Sin sueldo fijo ni prestaciones y con 25 y 30 años de servicio, trabajadores demandan al Ayuntamiento de Culiacán
Alrededor de 70 trabajadores que fungen como ejecutores y
verificadores del Ayuntamiento de Culiacán tienen entre 25 y más de 30
años de servicio, sin un ingreso fijo estable ni base laboral,
prestaciones ni servicios médicos regulares. Por eso, 23 de ellos
demandaron a la autoridad municipal ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje de esta capital.
Los inconformes reclaman sean reconocidos como trabajadores de planta
y permanentes, adscritos a Tesorería Municipal y de su antigüedad,
otorgamiento de nombramientos como inspectores, pago de diferencias
salariales y de las comisiones que se les adeudan desde el momento en
que ingresaron a laborar a esta institución.
La demanda fue interpuesta el 9 de julio de este año ante esta
autoridad laboral con el expediente 19-07/2013. En el documento
depositado, exigen también pago de aguinaldos, vacaciones y prima
vacacional a partir del 9 de julio de 2012, y el registro de cada uno de
ellos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ante el
Infonavit.
Su trabajo, explicaron en la demanda, consiste en notificar y
ejecutar adeudos que tienen particulares con el Ayuntamiento, realizar
requerimientos, mandamientos de embargos y todo lo relacionado con
cobros y recuperación de pagos.
“Por el desempeño de nuestras funciones recibimos actualmente un
sueldo mensual de 10 mil pesos, el cual se integra por el salario base
más las comisiones que se generan por la recuperación de adeudos (…)
dicho salario nos es cubierto mediante cheques de manera quincenal”,
señalan en el documento.
Algunos de los demandantes, como Rigoberto Acosta Félix, suman
alrededor de 33 años de antigüedad en el Ayuntamiento de Culiacán, sin
sueldo fijo ni prestaciones, vacaciones ni seguro social regular. Él
ingresó el 1 de junio de 1980. Otros lo hicieron en esa década: Ángel
Ricardo Medina Ramos, en octubre de 1986, Román Orlando Saucedo, inició
en marzo de 1988, Artemio y Alfredo Villanueva Morales en enero y
septiembre de 1982.
Irineo Herrera Yáñez, quien empezó a trabajar en la administración
municipal en septiembre de 1991, señaló que tiene cuatro hijos en la
universidad y teme no contar con recursos para sostener sus estudios, ya
que recientemente ha recibido pagos quincenales de entre 200 y 400
pesos, y otros simplemente no hay pago.
“Tengo hijos en la universidad y no encuentro la puerta para darles
de comer. Es estresante, no quiero que mis hijos dejen de estudiar ni
quisiera que cayeran en la delincuencia, que lleguen a ese grado”,
sostuvo.
Artemio Villanueva Morales señaló que también es padre de familia y
su principal preocupación es sacarlos adelante, pero con los ingresos
que tiene, casi nulos, en el Ayuntamiento, no va a ser posible.
“Mi preocupación es que el día de mañana me toque la suerte de los
que han caído, de los fallecidos. No sabe cuánto temo que mi familia
quede desamparada”, manifestó.
En tres años que llevan gestionando, insistiendo y exigiendo para que
sus demandas sean atendidas, cinco de sus compañeros han fallecido. Uno
de ellos fue Óscar Uriarte, quien laboró durante cerca de 35 años en el
Ayuntamiento, y solo le dieron 2 mil pesos de ayuda para el sepelio.
Sin sueldo ni servicios médicos
En lo que va del año se han topado con que no hay servicios médicos
para ellos. Antes los atendía el médico del Ayuntamiento y ahí les daban
medicina, pero recientemente se les ha negado este servicio.
“Acaban de suspender servicios de análisis clínicos, hospitalización,
estudios médicos, y cuando preguntamos por qué, solo nos contestan que
no hay servicio y no hay más explicaciones”, dijo Irineo.
En caso de que sea necesaria la hospitalización de un compañero que
caiga en enfermedad, agregaron, igualmente no tendrán para pagarla ni
para la compra de medicinas, pues algunos reciben sus cheques con montos
de 300 pesos y a otros ni siquiera les llega sueldo.
“No nos han dado trabajo y cuando nos dan, lo hacen de manera
organizada, para que batallemos más o para que no lo saquemos adelante, y
creemos que es una forma de reprimirnos por la demanda, y nosotros
tratamos de sacarla de todos modos”, sostuvo Artemio.
Señalaron que Jorge Nazario Niebla Beltrán y su subordinado, Alfredo
Montoya Inzunza, han emprendido actos de hostigamiento en contra de
ellos.
Desde que era diputado
Muchos de los que demandaron se declararon priistas, por eso ahora le
exigen a su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), al que han
apoyado desde hace varias décadas, que ahora haga algo por ellos,
después de que “hemos entregado nuestras vidas todo este tiempo”.
Incluyen en la lista de peticiones al hoy alcalde Aarón Rivas, con
quien han hablado en al menos en tres ocasiones: cuando era diputado
local y ahora que es presidente municipal, y en todas ha dicho que sí a
la solicitud de un sueldo fijo, que les den la plaza laboral y
condiciones que generen certidumbre. Pero nada ha cambiado, a pesar de
los buenos tratos del alcalde cuando lo han abordado.
“Lo abordamos cuando era diputado local y hasta alegría nos dio, no
sabe cuánta, cuando nos enteramos que era el nuevo alcalde. Nos dijo que
era una injusticia lo que estaban haciendo con nosotros, nos habló muy
bonito y todo sigue igual”, afirmó Irineo Herrera.
Esperan, añadieron, que el nuevo alcalde, Sergio Torres Félix, sí les cumpla y atienda sus exigencias.
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