MÉXICO, D.F.(SUN).- Pasaban
las 09:00 horas de este martes y Julián Tives León, de 60 años, ya hacía fila
para hacer un trámite en un banco al Sur de la ciudad de México.
A esa
hora, la sucursal bancaria ubicada en avenida División del Norte número 1509 ya
estaba repleta; muchos usuarios se mostraban impacientes por llegar a la
ventanilla para también realizar alguna gestión financiera. De pronto, Julián se
llevó las manos al pecho. Pasaron sólo unos instantes y se desplomó.
Comenzó a agonizar sin que nadie lo auxiliara. Indiferentes funcionarios
y clientes del banco apenas y lo veían de reojo, mientras Julián Tives sufría
espasmos que lo hacían convulsionarse, según algunos testigos.
Pese a lo
dramático de la escena la indiferencia dominó. Nadie hizo nada.
Apenas
un guardia de seguridad se acercó a aquel hombre que yacía en el piso,
abandonado a su suerte y encarando a la muerte.
Julián no recibió la
ayuda que en ese momento reclamaba su cuerpo. Su corazón se detuvo, ahí murió
ante la indiferencia de quienes hacían fila para cumplir con su trámite
bancario.
Su cuerpo fue cubierto con una sábana azul en el interior del
banco y aún ahí tirado en el piso continuó con su operación normal, como si nada
hubiera pasado, sólo unos pocos clientes se salieron ante la escena.
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