martes, 5 de agosto de 2014

CONTAMINADO EL PONIENTE DE MEXICALI



En esa zona de la capital existe una serie de elementos que mezclados, han creado un potencial peligro para los miles de habitantes del lugar. Convergen plantas de luz con emisiones de gases tóxicos, lagunas de oxidación y excremento del ganado de una compañía de carne. No es solo la incomodidad del mal olor, sino el riesgo de salud que implica, donde el brote de rickettsia podría ser tan solo un ejemplo de los males provocados por la contaminación

El hedor es insoportable. Alrededor de los montículos de excremento de ganado el ambiente es más denso. Toneladas de deposiciones fecales han sido depositadas en la parte sur de los corrales de engorda de la empresa Su Karne, al poniente de Mexicali, hasta formar cerros de suciedad.

Son cerca de seis hectáreas donde están aglutinadas toneladas de estiércol al aire libre y a unos cuantos kilómetros de la mancha urbana de la creciente ciudad capital.

Pero las toneladas de heces de ganado no son el único factor contaminante.

En la misma área y apenas separadas por unos cuantos metros, se ubican dos plantas generadoras de energía eléctrica -Intergen y Sempra- que a diario emiten gases nocivos para la salud, como Dióxido de Azufre y de Nitrógeno. Igual, a unos metros de esa zona, la Comisión Estatal de Servicios Públicos construyó un proyecto de lagunas de oxidación donde se trata el agua de desecho de la zona poniente de Mexicali.

A la grave situación de contaminación, se suma el hecho del crecimiento poblacional en esa zona de la ciudad, con áreas urbanas anexas de la colonia Progreso y Los Santorales, donde habitan cerca de 100 mil personas en colonias como Santo Niño, Santa Isabel, San Carlos San José, El Sauce y colonias agrícolas.

“Es un círculo de muerte”, asume Témoc Ávila, Maestro en Ciencias e ingeniero en Electrónica, metido en la participación social en temas como la instalación de la bomba de cobalto, los verificentros y ahora la evidente contaminación.

Su tesis -a la que se suman otros activistas- es que este grave problema de contaminación ha propiciado que el virus de la rickettsia no desaparezca, sino que se ha fortalecido con el inminente peligro para los miles de pobladores de esa popular área.

“Hay días que no aguantamos la pestilencia, ¡qué bárbaro!, ahorita está calmado, a lo mejor no están trabajando, pero llega la peste del hueso y llega la peste de la mierda, ¡horrible!”, dice una señora que vive en la colonia Magaña, ubicada en la periferia cercana a las toneladas del desecho de ganado.

“Últimamente hasta la sangre la andaban regando en los caminos”, complementa, e informa cómo los niños de la zona “a cada rato se enferman”, sea gripa, tos, ronchas. “Yo tengo cáncer...”, asume la mujer, quien siempre ha vivido ahí y cuenta cómo su cuñada falleció hace un año, del mismo padecimiento.

ZONA DE MUERTE

“Tenemos que aceptar que es de gran impacto en salud pública lo que está sucediendo ahí”, argumenta Témoc Ávila, para agregar: “Ya llevamos 15 muertos, probablemente 16”, en cuanto al brote de rickettsia que no ha sido contenido en Mexicali.

Asegura el activista que la garrapata -vector de la rickettsia- no es un bicho que se dé en los climas desérticos, sino que se propaga en las zonas tropicales, de ahí la necesidad de la explicación científica de la proliferación de garrapatas. “¿Estamos creando ahí una microrregión tropical que sea el medio idóneo para que la garrapata viva ahí?”, pregunta Ávila y, desde su punto de vista, la respuesta es afirmativa.

Menciona elementos que existen en la zona, como las lagunas de tratamiento de la CESPM, que abarcan 169 hectáreas; lagunas que para Témoc, son “de las heces fecales que tenemos en Mexicali”, que se depositan y asientan, todo al aire libre.

Aparte las 130 mil cabezas de ganado que se encuentran en los corrales de la empresa Su Karne, de acuerdo a datos especializados, cada bovino defeca de 10 a 15 veces al día entre 20 a 45 kilos de excreta. A manera de ejemplo, calcula que diariamente se podrían llenar medio millón de balones de futbol con gas metano.

El tercer elemento tiene que ver con la humedad y la alta temperatura; aparte del calor desértico natural, está el provocado por las dos plantas generadoras de energía eléctrica (Intergen y Sempra), que entre ambas producen más de 13 mil 135 millones de BTU (unidades térmicas, una tonelada de refrigeración  son 12 mil).

Para Ávila, estas dos plantas  -cuya energía generada va hacia Estados Unidos- producen más del doble de kilowatts que en Cerro Prieto. “Ya los mexicalenses conocemos los estragos de Cerro Prieto, pues acá tenemos más del doble”.

Los efectos de la contaminación se perciben en poblaciones de Caléxico y de Mexicali.

“Con esos tres elementos estamos generando una microrregión tropical, hay un lago, hay animales y hay altas temperaturas. En esa región se está produciendo la bacteria de la garrapata”, aventura el maestro en Ciencias, a lo que la suma el regado en el suelo con sangre disuelta en agua.

Retoma publicaciones científicas donde se asienta que la garrapata activa su ataque con Óxido Nítrico, elemento químico que es producido en la zona de las plantas eléctricas. “Todo eso da una garrapata bien nutrida con una reproducción extraordinaria, para multiplicarse por millones, además de una bacteria de rickettsia activada con el Ácido Nítrico. No vamos a poder parar eso”, advierte Ávila.

En el caso del estiércol, refiere que la FAO ha establecido que las reses generan 80 kilogramos de gas metano cada animal diariamente, calculando 450 litros, el cual se diluye en el ambiente. “Es tres veces más venenoso que el Bióxido de Carbono que le achacan a los autos”.

En su opinión, los elementos contaminantes deben ser movidos de la zona y trasladados al otro lado del cerro El Centinela. “No hay otra opción”, considera Témoc Ávila, quien aporta otro dato: el 13 de enero de 2013 fue publicada en el Periódico oficial del Estado, la Ley de la Procuraduría de Protección al Ambiente, donde se crea y se establece la estructura atribuciones y procedimientos correspondientes a la Procuraduría de Protección al Ambiente de Baja California.

Esta nueva instancia -aprobada por el Congreso- no ha sido concretada hasta la fecha.

SE LES PUEDE CERRAR



Sobre el tema, el secretario de Protección al Ambiente, Carlos Graizboard Ed, parece confundido. De la Procuraduría creada por el Congreso, pero a la fecha inexistente, refiere:

“En octubre va a venir gente de PROFEPA de México para implementar todo esto...”.

Se le pregunta el porqué del retraso en la implementación y calla por un momento.

“Es que podemos operar con PROFEPA, por ejemplo, si hay asuntos que son jurisdicción de PROFEPA, podemos actuar con ellos inmediatamente, tenemos sus representantes aquí, trabajamos con el Gobierno Federal para lo que a ellos les corresponde, y lo que nos interesa a nosotros continuamente. Yo estuve en México y me dijeron que hasta octubre van a venir a ver eso…”.

Se le plantea la contaminación en la zona Poniente de Mexicali -las lagunas de la CESPM, las plantas eléctricas, las toneladas de estiércol-, y responde: “En cuanto a los drenes, nosotros hicimos la limpieza y nos juntamos con CONAGUA para hacer parques lineales. Todo lo que es el agua es CONAGUA”.

— ¿Y la contaminación de Su Karne?

“Eso nos corresponde a nosotros. Estamos haciendo un programa de eliminación de las tolvaneras donde está Su Karne. Lo de las lagunas de oxidación, eso es de CESPM”.

— ¿Usted ha estado en la zona Poniente de los Santorales? ¿Qué opina de la situación que allí viven?

“Opino que ahí hay que pavimentar la gran plaza que está frente a la escuela, hay que cubrirla, genera tolvaneras, y aparte el problema de las garrapatas ahí fue lo más grave. No solo tenemos que ayudar a la limpieza con la basura, sino a esa zona del sur, Usted ve cómo están los vientos, nos contamina con el sedimento que tenemos en Mexicali”.

— ¿Cree que debería cambiar la ubicación de los corrales de Su Karne, de las plantas de electricidad, de las lagunas de la CESPM?

“Lo que hay que hacer primero es  mitigar, eliminar la contaminación. Con Su Karne estamos trabajando eso con ellos, no se necesita cambiar, se necesita evitar que el viento que entra en ellas, tiene bacterias, hay ganado ahí, el estiércol está ahí. Ellos pueden poner árboles como barreras o usar biodigestoras. Ellos están penalizados por nosotros para exigirles que hagan los cambios necesarios para eliminar eso. Es una mezcla de tolvaneras con bacterias”.

— ¿Hay un recurso contra ellos por parte de la Secretaría?

“A ellos les tocaría arreglarlo, nosotros ya los sancionamos”.

— ¿Cómo los sancionaron?

“Los hacemos que hagan, que actúen para que eliminen las tolvaneras. Se les puede cerrar, multar. Nosotros tratamos de resolver el problema primero, evitar la contaminación para que la gente no se afecte”.

En el caso de Su Karne, Graizboard Ed indica que “hay un tiempo” en cuanto al margen para que modifiquen, aunque insiste en que “ya se les castigó”, reiterando que los responsables de la empresa ganadera “están colaborando”

SI COME, DEFECA

El manejo de los desechos fecales que hacen de los corrales de Su Karne es el correcto, el indicado, asegura por su parte el subdirector del Instituto de Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la UABC, Víctor Manuel González, médico veterinario con Doctorado en Ciencias Pecuarias. Lo que le preocupa es “las forma en que se aborda el tema de la contaminación con las excretas”.

“Es un ente biológico, si come, defeca”, expone en relación al ganado bovino, el cual produce dos tipos de desechos, los fluidos a través de la orina y las heces fecales, a las que se refiere como excretas.

Explica que en los rumiantes, la generación de volúmenes de excretas es cuantiosa, sin embargo, el manejo de estos residuos orgánicos se concentra de forma tal para evitar que se estén dispersando, y se concentran con la finalidad de que reciban un proceso de fermentación térmica.

“La misma en bonches, en lomas, conservan la humedad, sube la temperatura arriba de los 60 grados y esta temperatura por más de dos horas aniquila cualquier microorganismo ahí”, detalla en referencia al tratamiento térmico natural conocido como compostaje. “Es una forma de dar tratamiento y un manejo especial del excremento”, amplía el especialista.

En cuanto al tiempo del tratamiento, normalmente se concede un periodo de 60, 80 días, y abunda que este desecho ya tratado, se ha estado utilizando en un proceso de alimentación de lombrices o es usado como abono.

Incluso a este procedimiento -interviene Tomas Rentería, director del IICV-, en otras partes del país le añaden hasta cadáveres de animales, que crean temperaturas más altas, pero dan alta calidad al compostaje. En la plática participa el biólogo molecular Gerardo Medina, en cuya opinión, corresponde a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) fiscalizar el destino que se da a esos desechos, aunque los tres coinciden en desconocer si existe una Norma Oficial Mexicana relativa al tema.

En el caso de la localización de estos depósitos, el doctor González Vizcarra comenta que estos lugares se construyen alejados de las zonas poblaciones, pero ocurre que el crecimiento de los centros urbanos finalmente copa a estos espacios de producción. “El crecimiento de la zona urbana se ha tragado establos lecheros”, afirma el especialista, para luego mencionar dos establos -Nutrimex y Jiménez- que estaban en la zona de Palaco y recientemente fueron movidos al Valle.

El caso es que las excretas, las heces fecales del ganado, pueden resultar un recurso orgánico potencialmente utilizable, pero para los residentes de las zonas aledañas, por el momento es más un elemento pestilente, contaminante, incómodo y hasta riesgoso.

(SEMANARIO ZETA/ Sergio Haro Cordero/ 04 de Agosto del 2014 a las 12:00:00)

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