Decenas de productores de caña de azúcar en Los Mochis mantuvieron
hoy jueves el tercer día consecutivo de plantón, en demanda del pago de
las rentas de parcelas caídas.
Hasta ahora, los campesinos cuyo único ingreso es la renta de su
parcela, han mostrado una actitud pasiva, pero eso puede cambiar en
cualquier momento, pues ni la radiación del intenso calor ha doblado
sus pretensiones de obtener lo que es justo por permitir que los
industriales siembren en tierra ajena la caña de azúcar, materia prima
para la producción de azúcar refinada.
Los campesinos tampoco temen al poder económico de los junior
empresarios, Alejandro Elizondo Macías y Rodolfo De la Vega
Valladolidad, propietarios de la factoría junto con su socio, Luis
Puente Pérez, a quienes los primeros pretenden arrebatarle las acciones
con una serie de tretas jurídicas, que ha orillado a la quiebra a la
factoría por lo irreconciliable del grupo. Y es que estos, que caminan
con bastos y casi casi encorvados, están dispuestos a montarse en lo que
quede de sus desvencijados tractores y rastrear la caña, antes que
seguir padeciendo hambre.
Y para mitigar el rugido de las tripas, los campesinos inconformes
con los capitalistas recibieron unas cajas con despensas alimenticias,
que no les aguantarán ni 72 horas, pero que dicen “algo es algo, en los
tiempos de crisis”.
Carlos Álvarez Barreras, presidente de la Unión Local de Productores
de Caña de la CNC “Ingenio Mochis”, afirmó que los junior les deben 25
millones de pesos por rentas atrasadas, y como respuesta a su
movimiento, recibieron la promesa de los propietarios que la deuda la
pagarían el 30 de agosto. De ahora en adelante, los campesinos recibirán
abonos. Aquel que acepte los pagos a cuenta de deuda se enganchará con
contratos de producción de caña de azúcar.
Además, lograron que las parcelas con el quinto corte pendiente sean liberadas. Se esperan unas 200 cartas de liberación.
Álvarez Barreras, dijo que aún tienen confianza en los industriales, pese a que estos lo han engañado en sucesivas ocasiones.
Manuel Rivera, un ex líder de los cañicultores, se dolió que la
crisis de los ejidatarios se agudice día a día, principalmente con
empresarios locales, pues los foráneas aunque eran malos administradores
nunca medraron con el hambre de los campesinos, como los junior
locales.
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