lunes, 1 de abril de 2013

COAHUILA: SECUESTRO VIRTUAL; TERROR EN UNA LLAMADA



Infonor/Revista Visión Saltillo
Saltillo, Coah.- Su teléfono celular comenzó a sonar. Diana Yuvisela estaba en su casa con su bebé y con Luz María, su sobrina, cuando su expresión se tornó insegura y temerosa. La voz que sonaba a través de la bocina del teléfono le decía que sus vidas estaban en riesgo y que debían salir de su vivienda por seguridad.

Según la voz, el número al que marcó había sido identificado por reportes de denuncias a fuerzas criminales y un grupo de maleantes se dirigía a su domicilio para cobrar venganza.

Tomaron tres pañales y salieron caminando para encontrar un lugar que les permitiera escaparse del fatal encuentro. Sin embargo, la voz no terminó la llamada y se convirtió en un verdugo que se apoderó de la libertad de las dos jóvenes hasta mostrar sus verdaderas intenciones: la llamada no era para su protección, sino para su desgracia. Estaban siendo secuestradas de forma virtual.

Más de 10 llamadas se hicieron a la familia de Luz y Diana, que permanecieron escondidas entre casas abandonadas e incluso entre las márgenes del río Monclova a mediados de agosto de 2012, para presionar a familiares y amenazarlos al asegurar que las jóvenes y el pequeño estaban bajo su poder.

Una red de criminales les arrebató la tranquilidad a ellas y al esposo y los padres, tíos, vecinos y abuelos de las jóvenes al pedirles que hicieran todo lo posible por pagar un rescate para que regresaran con bien a casa, ya que si no pagaban las mujeres serían violadas y los tres serían asesinados.

“Cuando recibí la llamada estaba tranquilo pensando que mi esposa estaba en la casa o con mi suegra, pero no estaba”, expresa Carlos, quien después de que se frustrara el secuestro, abrazó a su esposa, mientras su bebé pasó a los brazos de sus tías.

Carlos recordó los momentos de terror cuando agentes de tránsito, policías municipales, ministeriales, soldados, familiares, vecinos y amigos repartían fotos con la esperanza de que las víctimas fuesen identificadas por alguien, mientras los delincuentes presionaban para recibir el botín de 100 mil pesos.

Su foto circuló también por las redes sociales. La ciudad estuvo en vilo hasta que 24 horas después de su desaparición la Policía Investigadora, a cargo de Fidencio Romo, que rastreaba a los secuestradores, encontró a las jóvenes a los pies de la Casa de la Cultura en la Zona Centro.

“¿Ya nos podemos ir?”, fue lo primero que salió de los cansados labios de las jóvenes, quienes no habían probado alimento y esperaban que lo peor pasara. Los agentes les explicaron la situación y ellas expusieron que estaban hablando con otros agentes que las habían sacado de sus casas.

Luego de que las jóvenes y el bebé fueron encontrados y entregados a su familia, una llamada con el código de área de Matamoros, Tamaulipas (868) fue contestada por el comandante Romo en el mismo teléfono que se convirtió en el detonante del “secuestro”.

Una risotada emergió cuando Romo se identificó y les explicó que ya todo había terminado. “Como quiera nos los jodimos”, le dijo la que representaba a la red de secuestradores, la voz del otro lado del teléfono desde el penal de la ciudad, “anduvieron 24 horas fuera de su casa”. Antes de colgar, el delincuente advirtió: “Prepárense, porque le vamos a dar duro allá en Monclova”.

Así como esta historia, decenas de casos similares se reportan en todo el estado, pero principalmente en las regiones Laguna y Sureste, donde las llamadas de extorsión alcanzaron una dimensión grave para convertirse en plagios, ya que los secuestrados permanecen con el temor de que las familias resulten afectadas, mientras son contactadas para decirles que sus seres queridos están en riesgo e incomunicados.

SÓLO SE NECESITA UNA LLAMADA

En entrevista, Óscar González Guardiola, director de Política Criminal de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), explicó que este nuevo método de extorsión inicia con la amenaza aleatoria a un usuario telefónico bajo el pretexto de un secuestro de algún familiar o intimidándolo con que irán por él a su hogar, con lo que le recomiendan que siga las instrucciones para llevarlo a moteles de paso, cines, parques, plazas públicas, hospitales e incluso hasta que tomen la carretera y se dirijan a otra ciudad cercana.

González agregó que luego de haber convencido al interlocutor de que está en riesgo y cuando se encargan de que esté en el sitio convenido, una red de cómplices se pone en contacto con la familia para pedirles un rescate que se deposita principalmente en sistemas de banca de tiendas departamentales y sitios de transferencias y giros monetarios.

“La recomendación siempre ante una extorsión de este tipo es que se conserve la calma. Un delincuente hace 40 llamadas al día y de esas les pegan cuatro o cinco con 500 pesos por cada uno lo convierten en un negocio lucrativo. Si contigo no funciona, él tiene otras 39 opciones para que funcione”, señaló.

El especialista comentó que a pesar de que las cantidades que piden los secuestradores son pequeñas y oscilan entre los 20 mil hasta los 100 mil pesos, la PGJE ha tenido reportes en los que los extorsionadores han llegado a exigir cifras superiores a los 200 mil pesos, principalmente en secuestros virtuales de empresarios o de sus familias.

Tras cobrar el depósito, los delincuentes contactan a los presuntos secuestrados y les dicen que ya pueden regresar a su domicilio. A veces el secuestro virtual dura algunas horas, en algunos casos hasta tres o cuatro días, dependiendo el tiempo en el que se formaliza la transacción financiera. González recomendó que cuando suceden este tipo de casos, lo mejor es no realizar ningún pago y tratar de localizar al secuestrado.

“Si eres víctima de esto, no lleves a cabo ningún pago, porque el dinero que depositas es imposible de recuperar. Los secuestradores y extorsionadores virtuales abren las cuentas con documentos falsos. ¿Cuándo se va a encontrar una orden de pago, por ejemplo, por Juan Pérez en los bancos de Elektra en el Estado de México? Resulta muy difícil detectar la transacción y por eso el dinero no regresa”.

DE MILES A DECENAS DE CASOS

El funcionario encargado de la atención a las familias que son víctimas del denominado “secuestro virtual” señaló que a pesar de que en 2008 el creciente sentímiento de inseguridad desbordó las extorsiones telefónicas hasta evolucionar en esta práctica que tuvo reportados cerca de mil 200 casos, actualmente los casos reportados son menos de 200 por año.

El especialista destacó que en 2012 se detectaron al menos 120 casos entre Torreón y la Región Sureste, que son las zonas en donde más se reporta este tipo de delitos, aunque también manifestó que esto forma parte de un ciclo que los criminales manejan, ya que las zonas de extorsión varían, como pasó en 2010 y 2011, con el incremento de secuestros virtuales y extorsiones telefónicas en la Región Centro y Norte.

“Tenemos este problema, más en la Región Sureste ahora, pero después puede irse a la Región Centro, o Norte, o Cinco Manantiales o a La Laguna. Principalmente se iban por gremio, primero los doctores, luego los empresarios, luego los comerciantes y así desfilaban; ahora lo hacen por regiones y las que permanecen siempre con más casos son Laguna y Sureste”.

González Guardiola aseguró que en 2007 y 2008 se reportaron cerca de mil 100 casos por año, mientras que para 2009 se redujo a 800, para después reducirse a 600 y actualmente, en 2013, aseguró llevar contabilizados entre 35 y 40 casos sólo en la Región Sureste, en lo que va de 2013.

“Ya no ha tenido tanto éxito porque ahora la gente están más preparada, aunque con el clima de inseguridad que se vive desde los últimos años pues la gente cae con más facilidad en este tipo de extorsiones y secuestros. Al final del año pasado nos pegaron mucho en región de Cinco Manantiales, Piedras Negras, Zaragoza y Acuña”.

El director de política criminal explicó que en casi un 100% de las ocasiones en las que se reporta un secuestro virtual se detecta que los presuntos plagiarios se encuentran principalmente en estados del centro y sur del país, y algunos otros en regiones del noreste, principalmente los que se encuentran reclusos en centros penitenciarios.

“Los que hacían esas llamadas casi siempre estaban en los penales y vendían el tiempo aire con sus familias en tianguis y en otros lugares de la Ciudad de México y Guadalajara. Ahorita tenemos en Coahuila muchas extorsiones de Tampico, Puebla, Jalisco, Reynosa, y sabemos que son principalmente de los penales”.

“En algunos centros se puso una grabación para saber que la llamada era de un penal, sin embargo, en otros sabemos que no hay controles de seguridad y los reos llegan a meter teléfonos celulares y así es como operan”.

A mediados de 2012, la estadística de denuncias de la Región Sureste se mantuvo por encima de las 87 denuncias, aunque González Guardiola destacó que dentro de las que se tienen denunciadas sólo el 8 o el 10% se consuma con la entrega del dinero por parte de los familiares de la víctima de secuestro virtual.

“¿Qué hemos hecho para contrarrestar este tipo de prácticas? Hemos capacitado y orientado a la población. Tenemos un convenio con hoteleros para que no reciban a menores de edad y que a sus huéspedes se les solicite una identificación al ingresar al hotel. Tenemos líneas de comunicación con ellos y en fin estamos en contacto permanente para detener este tipo de delitos”.

DOS CASOS PARA RECORDAR

González recordó entre los casos más intensos que la Dirección de Política Criminal haya resuelto el de una mujer que llegó desde Cadereyta hasta Saltillo como parte de un secuestro virtual, así como la historia de un hombre que perdió la vida al verse afectado por el pánico de las amenazas de sus captores.

“A mí en lo personal me impactaron dos historias: una señora originaria de Cadereyta fue secuestrada virtualmente el sábado por la noche y su liberación se dio acá en Saltillo hasta el miércoles por la tarde. Prácticamente hicieron lo que quisieron con ella, la obligaron a striptease en la web-cam para seguir extorsionándola después, y eso pasa también porque la gente se sugestiona y cree que realmente está siendo secuestrada”.

“La otra historia fue hace como dos años aquí en Saltillo y esa terminó con la muerte de la víctima del secuestro virtual. Un señor fue a parar como parte del secuestro al Hotel Saade y al tratar de escapar en su desesperación cayó del balcón del tercero o cuarto piso y murió. A él le dicen que lo van a matar y cuando tocan la puerta del cuarto trata de escapar brincando de una cornisa a otra y ahí ocurrió la caída”.

¿SECUESTRADORES O EXTORSIONADORES?

El director de Política Criminal señaló que a pesar de que este tipo de extorsiones o secuestros virtuales ha ido a la baja en los últimos años, permanece como una forma fácil y rápida de los criminales para hacerse de dinero sin tener que incurrir en ninguna práctica violenta o que los ponga en riesgo.

“¿Qué es lo que pasa aquí en Coahuila? El crimen organizado ha dejado muchas células sueltas de sus organizaciones, lo que nos incrementan los asaltos con violencia, la extorsión telefónica, asaltos a tiendas de conveniencia o bancos porque esas personas necesitan sacar ganancias y por eso recaen en las extorsiones”.

El también titular del programa de prevención a extorsiones telefónicas, que en su programa de capacitación ha atendido a 20 mil personas, aseguró que la evolución de los engaños se desencadenó luego de que la gente dejara de caer en los trucos convencionales de los estafadores, quienes lograban defraudar a sus víctimas con la ilusión de que habían ganado algún sorteo.

“Si recordamos, la extorsión telefónica comenzó de otra forma. Primero te decían que habías ganado un premio en efectivo y un automóvil y tenías que enviar los folios de tarjetas telefónicas para recargas de tiempo aire para validar el premio que no existía. Hubo gente que caía y la gente peca de ingenua porque no han participado ni siquiera en algún sorteo. Ahí es donde interviene verdaderamente el sentido común”.

Otro de los métodos de extorsión que González comentó fue el de, cómo decían que había un accidente y que uno de los familiares del interlocutor necesitaba atención médica, y se tenía que mandar dinero para hospitalizarlo, así como el caso de que había sido detenido en la frontera por transportar fayuca y que se necesitaba de dinero para dejarlo ir. Con los ejemplos el experto reflejó la manera en la que el método se fue refinando, hasta caer en la fabricación de un secuestro al incomunicar a una persona.

“El argumento fue variando hasta que alcanzó una forma violenta. Después decían que eran grupos del crimen organizado que tenían tu casa rodeada porque de tu casa los habían denunciado. Luego hablaban con la voz de un niño de que estaba secuestrado y te gritaba ‘Papá’ o ‘Tío’ y la gente iba a los bancos a depositar el supuesto rescate por la preocupación y el pánico”.

El funcionario explicó que los extorsionadores o secuestradores virtuales operan de tres formas al menos descubiertas en la actualidad: el secuestro virtual, la clonación de números telefónicos para simular el secuestro e incluso la publicación de anuncios clasificados en los que aseguran dar algo regalado o a buen precio y se cobra un deposito o dinero para el envío.

“Te inventan una historia para aprovecharse y si te la crees es el momento con el que ellos logran la extorsión. Así como nosotros estamos haciendo nuestra chamba, los delincuentes también trabajan e investigan quién puede ser la mejor de sus víctimas”.

RED DE ENGAÑOS

González Guardiola explicó que mediante un programa de computadora que admite la programación del Identificador de las llamadas, los delincuentes pueden programar teléfonos para que se oculte el número del cual hablan, así como cambiar el número cuando se registre en el identificador de llamadas de su víctima.

Además, otros de los recursos que está siendo utilizado por los criminales tiene que ver con los servicios de telefonía digital o llamadas de dispositivos smartphone, que aparecen principalmente entre las víctimas jóvenes, uno de los estratos sociales más propensos al secuestro virtual.

“Otros de los recursos que utilizan también de los celulares son las llamadas virtuales que se pueden hacer con aplicaciones y teléfonos conectados a internet, con los que también es difícil registrar o determinar quién es o no un contacto seguro, si es conocido o cuál es su ubicación”.

Por esta razón, aseguró que la tecnología es un factor que contribuye al desarrollo comunicativo y al mismo tiempo lo hace peligrar, dependiendo de la aplicación que se le dé a este tipo de herramientas, ya que la revolución tecnológica ha proporcionado mejores instrumentos para que los secuestradores virtuales tengan la manera de investigar y entrar en contacto con sus víctimas.

“No es complicado obtener información para convencer a una persona en una estafa, porque estamos acostumbrados a dar mucha información que no siempre se requiere y nos pone en riesgo. Hay gente que en las redes sociales pone hasta qué va a comer y por eso es que los extorsionadores logran investigar a su víctima y su familia de una manera fácil”.

El experto ejemplificó que con el uso de los directorios telefónicos se puede obtener la dirección y el teléfono de una persona, mientras que con Google Maps se puede obtener su dirección y con aplicaciones de redes como Facebook y Twitter se pueden obtener datos personales de la víctima, esto sin despegarse de una computadora.

“Creo que aquí lo importante es alertar sobre las medidas seguridad que tenemos en nuestras cuentas, ya que nosotros no estamos en contra de estas muestras de la tecnología, sino que tratamos de concientizar a la población de que es necesario que se dé un uso responsable, para vigilar las redes sociales y la información que ponemos ahí”.

PREVENCIÓN PARA LA PROTECCIÓN

El experto aseguró que entre las recomendaciones que se hacen a las familias con referencia a este tipo de engaños y extorsiones se destaca siempre la protección de datos y de información personal en teléfonos, dispositivos móviles y principalmente en las redes sociales, ya que éstas son las principales herramientas que los criminales utilizan para conocer a sus víctimas.

“Nos interesa que la gente sepa cómo debe actuar y prevenirse, qué información es importante y cómo deben contestar los niños el teléfono. Si la gente no sabe cómo contestar sin dar datos o información, en ocasiones (se los) está proporcionando a personas que tienen una mala intención y esto hace que peligren. Si caen en una ocasión y pagan, esto no evitará que traten de estafarlos una vez más”.

González apuntó que dentro de las capacitaciones que imparten ahondan especialmente en el tema de cómo los niños contestan el teléfono, ya que en ocasiones los pequeños no saben controlar cuánta información proporcionan; también se trabaja este mismo aspecto con adultos mayores, ya que son el otro estrato social más afectado por las extorsiones, al no conocer las aplicaciones tecnológicas.

“En ese sentido es lo que vemos con los hijos, para que no den datos de sus padres. Hay que ser reservados de la información que se proporciona, tener información detallada de la agenda de contactos de los hijos y de la pareja para que no se desconfíe de las llamadas”.

Por último, el especialista recomendó que en caso de que una persona sea víctima de este tipo de extorsiones, siga las recomendaciones y se ponga en contacto con los servicios de emergencia, trate de seguir el rastro de su familia, estableciendo contacto con ellos y así evitar cualquier tipo de situación más grave.

“Yo mismo he recibido llamadas de este tipo y he tomado precauciones. Lo más importante en este tipo de situaciones es utilizar el sentido común para salvaguardar la integridad física, psicológica y emocional de tu familia y al mismo tiempo evitar un daño patrimonial”, finalizó.

(Con información de Infonor)
(ZOCALO/ Infonor/ 01/04/2013 - 07:00 AM)

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