miércoles, 5 de diciembre de 2012

EL ESCÁNDALO DE "LA NIÑA VERDE"

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La PGJE investiga denuncia contra profesor del colegio de Carla González Martínez

Madre de familia señaló a Carlo Romero Peña, maestro de educación física, por haber molestado a su hija, en el Colegio Mission, propiedad de la hija menor del fundador del PVEM. A cambio fue amenazada de perder la beca de la menor si hacía el caso público. Finalmente el caso fue denunciado a las autoridades. Otros padres de familia también señalan el acoso del profesor

San José del Cabo, Baja California Sur. El 18 de septiembre Carla González Martínez, la hija menor del fundador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge González Torres, supo en voz de una madre que “el profesor de educación física había encerrado en un almacén del colegio de su propiedad a su pequeña hija de escasos 8 años y estuvo a punto de violarla”.

La madre relató que el maestro primero comenzó a platicar y jugar con la estudiante, y aprovechándose de la amistad, la invitó a pasar a la bodega de la escuela, donde guardan el material deportivo, y ya en el interior, cerró la puerta y comenzó a acariciarla.

Los roces del acusado, de nombre Carlo Romero Peña, subieron de tono a tal grado que bajó sus prendas íntimas y comenzó a tocar a la niña hasta que se asustó y quiso llorar. El profesor entonces la soltó y la dejó salir del lugar, con la promesa de no decir una sola palabra.

La madre de la niña es empleada y encargada de la tienda del colegio denominado “Mission”, y cuando sucedieron los hechos, no se dio por enterada, ya que estaba ocupada haciendo el corte de caja de las ventas del día, mientras su hija jugaba supuestamente en el patio del colegio.

Sin embargo, la afectada relató a su madre lo sucedido, una semana después, cuando oponía resistencia a la clase del profesor. Fue entonces que decidió exponer el caso a la directora del colegio.

Lo primero con lo que se topó esta señora fue el silencio de Carla González Martínez, quien “no quería un escándalo que involucrada a su plantel educativo”.

El caso no transcendió por el momento, porque sobre la madre pesaba la advertencia de que perdería la “beca de su hija”, en caso de que algo trascendiera fuera del colegio.

Pero la madre de familia no pudo más. El abuso fue expuesto y desató un escándalo que llegó a oídos de la mayoría de los padres de familia del plantel, maestros y personal administrativo, quienes preocupados, sostuvieron una reunión con carácter de urgente para hablar sobre el caso de la niña victimada.

Después de trascender el caso, la hija del fundador del PVEM todavía tuvo una par de semanas laborando al profesor señalado dentro del plantel, hasta que los padres de familia solicitaron su remoción y fue interpuesta una denuncia penal en contra de Carlo Romero Peña por atentado al pudor, la cual quedó registrada bajo el número de averiguación previa SJC/335/SEX/2012.

El profesor fue despedido del colegio, donde también laboran su esposa y un hijo.

A raíz de la denuncia penal en contra del maestro conocido como “Beto”, otras dos niñas –una de 9 y otra de 10— hablaron de los abusos físicos constantes del profesor en sus partes íntimas, así como caricias en sus piernas e incluso nalgadas y “besitos de piquito”, lo cual quedó plenamente asentado en las averiguaciones previas SJC/341/SEX/2012 y SJC/342/SEX/2012.

Durante una entrevista con ZETA, el Procurador Gamill Arreola Leal, adelantó que “el caso de las tres niñas que fueron agredidas en el Colegio Mission ya es investigado; actualmente se están recabado pruebas, declaraciones testimoniales de las víctimas y sus padres y se elaboran estudios periciales para sustentar las acusaciones en contra del presunto responsable”.

La postura
Sobre este nuevo escándalo de un integrante de la Familia Verde, Carla González Martínez declinó ofrecer una explicación oficial.

La directora del “Colegio Mission” no estaba cuando fueron solicitadas un par de entrevistas. Únicamente respondió Susana Hijar, la directora de Relaciones Públicas del colegio, escoltada por una maestra y un profesor, y quien en un tono amenazante, pidió el retiro del fotógrafo de ZETA, y de un camarógrafo de televisión “ya que están en una propiedad privada”.

La empleada de la escuela dijo que “era una situación bastante incómoda de que se estuvieran tomando fotografías de las instalaciones del colegio”, sobre todo porque “en ese momento estaban llegando los padres de familia a recoger a sus hijos y se estaban dando cuenta de lo sucedido”.

La trabajadora de “La Niña Verde” estaba a la defensiva, cuando se percató de la presencia del Semanario y de un par de reporteros de televisión nacional e internacional: “Están inventando muchas cosas, y es muy incómodo para nosotros, además si inventan cosas, se pueden meter en problemas”, amagó.

—Lo único que estamos solicitando es una entrevista formal con la directora para que responda unas preguntas.

“Pero la persona que ocasionó esto en el momento en que se descubrió esto salió del colegio y él ya no esta aquí”.

—Precisamente por eso estamos aquí. Eso es lo que queremos que nos explique. ¿Qué pasó con el profesor? ¿Lo denunciaron? ¿Lo corrieron? ¿En qué va a desencadenar todo esto?

“Ya se lo estoy diciendo, tómelo como oficial”.

— ¿Usted nos da la entrevista?

“No, le estoy diciendo lo que sucedió, nada más”.

El alegato duró más de media hora hasta que finalmente los reporteros de este Semanario se fueron del lugar.

Posteriormente, en un correo electrónico, un directivo del colegio hizo llegar su postura oficial sobre los hechos, explicando que el profesor fue dado de baja de manera inmediata, después de que una madre de familia se quejó de que “había dado una nalgada a su hija”, lo que fue calificado como grave, deplorable e intolerable.

El documento explica que el profesor de educación física fue requerido por la dirección de la escuela, quien se justificó con que “la nalgada fue sin malicia”, explicación que resultó insuficiente e inaceptable por “haber vulnerado los derechos del infante y los principios de respeto.

“En base a lo anterior, se procedió inmediatamente a separarlo de su cargo, y se levantó una acta administrativa, y se abrió una investigación interna que arrojó indicios de que no solo se trató de una nalgada a una alumna, sino que al parecer hubo más niñas involucradas, con otro tipo de conductas más graves sin que hasta el momento existan indicios de alguna violación o actos equiparables”, expuso.
 
El colegio reconoció que la conducta del maestro puede constituir un delito de conformidad con el Código Penal del Estado, por lo que invitó a los padres que se sintieran agraviados a interponer la denuncia correspondiente, en cuya investigación, participaría la escuela.

En el escrito, el directivo del colegio –quien solicitó no publicar su nombre— dijo que se reunieron con funcionarios de la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, a efecto de enterarlos oficialmente de lo sucedido y coadyuvar en las investigaciones. Por lo pronto la menor y la madre trabajadora de la escuela, están recibiendo terapias psicológicas para que superen el problema.

Padres indignados
El caso del colegio de la hija del fundador del PVEM, Carla González Martínez, ya rebasó el plano nacional. Fue expuesto en el programa Al Rojo Vivo de la cadena internacional Telemundo, después de que los medios locales les cerraron las puertas a los padres de familia y se negaron a publicar el caso.

Los padres llamaron a ZETA, y dijeron estar “verdaderamente molestos porque el colegio únicamente había corrido al profesor, en vez de proceder penalmente en su contra por el abuso a las niñas”.
El caso cobra relevancia porque se trata de hijos de empresarios y extranjeros, quienes pagan colegiaturas de 7 mil pesos mensuales, y a cambio “sus hijos quedan en manos de pervertidos, como el profesor Carlo Romero Peña”.

El padre de una de las infantas, de origen estadounidense, consideró que la responsabilidad de lo que sucedió a su hija, recae directamente sobre los dueños del colegio, porque “cuando yo dejo a mi niña en la puerta de la escuela, tienen  la obligación de educarla y cuidarla mientras regreso por ella. Cuando yo la recojo, entonces, es responsabilidad mía”.

Desde su punto de vista, la investigación sobre el caso “va muy lenta”, porque si esto hubiera sucedido en Estados Unidos –expuso–, el presunto responsable primero hubiera sido entregado por el propio colegio a la justicia, y, segundo, ya estuviera sujeto a un proceso penal.

Sin embargo, dijo que en México, todo es al revés. “Primero denuncian, luego investigan y hasta el final detienen al culpable, con el riesgo de que pueda evadir la acción de la justicia o huya del estado”.

Otro de los padres, lamentó que el colegio de “La Niña Verde” no revise el perfil psicológico de los profesores que tienen trato directo con los niños, porque aun cuando el maestro, tenía más de ocho años en la escuela, algunas de las infantes ya habían comentado que el profesor siempre les daba besos “de piquito” en la boca.

“Mi hija dice que siempre andaba de buen humor, y se ponía a vacilar con ellas, y les pedía que le dieran un beso en el cachete, y cuando lo hacían, volteaba la cara y se los daba en la boca, y soltaba la risa, y como todos los niños son inocentes, se les hacía una gracia eso, pero detrás de este comportamiento hay evidentemente una persona enferma”, expuso.

El padre de familia comentó que hasta ahorita el comportamiento de su hija, es retraído y como ausente, lo que definitivamente le está preocupando, tomando en cuenta que era una infante sonriente y muy platicadora.

— ¿Cree que  tenga secuelas?
“Pues, la verdad, ahorita es muy temprano para poder emitir un pronóstico, hablé con un psicólogo, y me expuso que si hubo algún daño psicológico, ése se habrá de manifestar, cuando la niña crezca, y comience a conocer jovencitos, con quien pueda entablar una relación emocional. Ahorita no se nota mucho, pero sí la veo retraída”.

A raíz del escándalo, el “Colegio Mission” retiró de su portal de internet todas las fotografías y nombres de sus profesores y hasta los datos de la directora, Carla González Martínez.

Actualmente, y al cierre de esta edición, ZETA corroboró que el presunto responsable trabaja en un centro deportivo conocido como “La Huerta” en San José del Cabo, donde todos los días, tiene contacto con menores.

El presunto responsable

Nombre: Carlo Romero Peña

Edad: 55 años

Originario: México, D. F.

Tiempo en el colegio: 8 años

Materia: Educación Física

Denuncias en su contra: SJC/335/SEX/2012 — SJC/341/SEX/2012 — SJC/342/SEX/2012

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