lunes, 30 de enero de 2012

EL ADN MEXICANO DE MITT ROMNEY


Un botón de Mitt Romney junto con otro original de la campaña presidencial realizada en 1968 por George Romney, padre del precandidato.

El padre del precandidato republicano nació en México, pero Romney mantiene posturas muy duras sobre el tema de la inmigración, lo cual lo aleja de los votantes hispanos.



Un botón de Mitt Romney junto con otro original de la campaña presidencial realizada en 1968 por George Romney, padre del precandidato. ( Foto: Chip Somodevilla/ AFP)


“Su padre nació en México. ¿Es usted mexicoamericano? ¿Podría ser el primer Presidente hispano?”, le preguntaron a Mitt Romney en una entrevista en la cadena en español Univision. “Me encantaría ser capaz de convencer a la gente de eso, sobre todo en las primarias de Florida, pero creo que no sería sincero de mi parte”, bromeó Romney, conciente de su problema para atraer a los votantes hispanos. “Mi papá nació en México, y estoy orgulloso de mi herencia, pero era hijo de ciudadanos estadunidenses que vivían en México en aquel momento. Él nunca habló español, tampoco sus padres. Así que no puedo atribuirme ese honor. No creo que la gente pensara que estoy siendo honesto si les dijera que soy mexicoamericano”.

Miles y Hannah Romney, tatarabuelos de Mitt, en 1882.Romney no suele hablar sobre la historia de su familia en México, y nunca ha visitado a sus primos al sur de la frontera. Pero sí los mencionó durante uno de sus mítines, antes de las primarias en New Hampshire: contó que su padre nació en México y presentó la historia de su familia 
como la de una más de las de “miles de inmigrantes que vienen a Estados Unidos (EU) en busca de oportunidades económicas. Nos convertimos en una nación que atraía innovadores de todo el mundo. Está en nuestro ADN”.



FAMILIA EMIGRANTE
La historia, aunque ya se conocía, prendió como la pólvora. Las grandes cadenas de televisión estadunidenses viajaron hasta Colonia Juárez, en Chihuahua, para encontrar a los Romney mexicanos. En internet, se debatía sobre si Romney podía ser considerado hispano.
Al igual que el presidente Barack Obama, el candidato republicano tiene una historia familiar compleja. Sus antepasados viajaron a EU por razones religiosas, y tuvieron que marcharse, por los mismos motivos, una generación más tarde.

La familia Romney es originaria de Inglaterra; William fue alcalde de Londres en el siglo XVII, y otro antepasado, George, fue un famoso retratista del siglo XVIII, según la biografía familiar escrita por Thomas C. Romney en 1984.

“Características importantes y distintivas de los varones de la familia son una cabeza grande y cuadrada; una enorme mandíbula, ojos azules y pelo claro, predominantemente. Las características mentales y emocionales particularmente evidentes son una voluntad indomable y una determinación férrea, que se ve reforzada por el coraje y la honestidad de sus propósitos, admirada incluso por aquellos que no están de acuerdo con ellos en cuanto a sus juicios”, escribió Thomas.

En 1837, el tatarabuelo de Mitt, Miles, conoció en Londres a varios predicadores mormones que habían sido enviados desde EU por el fundador de la Iglesia, Joseph Smith. Cuatro años después, Miles y su familia llegaron a Nueva Orleans y después se unieron a la colonia mormona de Smith en Nauvoo, Illinois. Miles Park Romney, bisabuelo de Mitt, nació allí en 1883; pero la familia y muchos habitantes de las colonias dejaron Nauvoo al año siguiente, luego de que Smith fuera asesinado por una turba. Miles Park ayudó a establecer asentamientos mormones en Saint George, Utah, y en Saint Johns, Arizona. Tuvo cuatro mujeres y 30 hijos. Cuando el gobierno de EU (donde la poligamia era ilegal y castigada) acusó a los mormones de rebeldía, fue perseguido y encarcelado por “cohabitación ilegal”, se le confiscaron sus propiedades y llegó a huir de los federales gracias a que se escondió en una furgoneta, según la biografía de Thomas.

Ann Romney, Connie Mack, Mitt Romney, Ileana Ros-Lehtinen, Lincoln Diaz-Balart y Remedios Diaz Oliver durante un mitin.Fue entonces cuando emigraron a México y se establecieron en Colonia Juárez.

Mitt menciona brevemente a su bisabuelo en su libro de 2004 Turnaround, en el que habla sobre su gestión de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en Salt Lake City, Utah, pero no dice que tuviera varias esposas. “A pesar de que emigró, mi bisabuelo nunca perdió el amor por este país”, escribe. “Tenía una lealtad permanente a América”.

El padre de Mitt, George, nació en Chihuahua y regresó a los cinco años a EU. Creció en un entorno humilde, pero logró convertirse en empresario de la industria del automóvil, en gobernador de Michigan y en candidato a Presidente de EU, aunque perdió la nominación contra Richard Nixon en 1968. 
Debate organizado por <em>NBC News</em> entre Romney y Newt Gingrich en Tampa, Florida, el 25 de enero pasado.En esos años se habló sobre su elegibilidad, al haber nacido en México, algo que suponía un problema mayor incluso que el hecho de que fuera mormón.




Debate organizado por NBC News entre Romney y Newt Gingrich en Tampa, Florida, el 25 de enero pasado. Foto: Chip Somodevilla/ AFP

ALEJADO DE LOS HISPANOS
La historia de la familia de Romney ha sido un filón para los críticos por las posturas en inmigración del candidato. Muchos le han recordado que de existir el muro que él propone para separar EU y México, su familia no podría haber emigrado cuando lo necesitó.

El ex gobernador de Massachusetts ha sido muy duro en materia de inmigración, porque sabe que atrae a la base conservadora del Partido Republicano, que le acusa de ser demasiado moderado.

Romney califica de “amnistía” cualquier propuesta, aun limitada, para solucionar el problema de los 11 millones de indocumentados. Criticó a Rick Perry, gobernador de Texas, por las ayudas a los estudiantes indocumentados en las universidades públicas, y a Newt Gingrich cuando propuso legalizar a los indocumentados que llevan más de dos décadas en el país, que tengan familiares directos y no hayan cometido delitos.

Romney ha prometido que si llega a la Presidencia vetará la Development, Relief and Education for Alien Minors Act (llamada DREAM Act), la cual concede la ciudadanía a los jóvenes que llegaron como ilegales a este país, tras pasar por la universidad o el Ejército, mientras propone como solución para los indocumentados, que se “autodeporten” y pidan la residencia desde sus países.

En Carolina del Sur, Romney hizo campaña con Kris Kobach, secretario de estado de Kansas, bien conocido como el arquitecto de las leyes antiinmigración de Arizona y Alabama. En respuesta, el grupo de republicanos latinos Somos Republicans decidió apoyor a Newt Gingrich, quien es moderado en el tema. “Apoyamos a Gingrich porque tiene una idea más abierta de lo que es la inmigración. 

Pero más que todo, porque Romney ha recibido el apoyo de Kris Kobach, que ha estado detrás de legislación antiinmigrante en EU y ha trabajado para grupos opuestos a los inmigrantes. Y no estoy hablando sólo de inmigración ilegal, sino a la de cualquier tipo. Además, Romney dijo que si fuera Presidente vetaría la DREAM Act, y no nos gusta porque nos parece que no es en el mejor interés del país ni de nosotros”, explica Antonella Romero, portavoz de la organización.

Las agresivas posturas en inmigración podrían suponer un importante problema para Romney si resulta ser el candidato republicano. El voto hispano es clave en estados tan disputados como Florida, Colorado y Nevada. En 2008, Obama consiguió 67 por ciento del voto de los latinos, frente a 31 por ciento que votó por su adversario John McCain.

Romney, acompañado de su esposa Ann y su hijo Craig, habló en Miami ante una organización hispana el pasado 27 de enero.Según una encuesta de las cadenas Univision y ABC publicada esta semana, en una elección entre Romney y Obama, 67 por ciento votaría por Obama y 25 por ciento por Romney. Además, 41 por ciento de los hispanos tiene una imagen desfavorable de Romney, frente a 28 por ciento favorable.


Romney, acompañado de su esposa Ann y su hijo Craig, habló en Miami ante una organización hispana el pasado 27 de enero. Foto: Emmanuel Dunand/ AFP

INMIGRANTES, NECESARIOS PARA GANAR
Los rivales saben que este es un flanco débil por donde atacar al candidato. Newt Gingrich calificó la idea de la “autodeportación” como “una fantasía”, y lo acusó de no “mostrar humanidad por las personas que ya se encuentran aquí”. “No soy antiinmigrante, soy pro inmigrante”, se defendió Romney. El candidato afirmó que le gusta la inmigración y que sabe que “ha sido una extraordinaria fuente de fortaleza de este país”, y agregó que los inmigrantes lideran la creación de empresas, por delante de los ciudadanos estadunidenses, y contribuyen de manera importante a la economía y la cultura de EU. “Pero la inmigración ilegal debe parar o se harán esfuerzos para pararla. Y eso sería un error. Quiero más y no menos inmigración legal”.

También ha sido polémico un documento de campaña sobre el liderazgo de EU distribuido el pasado otoño, en el que Romney se refirió a México como un futuro Estado fallido. “Debemos contener a los Estados fallidos o en vías de serlo, como Somalia, Yemen, Afganistán, Pakistán y, en un alarmante grado, nuestro vecino del sur, México. Estos son países con gobiernos débiles que están arruinados por la pobreza, enfermedad, luchas internas, refugiados, drogas y crimen organizado. Y se han convertido en refugio de terroristas, piratas y otros tipos de redes criminales”.

Aun así, la campaña de Romney intenta llegar a los votantes latinos. En Florida, que vota este 31 de enero, está emitiendo anuncios en español. En uno de ellos, Craig, el hijo del candidato, habla en español sobre libertad y oportunidades. Pero Florida, donde el voto cubanoamericano mayoritario es tradicionalmente conservador, no es representativa del voto nacional hispano.

Romney sabe que no puede llegar a la Casa Blanca sin el apoyo de 40 por ciento de los votantes hispanos, que en su mayoría son mexicoamericanos.

“Lo sorprendente es que Romney no ha demostrado ningún interés por utilizar a su favor sus raíces mexicanas ni por ganar el voto hispano”, escribió Jorge Ramos, el presentador mexicano de Univision que preguntó a Romney por sus orígenes. “Lo que le permitirá a un republicano ganar la nominación de su partido le puede costar la elección general. Es una simple cuestión de números”.
Beatriz Barral

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