jueves, 5 de diciembre de 2013

A UN AÑO DEL PRI SE COMPLICA EL "MEXICAN MOMENT"

Con saldo de más de 17,000 muertos y pegándole a los 1,500 secuestros –el más alto en la historia-- en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, los resultados del retorno del PRI a Los Pinos no parecen nada halagüeños y en el balance tenemos la existencia de un Estado débil.
Frente a las altas expectativas que su gobierno levantó se quedó corto en lograr la deseada justicia y seguridad al mismo tiempo, que eran sus principales tareas. Y si antes, en el calderonismo debido al poder que acumuló Genaro García Luna su secretario de Seguridad Pública Federal y Marisela Morales titular de la PGR la policía controlaba al poder político, ahora la política está por encima de la policía, pues durante la administración del PAN la estrategia de seguridad se basaba en pura represión y actualmente se empezó a darle importancia a la prevención y uno de los principales retos de Peña Nieto es implementar el sistema de justicia penal oral y adversarial, según sostiene Samuel González Ruiz, extitular de la SIEDO.
El momento mexicano
Con muchos fierros en la lumbre aún está por verse si fue buena la estrategia de la triada gobernante formada por Enrique Peña Nieto, Miguel Angel Osorio Chong y Luis Videgaray, cuando tenemos un país con graves problemas y debilidades estructurales y se decía que  México no crecía y no avanzaba porque no se hacían las reformas estructurales correctas, por lo cual el gobierno elevó las expectativas y ofreció mejorar las instituciones, el sistema de impartición de justicia, generar inversiones, etc. en un momento en el que la nación se ahogaba en una herencia de violencia, falta de institucionalidad, carencia de crecimiento, de competencia, de productividad y de eficacia.
Frente a tales retos, hay un desencanto creciente en la operación y administración del gobierno, pues según el analista Jorge Castañeda, se toman las decisiones muy lento y en forma centralizada,  al estar concentradas en el Presidente, el Secretario de Hacienda o en la Oficina de la Presidencia, en algo que empieza a llamarse el estilo personal de gobernar de Peña Nieto.
Al cierre del año se verá si es mediocre el desempeño, pues a como se ve, todo pende de la reforma energética, la cual según el discurso oficial, habrá de poner las bases para el desarrollo, lo que está en duda cuando en el país los gobiernos locales se debaten en graves problemas y ante el debilitamiento del Estado empiezan a surgir los grupos de autodefensa por doquier y en La Cholla en Hermosillo debido al vandalismo que nadie para, los vecinos están pensando formar su propia guardia comunitaria, ese tipo de autogestión para proveerse seguridad que la tribu yaqui practica desde tiempos inmemoriales y que se conoce como guardia tradicional.
Si para estas alturas, el Pacto por México afirman los observadores, ya cumplió como “encuentro de concordia” sus objetivos, pues las reformas que requerían mayoría calificada en el Congreso ya salieron y restan algunas que no las requieren, la reforma energética traerá consigo el fin de esa alianza de las cúpulas partidistas, pues dicho instrumento no habrá de resistir las elecciones de los liderazgos en el PAN y el PRD.
Aunque a Peña aún le faltan las reformas de seguridad y la económica, el saldo de las reformas ya aprobada se dará a mediano y largo plazo, y en el caso de la educativa sus resultados se van a ver hasta varias generaciones después. Otras reformas como la fiscal cuya meta es llevar dinero al gobierno que irritó por impopular a importantes sectores sociales verá resultados el año entrante, la de telecomunicaciones que habrá de impactar en la competencia, la financiera  y la de transparencia son fundamentales y algunas de ellas están a la espera de las leyes secundarias, mientras la madre de todas las reformas, es decir la energética, quedó asociada a la política, la cual ha sido muy negociada y el PAN metió mucha presión para sacarla adelante en la búsqueda de restarle poder al presidente y ponerle minas al PRI y en ella han incluido temas como la reelección de alcaldes y diputados, las candidaturas independientes, la creación de un Consejo Nacional de Elecciones para sustituir al IFE y desaparecer a los Consejos Estatales, entre otras, algunas cuestionadas por falta de ética o porque entrañan en el fondo beneficios personales o la búsqueda de control de las dirigencias  partidistas sobre sus bancadas y la militancia.  La laboral no trajo consigo la lluvia de empleos que los reformistas de todos los colores prometieron.
En ese contexto en que el “mexican moment” no anda nada bien el segundo año de gobierno de Peña iniciará con bajas expectativas.

Las maniobras de Los Chuchos
El anuncio de Jesús Zambrano Grijalva, presidente nacional el PRD y Chucho mayor de la Nueva Izquierda –esa, que en Guaymas, con la facción de Margarito Santiago, Oliver Flores Bareño, Eva Languré y otros, antes identificada como “Los Diablos”, se ha mostrado muy colaboracionista con los gobiernos del PAN a grado tal de haber apoyado en 2012 la fracasada candidatura de Manuel Aguilar y que actualmente beben de la ubre del Nuevo Sonora, mientras la del profe José Guzmán y Clemente Rodríguez,  se mantiene atrincherada en el partido y entre ambas tribus chuchas se pronostica un agarrón por la presidencia local— de salirse del Pacto por México, luego de haber aprobado sin recato reformas regresivas como la educativa, llama la atención por el cinismo desplegado por El Tragabalas, quien acusa al PAN y al PRI de “arreglos tras bambalinas” para sacar las reformas energética y política, sin posibilidad de llevar el referéndum propuesto para la consulta respecto de la primera a falta de normas secundarias y con el disimulo de Beltrones.
Sumados desde su inicio al instrumento legitimador del nuevo gobierno al margen de las Cámaras, en lo interno buscaron modificar las normas perredistas para permitir la reelección de dirigentes, so pretexto de que el líder moral del solazteca Cuauhtémoc Cárdenas, volviera a ocupar la presidencia nacional. Sin embargo la intentona tiene jiribilla, tal como lo desmenuzó Martín Velez de la Rocha en su columna publicada en el portal de Oscar Castro Dossier Político cabeceada “Gambito Cárdenas” en donde anota: “Los Chuchos perredistas, que suelen ser muy chuchos, en estos días están aventándose lo que pudiera considerarse una jugada de gambito, al ofrecer la presidencia del PRD a Cuauhtémoc Cárdenas. Saben que temporalmente sacrificarían la presidencia del partido que forma parte del patrimonio chucho; pero a cambio de ello obtendrían ganancias futuras nada despreciables. Veamos.
Primero lo primero, al reformar los estatutos para permitir la reelección de quienes ya fueron presidentes del partido, los chuchos no sólo le abren la puerta a Cárdenas: se la abren ellos mismos. Con el prestigio que aún le queda a Cárdenas pretenden abrir el cerrojo de los estatutos; pero una vez abierto, atrás vienen los gandallas: Chucho Ortega, Chucho Zambrano, Cucho Acosta; Chucho Navarrete puede esperar, al cabo él puede seguir cantando rancheras.
Segundo lo segundo. En las próximas elecciones federales los Chuchos de Beltrones no competirán contra el PRI o el PAN. Competirán contra MORENA, la fuerza político electoral de López Obrador, que para entonces, si el IFE de Beltrones no dispone otra cosa, tendrá registro de partido político. Competirán PRD y Morena por el electorado que normalmente vota izquierda, que de manera inercial, en muchos casos, ha seguido votando PRD. Muchos ya no lo harán así, pues frente al desprestigio de los chuchos se alzará la opción electoral lopezobradorista, cuyo arrastre social no ha dejado de sentirse.
Al tanto de su desprestigio, los Chuchos ofrecen la presidencia del PRD a Cárdenas. Así, podrán sacrificar temporalmente la presidencia del partido que les pertenece; pero el prestigio que le queda a Cárdenas servirá para librar de mejor manera la batalla electoral venidera, contra López Obrador.
En el ajedrez político electoral actual, Cuauhtémoc Cárdenas entra en funciones como peón sacrificable. Sería el Cid Campeador chucho, contra los moros pejistas. Con independencia de si el propio Cuauhtémoc Cárdenas acepta o no el movimiento de gambito chucho, éstos, los Chuchos, pasearán a su Cid hasta el 2015, no sobre Babieca, sino sobre el cada vez más famélico rocinante perredista”.
Hasta ahí el análisis de Martín.  
Golpeteo político
En un extraño impasse entraron los sonados casos de José Sánchez Carrasco, el jornalero muerto a las puertas del Semeson, lo que puso en evidencia a los servicios médicos de ese nosocomio y el suicidio en las celdas de arraigo de la PEI de María de los Angeles Llamas Coronado, conocida en vida como La China, a la espera de los resultados de la exhumación ordenada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Ambas tragedias en su momento sirvieron para alimentar señalamientos en contra del gobierno del Nuevo Sonora y para de paso cuestionar el desempeño de instituciones como la Secretaría de Salud estatal y la Procuraduría de Carlos Navarro Sugich.
En el de la privación ilegal de la libertad y embichada a Omar Núñez Caravantes, se rumora la injerencia de funcionarios municipales y se habla de que en el adiós al Chapo Gaxiola –cuyo vacío no ha podido llenar ningún allegado al germano-- por rumbos de Potam estuvieron presentes el propio alcalde Otto Claussen Iberri, el comisario de la policía municipal Francisco Vidaurrázaga Soto El Colorado y el jefe de tránsito Javier Velderraín Paredes. Dicen que la despedida hubo de todo, emotividad,  lágrimas al por mayor y los mejores deseos de volver pronto por sus fueros una vez que se enfríe la cosa.  ¡Ni dios lo quiera!

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/  Columna la Viña del Señor/ Jueves, 05 de Diciembre de 2013 12:07)

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