EL
DESPLIEGUE. La Marina en el Triángulo Dorado.
POBLADORES
SERRANOS. Refugiados en Cosalá.
FAMILIAS.
Desplazadas por los operativos.
RICARDO
OCHOA. El alcalde de Tamazula desmiente vínculo familiar de su esposa con el
Chapo.
Desde
la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán, del penal de máxima seguridad en julio
pasado, no se había registrado ningún operativo de las fuerzas federales en el
llamado Triángulo Dorado que indicara su presencia en la serranía. Solo
rumores.
Fue
hasta principios de este mes que la alerta de que el capo se encontraba en la
zona comprendida entre Sinaloa y Durango, provocó el despliegue de las fuerzas
especiales de la Secretaría de Marina; sin embargo los pobladores reportaron
que desde mediados de septiembre se habían percatado que un dron monitoreaba la
zona.
Más
de diez días tienen los marinos —hasta el cierre de esta edición— en un intenso
y hasta ahora fallido operativo en la Sierra de Tamazula, donde habitantes de
poblados cercanos a la comunidad de El Limón se han quejado de violaciones a
los derechos humanos, por disparar en contra de algunas viviendas, y mantener
en estado de sitio algunas de las comunidades.
Según
los reportes oficiales del DIF de Tamazula, 180 habitantes de los pueblos El
Verano, El Águila, La Piedrosa, Las Coloradas, Rancho Viejo, Las Carreras,
Jaqueme, Los Jacales, Lagunita y Barraganes, abandonaron sus casas para buscar
refugio en Cósala, por el miedo a ser atacados nuevamente, luego de que
reportaron que desde un helicóptero, marinos balearon algunas casas en El Limón
el martes 6 de octubre.
La
Secretaría de Marina negó las acusaciones. Informó en un comunicado oficial que
ellos no eran los responsables de los disparos ni de mantener en estado de
sitio a los pueblos. Elementos castrenses entrevistados por Ríodoce, luego de
un recorrido por la zona, informaron que su presencia se debía a la
investigación de que un grupo delictivo estaba utilizando uniformes apócrifos
de la armada mexicana, lo que provocaba las acusaciones en su contra.
Los pobladores de la zona serrana de Tamazula,
Durango, cercana a los límites con Cosalá en Sinaloa, coinciden que alrededor
de las 7:30 horas, vieron helicópteros sobrevolar y escucharon disparos por el
rumbo del Limón, y que después de la intensa balacera, los helicópteros
empezaron a disparar en contra de otros pueblos; por la tarde de ese mismo día
todavía atacaron la comunidad de El Verano.
Luego
de los ataques, algunos de los habitantes, principalmente hombres salieron
huyendo, otros decidieron llevarse a su familia, se escondieron entre el monte
y caminaron principalmente en la noche para evitar ser agredidos. Empezaron a
llegar días después a Cosalá, desde donde reportaron los abusos ante la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, pidieron apoyo para poder sacar de las
comunidades al resto de sus familiares. Fue la Comisión de Defensa de Derechos
Humanos (CDDH), presidida por Leonel Aguirre Meza, la que los acompañó.
HERACLIO: EL CORAJE QUE DA EL MIEDO
Heraclio,
habitante de la comunidad El Águila, municipio de Tamazula, se dio cita junto
con alrededor de 50 personas más en la plazuela de Cosalá. Esperaban a
representantes de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos —la no
gubernamental— para que los acompañaran a los pueblos a verificar la situación
que mantenía la Marina, y pedirle a los elementos que dejaran trasladar a los
pobladores que aún se mantenían en las comunidades.
Heraclio
traía en brazos a su hija, una bebé de cuatro meses, y a su lado su esposa
Yanet; la ropa que traían puesta se las habían dado una noche anterior, cuando
llegaron después de cuatro días de caminar entre el monte para no ser
sorprendidos por la marina, con temor a que les dispararan.
“Veníamos por el monte como unos diez, nosotros
veníamos con la niña, todos igual, sufriendo hambre y todo, la niña pues ya
mero se nos moría… nosotros queremos regresar porque ahí está la gente, ahí
está mi apá”, dijo Heraclio.
Heraclio
se despidió de su esposa, le dejó a su hija, y se unió a la caravana de
alrededor de 50 personas, que junto con Leonel Aguirre Meza, presidente de la
CDDH; el activista Oscar Loza Ochoa; el síndico procurador de Tamazula, Juan
José Maclovio Gonzales y el Secretario del Ayuntamiento, Eduardo Mejía, se
dirigieron en búsqueda de autoridades que garantizaran la seguridad para poder
llegar hasta los poblados.
Saliendo
de Cosalá, en la comunidad de Palo Verde, la comitiva se topó con el primer
retén militar. De manera pacífica, la gente se dirigió a ellos para pedirles
respuesta y garantías para poder trasladarse a los pueblos.
Tras
los cuestionamientos de la gente sobre el estado de sitio que mantenían los
marinos en comunidades como El Verano, el comandante a cargo negó la situación,
manifestando el derecho de libre tránsito de cualquier persona, e insinuando
que los disparos a los pueblos habían sido por un grupo que está suplantando la
institución.
Heraclio
encaró al elemento y le cuestionó; “¿Están seguros que no son ustedes? Miren,
ya tenía más de dos semanas una avioneta alta, que de hecho poco se mira y a
eso de las 7:30 de la mañana (del martes 6 de octubre) apareció una avioneta de
dos turbinas o de dos motores, no sé cómo le dirán… pasó bajitita por el
rancho, salimos a ver por qué pues el zumbidón, a minutitos, no pasaron cinco,
después de la avioneta, cuando salieron tres helicópteros bajitos, ni modo que
no digan que no son de la marina”.
Y
entonces cuenta que empezaron los disparos, indiscriminados.
“El
día que mueras recordarás esta noche `20 años´ después”
Luego
de tres horas de camino, antes de llegar a la comunidad de El Verano, la
caravana liderada por Derechos Humanos se encontró con el segundo retén de la
SEMAR, eran elementos con insignias de la UNOPES, un grupo táctico operativo de
fuerzas especiales de la Marina; registraron a todos.
Al
llegar a El Verano lo primero que se vislumbra es una secundaria de CONAFE, un
solo salón que parece abandonado, ahí acamparon los marinos. Refieren que
fueron atacados, se observaron unos casquillos de diferentes calibres, pero el
salón no tenía ningún impacto.
“El
día que mueras recordaras esta noche `20 años´ después”, está escrito con gis
en la pizarra dentro del aula. Desde ahí se observa un pueblo de alrededor de
15 viviendas, silencioso. Poco a poco fueron saliendo las personas, 43 en
total, que fueron trasladadas hasta Cosalá.
La
casa de Marta Marbella fue la que resultó más afectada por los impactos de bala
provenientes desde un helicóptero presumiblemente de la SEMAR.
“Yo
corrí por mi niña y a cerrar la puerta, ya venía en la pura esquina cuando
empezaron a tirar, corrí y me tiraron a dar pero no me pegaron, me fui por
atrás de la casa y me refugié, esperé que el avión se fuera y corrí al baño,
allá fue donde me refugié la hora y media del tiroteo que hubo”.
RECONOCE MALOVA QUE NO ENCONTRARON AL
CHAPO
Luego
de que las autoridades estatales se habían mantenido al margen de declarar
sobre el operativo de la Marina Armada en la sierra en Tamazula, el gobernador
del estado de Sinaloa, Mario López Valdez, confirmó la semana pasada durante
una visita al puerto de Mazatlán, que el despliegue para la búsqueda de Guzmán Loera no había tenido resultados.
“Sabemos
que hay un objetivo, que es un operativo dirigido por las fuerzas especiales
que vienen directamente de la ciudad de México, ustedes ya lo saben detrás de
quién andan, pues hasta ahorita no ha habido resultados, ese es uno de los
objetivos que trae el grupo especial”, declaró Malova
—¿Del
Chapo? —se le cuestionó
—Si
señor —respondió.
“Quizá
la presencia de estos ha provocado temor, miedo y se han tenido que mover, pero
espero que una vez concluido el operativo se generen las condiciones de
tranquilidad y de paz para todos los que habitan esa zona”, mencionó el
gobernador sinaloense.
Según
reportes de los pobladores, los elementos de la Secretaría de Marina han ido
retirándose, y en el único lugar donde han visto que llegan y salen
helicópteros de la Marina, hasta el cierre de esta edición, es en El Limón.
Un
grupo de desplazados a causa del operativo que buscaba al Chapo Guzmán se
trasladó el pasado viernes a las instalaciones de la PGR en Culiacán para
interponer una denuncia, en la que pedían el pago de artículos robados en las
viviendas, además de los daños a los vehículos y cuatrimotos afectados por los disparos.
(RIODOCE/
Cristian Díaz /Fotografía: Fernando Brito/ 18 octubre, 2015)
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