin embargo, los encargados de este
negocio de mil metros cuadrados aseguran que nadie ha buscado al dueño
para hablar del tema.
La mayoría del viejo centro de Ciudad Juárez está derruido, da la
impresión de que fue bombardeado. “Es porque el gobierno demolió muchos
edificios viejos, unos estaban desocupados y otros los vendieron; se
supone que van a remodelar la zona para construir una plaza comercial y
algunas vialidades”, dice Aurora, empleada de una casa de ropa que
sobrevive junto con otros negocios.
Los terrenos en ruina fueron convertidos de un día a otro en
estacionamientos informales, a cielo abierto con piso de tierra y un
poco de cascajo. Son casi 10 y se encuentran en cada cuadra, dan
servicio a los visitantes y turistas que acuden a conocer la catedral y
otros monumentos.
Por la avenida Juárez se llega al predio número 288. En la entrada
una pesada reja de metal oscuro, arrumbada y empolvada, anuncia lo que
fue el Noa Noa. El nombre de Juan Gabriel está grabado en los barrotes
con letras doradas. No falta el curioso que quiere tomarse una
fotografía ahí.
David Bencomo Licano, dueño original del lugar, lo vendió porque se
devaluó tras el incendio que ahí ocurrió en 1994. “La placa con el
nombre del cantante sigue afuera”, afirma Segio Pérez, encargado del
estacionamiento.
“Aquí caben 30 coches; el patrón dice que con gusto lo vendería a
alguien del medio del espectáculo por si quieren hacerlo museo; él tiene
guardados otros artículos que le dio Bencomo Licano, son una serie de
discos y placas de bronce que eran de Juanga; están guardados en una bodega”, asegura.
Durante el día, la calle donde se encuentra el Noa Noa parece estar
abandonada; a cien metros de ahí se ubica el puente internacional Santa
Fe, que es límite con la frontera de San Antonio, Texas.
Aquí es común encontrar abiertas casas de cambio y negocios pequeños,
pero los principales bares y discotecas cerraron por la violencia,
porque se fueron a la quiebra o porque la remodelación de la zona ha
alejado a la clientela.
“El año pasado dijeron que el gobierno del estado estaba interesado
en retomar el Noa Noa, no sé más detalles. En varias ocasiones Juanga
ha estado con el gobernador, los diarios publicaron eso. Pero el patrón
nos ha dicho que no le interesa participar en la reapertura del lugar,
si es que se hace”, señala Sergio.
La prensa respalda su dicho, pues en septiembre de 2012 el
gobernador, César Duarte, declaró: “También hemos platicado sobre la
recuperación del bar Noa Noa y esta canción que él aporta es la voluntad
y con hechos la manera en que quiere participar en el nuevo tiempo de
Chihuahua y de Juárez”.
Pese a que la rehabilitación del viejo centro histórico es lenta,
mexicanos y estadunidenses llegan preguntando dónde estuvo el Noa Noa;
la foto del recuerdo queda en la fachada del estacionamiento, la reja
arrumbada, la placa con la estrella de bronce; o bien, al fondo del
predio, justo en el piso de mosaicos azules donde se dice que estaba el
camerino del Divo de Juárez.
Un año de encuentros
El año pasado Juan Gabriel amenizó las fiestas patrias en Chihuahua
al finalizar el Grito de Independencia. Dos meses después fue invitado
de honor en la inauguración del estadio de beisbol “Juárez Vive”, donde
el mandatario estatal difundió las obras que su gobierno construyó en la
frontera.
En su discurso, Duarte agradeció: “Juan Gabriel es de Juárez, ¡es
chihuahuense! Estamos muy contentos, está Juárez volcado, lleno de
entusiasmo por el nuevo tiempo que estamos viviendo, porque ya supimos
lo que es el dolor, porque no debemos permitir que vuelva a suceder.
“Gracias, Juan Gabriel, por venir a trabajar con nosotros, por
ayudarnos a recuperar nuestros espacios, por ser parte de la alegría que
llevamos en el corazón; ¡muchas gracias!, ¡porque Juárez vive y vive
con Juan Gabriel!”
Copa en mano, el cantante respondió: “Señor gobernador, con mi eterno
agradecimiento hago un brindis por la paz y tranquilidad de mi tierra.
¡Y arriba Juárez!”
En medio de aplausos, Juan Gabriel bebió la mitad de su copa; luego
la extendió a Duarte, quien la recibió para terminar de beberla. Después
lanzaron palomas blancas y Juanga comenzó un concierto
gratuito de cuatro horas. En los siguientes días el gobernador y el
cantante inauguraron un museo dedicado a su trayectoria artística.
(MILENIO / Reportaje por Érika Flores/ 20 Octubre 2013 - 2:36am )
No hay comentarios:
Publicar un comentario