La reforma de
telecomunicaciones ha empujado a la inflación mexicana hacia un mínimo
histórico, pero este efecto podría estar a punto de llegar a su fin. Expertos
advierten que el alza de precios podría acelerarse en los próximos meses ante
la fuerte depreciación del peso
El bajo crecimiento económico, la caída
en los precios internacionales de las materias primas y la holgura presente en
el mercado laboral mexicano son factores que presionan negativamente a la tasa
de inflación en el país
"El más importante aporte que hace
el Banco de México al crecimiento económico y a una mejor distribución del
ingreso es, precisamente, procurar la estabilidad de precios"
Agustín G. Carstens
Gobernador del Banco de México
"Habrá sectores que invariablemente
empezarán a reflejar en algunos precios este impacto negativo (de la
depreciación del peso)"
Manuel Herrera
Presidente de la Concamin
2.7 por ciento la tasa de inflación
interanual registrada en julio de este año; ésta se encuentra en su punto más
bajo desde por lo menos 1970
-28 por ciento la depreciación que el
peso mexicano ha sufrido frente al dólar en el último año; esto debería de
haber acelerado la inflación, pero no ha sido el caso
3 por ciento la tasa de interés de
referencia mantenida por Banxico desde junio del 2014; ésta se encuentra en un
mínimo histórico con el fin de estimular el crecimiento económico
En el tema de la inflación,
México sorpresivamente está gozando una excepción regional e histórica.
La velocidad en el aumento
generalizado de precios registrada en el país es la más baja entre las mayores
economías latinoamericanas, y además se encuentra en su punto más bajo en por
lo menos 45 años.
Esto resulta sorprendente ya
que el peso se ha depreciado más de 28 por ciento frente al dólar en el último
año. Esto debería de encarecer relativamente los bienes importados, volviendo
más alto su precio al traducirlo de dólares a pesos.
En consecuencia, podría
esperarse una aceleración significativa en la inflación acompañando a esta
depreciación del peso, pero ésta aún no se ha presentado.
Uno de los principales
motivos de esto es la caída de 12.5 por ciento que los costos de servicios de
comunicación mexicanos han experimentado en el último año. Esta caída es
asociada con la mayor competencia propiciada en este sector por la reforma de
telecomunicaciones.
Este nadir inflacionario le
ha permitido al Banco de México (Banxico) mantener su tasa de interés de
referencia en un bajo histórico de tres por ciento desde junio del 2014, con el
fin de estimular la economía mexicana durante un periodo de crecimiento
decepcionante.
Si la inflación fuese más
alta, Banxico se vería forzado a combatirla alzando las tasas de interés, lo
cual tendría por consecuencia el encarecimiento del crédito y una
desaceleración del crecimiento económico. Sin embargo expertos señalan que esta
excepción inflacionaria no quiere decir que se deba bajar la guardia, ya que
podría revertirse próximamente y presionar a los consumidores mexicanos y a las
autoridades de política monetaria del país.
LA EXCEPCIÓN MEXICANA
Datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que durante julio la inflación en
México registró una tasa interanual de 2.7 por ciento, con lo cual el país
enfiló tres meses consecutivos de caídas hacia mínimos históricos.
En su actual nivel la
inflación está en su punto más bajo desde por lo menos 1970, momento a partir
del cual se encuentran disponibles los datos históricos del INEGI.
En contraste con el bajón que
vive la inflación mexicana, en Brasil la inflación interanual durante julio fue
de 9.5 por ciento, alcanzando así su punto más alto en los últimos 12
años. La inflación en otras economías
latinoamericanas, como Chile, Perú y Colombia, también se encuentra
significativamente por encima de la de México, aunque la diferencia es menor
que la de Brasil.
El bajo nivel de crecimiento
económico, la caída en los precios internacionales de las materias primas y la
holgura presente en el mercado laboral mexicano también son factores que
presionan negativamente a la inflación en el país.
TOCANDO PISO
Sin embargo, el espacio de
acción que la caída en la inflación le ha otorgado a Banxico para mantener
bajas tasas de interés podría pronto llegar a su fin.
Recientemente Manuel Herrera,
presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos
Mexicanos (Concamin), advirtió que diversos sectores industriales del país ya
no pueden absorber en sus costos el encarecimiento del dólar, por lo que
tendrán que subir sus precios.
Esto incluye a los
productores de electrónicos, maquinaria, y textiles, entre otros. “Habrá
sectores que invariablemente empezarán a reflejar en algunos precios este
impacto negativo (de la depreciación)”, dijo Herrera.
Por su parte Agustín G.
Carstens, gobernador de Banxico, ha referido que con “el hecho de que la
economía esté creciendo por debajo de su potencial, es difícil que la inflación
aumente”, por lo que la depreciación aún no afecta las expectativas de inflación
en el corto y mediano plazo.
Pero esto no quiere decir que
los riesgos sean inexistentes, como el mismo Carstens reconoció en conferencia
de prensa recientemente.
“De los riesgos al alza para
la inflación está que la depreciación del peso se incremente y que ésta se
traspase a los precios de los bienes no comerciables y que pudiera contaminar
las expectativas de inflación”, indicó el gobernador del Banco de México,
Agiustín Carstens.
(REPORTE INDIGO/ ROLANDO HINOJOSA/ Lunes 24 de agosto de 2015)
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