lunes, 19 de octubre de 2015

LA MARINA LLEGÓ TARDE


Washington – Desde que se  fugó Joaquín el Chapo Guzmán Loera del Penal del Altiplano, todas las agencias de inteligencia Estados Unidos encabezadas por la DEA han utilizado la tecnología de rastreo y de interceptación de comunicaciones más avanzada que tienen a la mano para ubicar al líder del Cártel de Sinaloa, a quien hace

Dos semanas detectaron en un rancho en la sierra de Durango. “Recibimos información de inteligencia por medio de la interceptación de varias llamadas telefónicas (satelitales y de celulares) que nos indicó que el Chapo podría estar escondido en un rancho en la sierra de Durango, en los límites con Sinaloa. La información se la dimos al gobierno de México”, explica Proceso un agente de una de las agencias de inteligencia estadunidenses.

“La información que conseguimos por medio de la tecnología la cotejamos con otra información que habían conseguido en México nuestras agencias por medio de otros métodos (informantes). Y cuando determinamos que podría ser el Chapo quien se ocultaba en el rancho; se la dimos a las autoridades mexicanas”, matiza el agente de los Estados Unidos, quien aceptó hablar del asunto bajo la estricta condición de no revelar su identidad ni el nombre de la agencia federal para la cual trabaja en México.

“Al parecer la Marina mexicana llegó tarde al punto donde habíamos conseguido presuntamente ubicarlo. Hubo un retraso de varias horas desde que dimos la información hasta el momento del operativo… el lugar donde se encuentra el rancho está en un punto muy difícil de acceder, esa fue la explicación que nos dieron”, subraya el agente estadunidense.

De acuerdo al resumen que ofrecieron a Proceso sobre las tareas de recaptura que han realizado las agencia de inteligencia de Estados Unidos en México, a menos de 24 Cierran la Marina y EU el cerco contra Joaquín Guzmán Loera en el Triángulo Dorado Herido y acorralado Andrés Villarreal Tocaron al Chapo. El grupo elite de la Marina que le sigue los pasos estuvo tan cerca, que Joaquín Guzmán emprendió “una huida precipitada”, según la confirmación del Sistema Nacional de Seguridad. El escape “le causó lesiones en una pierna y en el rostro”, dice el escueto comunicado que precisa que no se trata de heridas  de un enfrentamiento directo.

Que el Chapo seguía huyendo, pero herido, y que la Marina está cerrando el cerco en la Sierra Madre —principalmente en Durango— , se supo primero en Estados Unidos, de quien México recibe apoyo de inteligencia de manera permanente y colaboran en la reaprehensión del capo Sinaloense.

La información se fue precipitando desde el martes 6 de octubre, cuando fuerzas de elite de la Marina y helicópteros atacaron de manera simultánea ocho caseríos de la zona limítrofe entre los municipios de  Tamazula, Durango y Cosalá, Sinaloa.

Dos centenares de pobladores salieron huyendo, evitando los caminos para no toparse con la Marina que por tierra fue ocupando toda la zona.

La operación para la tercera aprehensión del Chapo se fue armando desde hace semanas. Un error en las comunicaciones del círculo cercano a Guzmán Loera, dio pistas sobre su ubicación al surtir los suministros.

El compacto equipo elite de la Marina se movilizó al escabroso del Triángulo Dorado, pero no concretó la captura.

Hace más de dos meses, fue la DEA quien confirmó la presencia de Joaquín Guzmán en su propia tierra. Chuck Rosenberg, Jefe Interino de la DEA, aseguraba que lo más probable era que el Chapo estuviera en Sinaloa, “donde estaría a salvo”. Y no se equivocó, la información indica que desde la fuga del 11 de julio pasado del Altiplano, el Chapo llegó a Sinaloa y después se refugió en las montañas de la Sierra Madre.

Joaquín Guzmán Loera sigue siendo el más buscado, pero ahora va por la Sierra Madre tocado, de nuevo a salto de mata.

La fuga del Chapo unió en las tareas de espionaje a las agencias de inteligencia de Estados Unidos con presencia en México.

“Todas nuestras agencias de inteligencia pusieron a trabajar a sus activos (informantes) para recapturar a Guzmán. La información obtenida se ha intercambiado y cotejado con la que obtiene por su parte el gobierno de México. La cooperación es  muy buena, pero estamos conscientes de que es una tarea muy complicada”, señala  el agente estadunidense durante la entrevista telefónica.

Con el permiso para espiar en México que les dio el ex presidente Felipe Calderón, bajo el marco de la Iniciativa Mérida, las agencias de inteligencia de Estados Unidos tienen trabajando a sus operadores las 24 horas del día y los 365 días el año, en la Oficina Binacional de Inteligencia, desde donde el pasado mes de julio dedican parte de su tiempo a ubicar al Chapo Guzmán.

“Aunque estamos recibiendo mucho apoyo y muy importante de parte del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC, por sus siglas en ingles) y de otros sistemas (de espionaje) que tenemos cerca de  la frontera con México, el intercambio de

Información bajo la Iniciativa Mérida está  comenzando a dar resultados notables”, sostiene el agente estadunidense.

Como encargada de la lucha internacional  contra  el  narcotráfico,  y  en  este caso específico, de la de México, el agente de inteligencia admite que toda la estrategia de inteligencia estadunidense  para recapturar al Chapo; está a cargo y  coordinada por la Administración Federal  Antidrogas (DEA).

Ubicada en el número 265 de Avenida Paseo de la Reforma, a unos 250 metros de la embajada de Estados Unidos; la  Oficina  Binacional  de  Inteligencia  (OBI) cuenta con operadores de todas las agencias federales del espionaje de los Estados

Unidos: la Agencia de Inteligencia Militar  (DIA),  la  Oficina  Nacional  de  Reconocimiento (NRO) y la Agencia Nacional de  Seguridad (NSA), del Pentágono. El Departamento de Justicia cuenta con tres  agencias, el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la DEA y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).

Con dos servicios está el Departamento de Seguridad Interior: Inteligencia  de Guardia Costera  (CGI)  y  la  Oficina  de  Cumplimiento Aduanal y Migratorio (ICE);mientras que el Departamento del Tesoro  tiene agentes de la Oficina de Inteligencia sobre Terrorismo y Asuntos Financieros  (TFI).

A estas agencias de inteligencia se tiene que agregar a las más activa y notable de todas: la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

“El intercambio de información que tenemos con el gobierno mexicano se hace a través de la Secretaría de Gobernación.

Pero también con el Ejército y la Marina de manera independiente”, anota el agente de inteligencia de Estados Unidos.

“Hasta ahora la coordinación y el intercambio de información de inteligencia con el gobierno de México está funcionando. Pero creemos que para recapturar al Chapo se necesita más celeridad a la hora de operar en el terreno donde se le ubique”, agrega el agente, quien se negó a dar más detalles sobre el operativo en el rancho en la Sierra de Durango, y sobre los posibles motivos que hayan retrasado el operativo de la Marina.

“El Cártel de Sinaloa domina el territorio de la Sierra Madre, lo sabemos, siempre hemos estado conscientes de eso. Pero nadie es perfecto y se pueden cometer errores. Creemos que un error nos puede llevar al éxito de su captura o su eliminación”, remata.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos que tienen presencia en México, cuentan con un ejército de varios cientos de informantes. Los informantes de Estados Unidos son narcotraficantes, policías federales, estatales y municipales, empresarios, funcionarios gubernamentales a todos los niveles y elementos y mandos de la Marina y el Ejército.

Además, la OBI tienen dos oficinas “satélites” en el territorio mexicano: una en Ciudad Juárez y otra en Tijuana, donde los agentes estadunidenses comandan “fuerzas de tarea” contra el narcotráfico, con el apoyo de personal mexicano.


(RIODOCE/ Jesús Esquivel/Proceso / 18 octubre, 2015)

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