En su gira por Sinaloa, el precandidato
presidencial encontró un PRI dividido, sin respaldo visible de la estructura de
poder estatal y con la ausencia notoria de tres ex gobernadores: Juan Millán,
Francisco Labastida y Antonio Toledo Corro
Unas "500 unidades", calculó un novato agente de la Dirección de Gobierno estatal. "No pasan de 300", estimó un más "colmillido" agente de Tránsito, que abría paso a los camiones, algunos llenos y otros semivacíos, que arribaron desde la madrugada, para ver, como el la tele, a la pareja político-farandulera del momento: Enrique Peña Nieto y "su Gaviota", Angélica Rivera.
Si uno se dejara "apantallar" por los camiones, con insignias de todo el Estado, de punta a punta, de Choix a Mazatlán, diría que el PRI está como en sus mejores tiempos. Pero no. La "fuerza" del priismo sinaloense no alcanzó para sentar al lado de Peña Nieto, puntero en la carrera presidencial, a tres ex Gobernadores.
Juan Sigfrido Millán, Francisco Labastida Ochoa y Antonio Toledo Corro, los tres soportes de Mario López Valdez, quien llegó al poder cobijado por el PAN y fracturó al PRI. Pesa su nombre, y su ausencia, en la fiesta "de unidad" de los tricolores. Primera gira de un candidato presidencial por Sinaloa, sin el apoyo, al menos visible, de las estructuras estatales.
Ausentes, la mayoría de los priistas insertos en la nómina malovista. Y eso que es día inhábil y Peña ofrece el regreso a Los Pinos. Pocos, los que llegaron al poder, con siglas azules y amarillas prestadas. Como el regidor Faustino Hernández, líder de los ganaderos, o José Manuel Valenzuela, "Chenel", quien demostró que sí, su corazón es más priista que malovista.
Ausentes, los otrora aliados del PRI, en tiempos de las "vacas
gordas". Como las del derrotado candidato a la Gubernatura en 2010, Jesús
Vizcarra Calderón, y la del Alcalde de la capital, Culiacán, Héctor Melesio Cuen
Ojeda, quien aun cuando llegó a la silla municipal con el resorte del PRI,
prefirió acudir al "Ciclotón", un acto deportivo, y guardar su "fuerza", la del
cuenismo incrustado en la Universidad Autónoma de Sinaloa, que ya estaba listo
para levantar banderolas tricolores, en la primera gira, finalmente suspendida,
programada hasta antes de la ruptura "amistosa" con Nueva Alianza y su dueña, la
"Maestra".
Los "de a pie"
Fueron las estructuras y las organizaciones las que movilizaron la "tropa", en camiones, a los de "a pie", para Peña Nieto. La CNC, la CNOP, la OEMPRI, y Encima, de Daniel Amador, precandidato al Senado.
Los "de a pie"
Fueron las estructuras y las organizaciones las que movilizaron la "tropa", en camiones, a los de "a pie", para Peña Nieto. La CNC, la CNOP, la OEMPRI, y Encima, de Daniel Amador, precandidato al Senado.
Gente de todos los rincones, compensados con cazuelas de
barbacoa y litros de Cocacola, para paliar las horas de camión que les aguardan,
para volver a sus pueblos, muchos con una foto de Peña Nieto o "La Gaviota", O
de ambos, si tuvieron más suerte.
O de "perdida", para los que no alcanzaron,
una imagen con los toros de la feria.
Ríos de gente ingresan a la Ganadera, previo pase por arcos de seguridad, que decomisan latas y botellas, mientras cientos de agentes custodian el lugar.
Desde el micrófono se insiste, una y otra vez que ahí, en el otrora bastión priista, hay un "partido fuerte, vigorso, unido y de pie". Aunque encuestas, como la de Consulta Mitofsky, refuten el optimismo tricolor.
"¡El PRI de Sinaloa está vivo, está vivo!", grita la maestra de ceremonias, cuando avista el arribo de Peña Nieto y de la Gaviota y ordena tocar la banda y "El Sinaloense". A Jesús Aguilar Padilla lo presenta como "una gran figura de Sinaloa", Y no más.
En el templete, la "clase política priista". Sus alcaldes, diputados locales, federales y la senadora Margarita Villaescusa, suplente de Malova. El dirigente nacional, Pedro Joaquín Codwell, el ex Gobernador de Coahuila Enrique Martínez, y el empresario Eustaquio de Nicolás, quien prepara un agasajo, privado, a Peña Nieto.
Ríos de gente ingresan a la Ganadera, previo pase por arcos de seguridad, que decomisan latas y botellas, mientras cientos de agentes custodian el lugar.
Desde el micrófono se insiste, una y otra vez que ahí, en el otrora bastión priista, hay un "partido fuerte, vigorso, unido y de pie". Aunque encuestas, como la de Consulta Mitofsky, refuten el optimismo tricolor.
"¡El PRI de Sinaloa está vivo, está vivo!", grita la maestra de ceremonias, cuando avista el arribo de Peña Nieto y de la Gaviota y ordena tocar la banda y "El Sinaloense". A Jesús Aguilar Padilla lo presenta como "una gran figura de Sinaloa", Y no más.
En el templete, la "clase política priista". Sus alcaldes, diputados locales, federales y la senadora Margarita Villaescusa, suplente de Malova. El dirigente nacional, Pedro Joaquín Codwell, el ex Gobernador de Coahuila Enrique Martínez, y el empresario Eustaquio de Nicolás, quien prepara un agasajo, privado, a Peña Nieto.
Peña y sus "gaviotas"
Es el "aguilarismo", vapuleado, el que acapara las principales posiciones en el templete. Del desaire de ex Gobernadores, da su versión Aarón Irízar, el virtual candidato al Senado, en fórmula con Daniel Amador.
Es el "aguilarismo", vapuleado, el que acapara las principales posiciones en el templete. Del desaire de ex Gobernadores, da su versión Aarón Irízar, el virtual candidato al Senado, en fórmula con Daniel Amador.
Que el cambio de día del
acto, justifica, movió la agenda de los ex mandatarios. Aunque los políticos den
otra lectura a su ausencia. Los derrotados o en la banca, hacen cola para la
foto con el mexiquense.
Reaparecen, a cuadro, Jorge Abel López Sánchez, ex
Alcalde de Mazatlán, y Rafael Oceguera Ramos, ex Secretario de Gobierno. Samuel
Escobosa, Alejandro Barraza, Jesús Enrique Hernández Chávez, padre e hijo.
"¡Tierra, tierra, que desde la madrugada estamos!", gritan, inconformes, militantes, a quienes otros les "tapan" el ángulo, para sacar con sus celulares fotos de la pareja político-artística.
Es Jesús Burgos Pinto, el nuevo capitán del barco priista, el que recuerda que "desde hace más de un año", los priistas no hacían una fiesta, como ésta.
"En esta circunstancia adversa está el priistmo. No hay reto que nos arredre", arenga. Toca el turno a Peña Nieto, quien al micrófono ofrece "cambio con rumbo y un mejor porvenir", sin dejar de lanzar besos y hacer guiños para las mujeres, en las que el PRI, no duda, "fincará su victoria" el 1 de julio de 2012.
"¡Tierra, tierra, que desde la madrugada estamos!", gritan, inconformes, militantes, a quienes otros les "tapan" el ángulo, para sacar con sus celulares fotos de la pareja político-artística.
Es Jesús Burgos Pinto, el nuevo capitán del barco priista, el que recuerda que "desde hace más de un año", los priistas no hacían una fiesta, como ésta.
"En esta circunstancia adversa está el priistmo. No hay reto que nos arredre", arenga. Toca el turno a Peña Nieto, quien al micrófono ofrece "cambio con rumbo y un mejor porvenir", sin dejar de lanzar besos y hacer guiños para las mujeres, en las que el PRI, no duda, "fincará su victoria" el 1 de julio de 2012.
Su pareja, la Gaviota, sigue
el guión y no deja de aventar, besos también, a quien emulando a su galán
telenovelero Eduardo Yañez, de Destilando Amor, le lanza gritos que, más bien,
parecen alaridos: "¡¡¡¡Gavioooooooota!!!".
Y ella se deja mimar y consentir, Y cómo no. Ni ella ni el marido niegan una foto. Un saludo, Un beso o un abrazo, siempre con la sonrisa, congelada, dispuestos para posar.
Peña Nieto ha pedido a Sinaloa que lo "adopte como un hijo". Y de inmediato, muchas le agarran la palabra.
Y ella se deja mimar y consentir, Y cómo no. Ni ella ni el marido niegan una foto. Un saludo, Un beso o un abrazo, siempre con la sonrisa, congelada, dispuestos para posar.
Peña Nieto ha pedido a Sinaloa que lo "adopte como un hijo". Y de inmediato, muchas le agarran la palabra.
"¡Yo te adopto!", le grita, de
inmediado, Lucía Valdez, de las Mujeres Ahorradoras de la C-N-C, de las más
entusiastas y ruidosas.
Y ni qué decir de María del Rosario Ceyca, quien levanta
una cartulina, con la leyenda "Las Gaviotas de Guamúchil están contigo".
Aunque el desaire de los ex gobernadores y la ausencia del malovismo, no puedan ser ocultados, ni con cientos de camiones que esperan de regreso a los fans de Peña y su Gaviota.
Aunque el desaire de los ex gobernadores y la ausencia del malovismo, no puedan ser ocultados, ni con cientos de camiones que esperan de regreso a los fans de Peña y su Gaviota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario