Aunque el pasado 23 de noviembre la Primera Sala
Familiar del Tribunal Superior de Justicia del DF le reconoció a Eduardo Moreno
Laparade la titularidad y/o propiedad de 39 películas de Cantinflas, así como
su derecho para cobrar las regalías de éstas que Columbia Pictures deposita en
los tribunales de Estados Unidos desde 1993, todavía falta una instancia.
Columba Vértiz De La Fuente/Reportaje Especial
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- El mismo sobrino del cómico Mario Moreno Reyes, Moreno Laparade,
explica a Proceso que todavía le falta “un poquito” para vencer en el juicio:
“Gané la sentencia,
gané la apelación, y ahora estamos esperando que se ampare Moreno Ivanova (hijo
del mimo de México), porque insiste en que es el dueño de estos filmes. Yo
nunca he dicho que él no sea el heredero único y universal de mi tío, pero mi
tío en vida dejó un documento denominado Agreement o ‘acuerdo’ (Proceso 1814),
donde me transfirió todos los derechos, títulos e intereses de esas 39 cintas,
las cuales ya no eran parte de la masa hereditaria.”
Moreno Ivanova
exalta a este semanario que no es una sentencia definitiva y “vamos a recurrir
a la instancia del amparo, por lo que no es una victoria del señor Moreno
Laparade”. No quiso dar más detalles y fijó que lo podría hacer su abogada
Carmen Olvera, quien nunca respondió las llamadas.
Las cintas en
altercado son: No te engañes corazón, de Miguel Contreras Torres; ¡Así es mi
tierra! y Águila o sol, de Arcady Boytler; El signo de la muerte, de Chano
Urueta; Ahí está el detalle, de Juan Bustillo Oro; Ni sangre ni arena, de
Alejandro Galindo.
También El gendarme
desconocido; Los tres mosqueteros; El circo; Romeo y Julieta; Gran hotel; Un
día con el diablo; Soy un prófugo; ¡A volar joven!; El mago; El supersabio;
Puerta, joven; El siete machos; El bombero atómico; Si yo fuera diputado; El señor
fotógrafo; Caballero a la medida; Abajo el telón; El bolero de Raquel; Sube y
baja; El analfabeto; El extra; Entrega inmediata; El padrecito; El señor
doctor; Su excelencia; Por mis pistolas; Un quijote sin mancha; El profe; Don
quijote cabalga de nuevo; Conserje en condominio; El ministro y yo; El
patrullero 777, y El barrendero, de Miguel M. Delgado.
Son casi 20 años de
disputa.
Cantinflas murió el
20 de abril de 1993 y ese mismo año inició el pleito. Moreno Laparade destaca
que ha ganado ya cuatro veces (“no sé qué pasa con los jueces aquí en México.
Gano la sentencia y luego también la apelación, y después se van al amparo, y
en el amparo que falta otra vez esto y lo otro… Hay que empezar de nuevo”).
Incluso demandó penalmente a la juez Susana Trujado:
“Ella votó la última
vez todo a mi favor, y de la noche a la mañana cambió todo a favor de Moreno
Ivanova. Aquí han movido mucho dinero, muchas influencias. Todo mundo se ha
vendido, empezando por mis abogados, no los que tengo ahora, sino los que he
tenido. Luego, la debilidad de los jueces; yo por eso no he querido conocerlos,
pero sí sé cómo actúan, con tácticas muy sucias, con procesos por abajo del
agua, y eso es lo que a mí me tiene molesto.”
Ninguno de los dos
pueden vender las 39 películas; pero Moreno Laparade dice que su primo sí lo ha
hecho:
“Mario ha cometido
desacato con los jueces estadunidenses. Él no puede entrar a ese país porque en
el momento que lo haga, lo aprehenden.”
Se le pregunta si
seguirá peleando los largometrajes y seguro, expresa:
“Yo con Mario, hasta
la muerte pierda o gane.”
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