La
Razón / México, D.F.- La agresión a su propia abuela, fue lo que llevó a las
autoridades del Estado de México a capturar a Itzel Nayeli García Montaño,
"La Degolladora de Chimalhuacán", a quien se le imputan dos
asesinatos y siete intentos de homicidio.
El
solvente que inhalaba y le entraba directo al cerebro hacía estallar su
carácter violento y la frustración que le dejó quedar estéril a los 17 años
tras sufrir un aborto por un embarazo extrauterino. Por eso cada vez que Itzel
Nayeli García se drogaba con aquellos algodones que humedecía con thinner,
terminaba agrediendo a alguien en Chimalhuacán, Estado de México.
Su
abuela la conocía y sabía de lo que era capaz. A ella la golpeó en una ocasión
que estaba drogada; también intoxicada se tatuó una Santa Muerte en la espalda.
Por
eso hace un par de semanas la señora permitió a agentes de la Procuraduría de
Justicia del Estado de México que revisaran las pertenencias de su nieta que
recién había escapado de casa.
Los
elementos de seguridad llegaron hasta ahí, pues sospechaban que Itzel Nayeli
García Montaño, podía ser "La Degolladora de Chimalhuacán".
Su
expareja la había denunciado, ya que intentó cortarle la yugular. Él dio los
datos y los investigadores siguieron la pista de la joven de 20 años de edad.
“Podemos
decir que él fue su primera víctima, tenían muchos problemas de pareja porque
ella no podía tener hijos, y él tenía un niño de un matrimonio previo. Entonces
ella le peleaba mucho por eso, hasta que él la terminó y ella intentó matarlo”,
contó a La Razón uno de los agentes que casi un mes estuvo tras ella.
Cuando
los detectives de la Procuraduría que encabeza Alejandro Gómez revisaron las
cosas que Itzel dejó con su abuela, las sospechas comenzaron a convertirse en
realidad: un par de tenis color rosa, y una chamarra morada, fueron reconocidas
por al menos dos víctimas; uno de ellos presenció un homicidio.
Esos
dos reconocimientos, y el de su ex pareja, sumaron tres señalamientos en contra
de la joven.
El
cuarto reconocimiento llegó cuando los policías encontraron a un hombre que
trabajó con ella vendiendo chicles y dulces en el Metro.
El
Cepillo, se hacía llamar aquel tipo que cobraba cuotas a los vendedores como
Itzel, pero un día que ella se drogó, tomó la navaja, le reclamó que le pidiera
dinero e intentó cortarle el cuello.
El
jueves pasado la mujer regresó con su abuela, quien llamó a la policía. Y ahí
tras brincar una barda fue detenida.
El
abogado penalista y experto criminalista Gabriel Regino explicó: “el hecho de
que ella esté afectada por el consumo de drogas no cambia su responsabilidad
jurídica”.
Hasta
ahora, la Procuraduría que encabeza Alejandro Gómez, ha ejecutado ya tres
órdenes de aprehensión en contra de Itzel, una por homicidio y dos más por
intento de homicidio. Aún esperan acusarla de más ataques.
(ZOCALO/ AGENCIAS/ 12/10/2015 - 10:30
AM)
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