lunes, 1 de abril de 2013

SOSPECHAN DE SUPREMACISTAS EN HOMICIDIO DE FISCAL TEXANO Y SU ESPOSA



Agencias/El Diario
Dallas— Funcionarios del orden en todo Texas permanecían hoy en estado de alerta tratando de proteger mejor a fiscales y su personal, luego del asesinato de un fiscal del distrito cuyo asistente fue baleado apenas hace dos meses.

El sábado, el fiscal del distrito del condado Kaufman, Mike Mclelland, y su esposa, Cynthia, fueron hallados muertos a tiros en su casa. Las autoridades no han dicho mucho sobre sobre la investigación, incluyendo si tienen alguna pista o una teoría sobre los motivos de los asesinatos.

Pero las conjeturas abundan, con algunos mencionando un posible involucramiento de grupos racistas blancos.

El propio McLelland, en una entrevista con Associated Press poco después del asesinato del jefe del departamento de prisiones de Colorado el mes pasado, mencionó la posibilidad de que Tom Clements hubiese sido baleado por una pandilla de racistas.

McLelland dijo que su oficina había procesado varios casos contra pandillas racistas, que tienen una fuerte presencia en el condado Kaufman, una zona mayormente rural con una población de 140 mil personas.

Mike Anderson, el procurador del condado de Harris, en Houston, y toda su familia, fueron colocados este lunes bajo protección permanente las 24 horas del día, informó una vocera de la Oficina del procurador.

La vocera, Sara Marie Kinney, dijo que también agentes uniformados del Departamento del Sheriff del Condado de Harris, han sido colocados fuera de la oficina del procurador Anderson.

Anderson y su familia comenzaron a ser protegidos, luego de que este sábado fuera asesinado a tiros en su casa su homólogo, el procurador del Condado de Kaufman, Mike McLelland, y su esposa Cynthia.

McLelland, Anderson y múltiples procuradores de otros condados de la entidad, participaron en 2012 en una investigación enfocada a desmantelar la pandilla supremacista "Hermandad Aria de Texas".

La investigación resultó en órdenes de arresto y proceso judicial de más de tres decenas de sus integrantes, en algo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos, calificó como un "golpe devastador" para esa banda dedicada a la extorsión y venta de drogas.

El asesinato de McLelland y de su esposa, se registra, justo dos meses después de que su colaborador, el subprocurador del condado de Kaufman, Mark Hasse, fuera muerto también a tiros el pasado 31 de enero.

En ese entonces, McLelland prometió "sacar de cualquier agujero" en que se escondiera al asesino o asesinos de su colaborador.

McLelland también dijo entonces que la pandilla supremacista pudiera estar involucrada en la muerte de Hasse. Él murió tras ser baleado en plena luz del día fuera de la corte del condado. El asesinato sigue sin resolverse.

Las autoridades aún no han informado si se ha establecido un vínculo entre la muerte de Hasse y McLelland, o la participación de los supremacistas arios.

Sin embargo, varias corporaciones de policía en Texas, advirtieron luego de la investigación contra la pandilla supremacista en noviembre de 2012, que había "información creíble" de que los miembros de la Hermandad Aria, estaban planeando tomar represalias.

La Oficina del Procurador, en el Condado de Kaufman, permanecerá cerrada este lunes como medida de seguridad. La Corte del Condado si operara este día, pero bajo fuertes medidas de seguridad.

El juez del condado de Kaufman, Bruce Wood, dijo que él y demás personal de la corte, están cumpliendo con las recomendaciones que recibieron la víspera para su seguridad personal.

"Todos estamos en alerta máxima. No hay duda sobre eso", dijo Wood en declaraciones este lunes a la cadena de televisión CNN.

Los investigadores han recuperado en la casa de los McLellands, varios casquillos de bala de rifle calibre .223, informó una fuente relacionada con las investigaciones al diario The Dallas Morning News.

Aunque las autoridades no han ofrecido un motivo, la especulación cayó rápidamente en los supremacistas arios, por las amenazas que se tenían como antecedentes y tras de que fuera asesinado hace dos semanas el director del sistema carcelario de Colorado, Tom Clemens.

Las autoridades no han aportado ninguna sugerencia de que los crímenes están vinculados, pero el hombre sospechoso de matar a Clements fue una vez un miembro de una pandilla supremacista blanca, la "Crew 211".

Evan Evel, el sospechoso del asesinato de Clements, el 19 de marzo en un suburbio al sur de Denver, murió días después en un tiroteo con agentes del sheriff de un condado en el norte de Texas.

(DIARIO DE JUAREZ/ Agencias | 2013-04-01 | 16:57)

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