lunes, 19 de octubre de 2015

LA MARINA TRAS EL CHAPO GUZMÁN


EL DESPLIEGUE. La Marina en el Triángulo Dorado.



POBLADORES SERRANOS. Refugiados en Cosalá.



FAMILIAS. Desplazadas por los operativos.



RICARDO OCHOA. El alcalde de Tamazula desmiente vínculo familiar de su esposa con el Chapo

Desde la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán, del penal de máxima seguridad en julio pasado, no se había registrado ningún operativo de las fuerzas federales en el llamado Triángulo Dorado que indicara su presencia en la serranía. Solo rumores.

Fue hasta principios de este mes que la alerta de que el capo se encontraba en la zona comprendida entre Sinaloa y Durango, provocó el despliegue de las fuerzas especiales de la Secretaría de Marina; sin embargo los pobladores reportaron que desde mediados de septiembre se habían percatado que un dron monitoreaba la zona.

Más de diez días tienen los marinos —hasta el cierre de esta edición— en un intenso y hasta ahora fallido operativo en la Sierra de Tamazula, donde habitantes de poblados cercanos a la comunidad de El Limón se han quejado de violaciones a los derechos humanos, por disparar en contra de algunas viviendas, y mantener en estado de sitio algunas de las comunidades.

Según los reportes oficiales del DIF de Tamazula, 180 habitantes de los pueblos El Verano, El Águila, La Piedrosa, Las Coloradas, Rancho Viejo, Las Carreras, Jaqueme, Los Jacales, Lagunita y Barraganes, abandonaron sus casas para buscar refugio en Cósala, por el miedo a ser atacados nuevamente, luego de que reportaron que desde un helicóptero, marinos balearon algunas casas en El Limón el martes 6 de octubre.

La Secretaría de Marina negó las acusaciones. Informó en un comunicado oficial que ellos no eran los responsables de los disparos ni de mantener en estado de sitio a los pueblos. Elementos castrenses entrevistados por Ríodoce, luego de un recorrido por la zona, informaron que su presencia se debía a la investigación de que un grupo delictivo estaba utilizando uniformes apócrifos de la armada mexicana, lo que provocaba las acusaciones en su contra.

Los  pobladores de la zona serrana de Tamazula, Durango, cercana a los límites con Cosalá en Sinaloa, coinciden que alrededor de las 7:30 horas, vieron helicópteros sobrevolar y escucharon disparos por el rumbo del Limón, y que después de la intensa balacera, los helicópteros empezaron a disparar en contra de otros pueblos; por la tarde de ese mismo día todavía atacaron la comunidad de El Verano.

Luego de los ataques, algunos de los habitantes, principalmente hombres salieron huyendo, otros decidieron llevarse a su familia, se escondieron entre el monte y caminaron principalmente en la noche para evitar ser agredidos. Empezaron a llegar días después a Cosalá, desde donde reportaron los abusos ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pidieron apoyo para poder sacar de las comunidades al resto de sus familiares. Fue la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (CDDH), presidida por Leonel Aguirre Meza, la que los acompañó.

HERACLIO: EL CORAJE QUE DA EL MIEDO

Heraclio, habitante de la comunidad El Águila, municipio de Tamazula, se dio cita junto con alrededor de 50 personas más en la plazuela de Cosalá. Esperaban a representantes de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos —la no gubernamental— para que los acompañaran a los pueblos a verificar la situación que mantenía la Marina, y pedirle a los elementos que dejaran trasladar a los pobladores que aún se mantenían en las comunidades.

Heraclio traía en brazos a su hija, una bebé de cuatro meses, y a su lado su esposa Yanet; la ropa que traían puesta se las habían dado una noche anterior, cuando llegaron después de cuatro días de caminar entre el monte para no ser sorprendidos por la marina, con temor a que les dispararan.

“Veníamos  por el monte como unos diez, nosotros veníamos con la niña, todos igual, sufriendo hambre y todo, la niña pues ya mero se nos moría… nosotros queremos regresar porque ahí está la gente, ahí está mi apá”, dijo Heraclio.

Heraclio se despidió de su esposa, le dejó a su hija, y se unió a la caravana de alrededor de 50 personas, que junto con Leonel Aguirre Meza, presidente de la CDDH; el activista Oscar Loza Ochoa; el síndico procurador de Tamazula, Juan José Maclovio Gonzales y el Secretario del Ayuntamiento, Eduardo Mejía, se dirigieron en búsqueda de autoridades que garantizaran la seguridad para poder llegar hasta los poblados.

Saliendo de Cosalá, en la comunidad de Palo Verde, la comitiva se topó con el primer retén militar. De manera pacífica, la gente se dirigió a ellos para pedirles respuesta y garantías para poder trasladarse a los pueblos.

Tras los cuestionamientos de la gente sobre el estado de sitio que mantenían los marinos en comunidades como El Verano, el comandante a cargo negó la situación, manifestando el derecho de libre tránsito de cualquier persona, e insinuando que los disparos a los pueblos habían sido por un grupo que está suplantando la institución.

Heraclio encaró al elemento y le cuestionó; “¿Están seguros que no son ustedes? Miren, ya tenía más de dos semanas una avioneta alta, que de hecho poco se mira y a eso de las 7:30 de la mañana (del martes 6 de octubre) apareció una avioneta de dos turbinas o de dos motores, no sé cómo le dirán… pasó bajitita por el rancho, salimos a ver por qué pues el zumbidón, a minutitos, no pasaron cinco, después de la avioneta, cuando salieron tres helicópteros bajitos, ni modo que no digan que no son de la marina”.

Y entonces cuenta que empezaron los disparos, indiscriminados.

“El día que mueras recordarás esta noche `20 años´ después”

Luego de tres horas de camino, antes de llegar a la comunidad de El Verano, la caravana liderada por Derechos Humanos se encontró con el segundo retén de la SEMAR, eran elementos con insignias de la UNOPES, un grupo táctico operativo de fuerzas especiales de la Marina; registraron a todos.

Al llegar a El Verano lo primero que se vislumbra es una secundaria de CONAFE, un solo salón que parece abandonado, ahí acamparon los marinos. Refieren que fueron atacados, se observaron unos casquillos de diferentes calibres, pero el salón no tenía ningún impacto.

“El día que mueras recordaras esta noche `20 años´ después”, está escrito con gis en la pizarra dentro del aula. Desde ahí se observa un pueblo de alrededor de 15 viviendas, silencioso. Poco a poco fueron saliendo las personas, 43 en total, que fueron trasladadas hasta Cosalá.

La casa de Marta Marbella fue la que resultó más afectada por los impactos de bala provenientes desde un helicóptero presumiblemente de la SEMAR.

“Yo corrí por mi niña y a cerrar la puerta, ya venía en la pura esquina cuando empezaron a tirar, corrí y me tiraron a dar pero no me pegaron, me fui por atrás de la casa y me refugié, esperé que el avión se fuera y corrí al baño, allá fue donde me refugié la hora y media del tiroteo que hubo”.

RECONOCE MALOVA QUE NO ENCONTRARON AL CHAPO

Luego de que las autoridades estatales se habían mantenido al margen de declarar sobre el operativo de la Marina Armada en la sierra en Tamazula, el gobernador del estado de Sinaloa, Mario López Valdez, confirmó la semana pasada durante una visita al puerto de Mazatlán, que el despliegue para la búsqueda de  Guzmán Loera no había tenido resultados.

“Sabemos que hay un objetivo, que es un operativo dirigido por las fuerzas especiales que vienen directamente de la ciudad de México, ustedes ya lo saben detrás de quién andan, pues hasta ahorita no ha habido resultados, ese es uno de los objetivos que trae el grupo especial”, declaró Malova

—¿Del Chapo? —se le cuestionó

—Si señor —respondió.

“Quizá la presencia de estos ha provocado temor, miedo y se han tenido que mover, pero espero que una vez concluido el operativo se generen las condiciones de tranquilidad y de paz para todos los que habitan esa zona”, mencionó el gobernador sinaloense.

Según reportes de los pobladores, los elementos de la Secretaría de Marina han ido retirándose, y en el único lugar donde han visto que llegan y salen helicópteros de la Marina, hasta el cierre de esta edición, es en El Limón.

Un grupo de desplazados a causa del operativo que buscaba al Chapo Guzmán se trasladó el pasado viernes a las instalaciones de la PGR en Culiacán para interponer una denuncia, en la que pedían el pago de artículos robados en las viviendas, además de los daños a los vehículos y cuatrimotos  afectados por los disparos.


(RIODOCE/ Cristian Díaz /Fotografía: Fernando Brito/ 18 octubre, 2015)


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