martes, 15 de abril de 2014

DENUNCIA ARTÍCULO 19 "INTIMIDACIONES" CONTRA DENISE DRESSER POR TEXTO SOBRE BELTRONES

La periodista Denise Dresser. Foto: Víctor Hugo Rojas
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La organización Artículo 19 denunció que la periodista Denise Dresser ha sido intimidada después de publicar una columna en que recuerda información difundida sobre presuntos lazos con el narcotráfico del actual líder de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones.

En un documento titulado “ALERTA: Denise Dresser intimidada por escribir libremente”, Artículo 19 detalla que el coordinador de comunicación social de los legisladores priistas, Jesús Anaya “emprendió una campaña de desinformación y de desprestigio” contra la colaboradora del semanario Proceso, el diario Reforma y el programa MVS Noticias que conduce Carmen Aristegui.

Ante los hechos, Artículo 19 hace un llamado para que el Estado Mexicano, de acuerdo con sus responsabilidades internacionales en materia de derechos humanos, emprenda todas las acciones necesarias para garantizar la seguridad e integridad de Denise Dresser.

Igualmente, convoca al Mecanismo de Protección a personas Defensoras de los Derechos Humanos, “para que de manera inmediata otorgue medidas urgentes encaminadas a salvaguardar la integridad personal y su labor informativa” y anuncia que “asumirá la representación de Denise Dresser” ante el Mecanismo antes citado.

A continuación se publica de manera íntegra la “Alerta” difundida por esa organización social.

“En días pasados la politóloga y columnista Denise Dresser, fue intimidada por escribir una columna titulada “Cloaca abierta”, publicada el pasado 31 de marzo en la sección de Opinión del periódico Reforma. En la columna, Dresser citaba una investigación publicada por The New York Times, cuyos autores, Craig Pyes y Sam Dillon, obtuvieron el premio Pulitzer por revelar información de inteligencia donde Manlio Fabio Beltrones (hoy diputado y coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados) habría brindado protección a narcotraficantes en Sonora cuando fue gobernador de ese Estado. En su columna, Dresser también hacía mención a fuentes periodísticas según las cuales Beltrones aparecía vinculado con el cobro de “moches”, es decir, comisiones a legisladores por asignar partidas presupuestales, actividades que serían obviamente ilegales.

“Tras la publicación de su columna, el Coordinador de Comunicación Social del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Jesús Anaya, emprendió una campaña de desinformación y de desprestigio contra Dresser. Al ser entrevistada por ARTICULO 19, Dresser afirmó sentirse intimidada y además refirió que: “en una encuesta levantada por mí en redes sociales, a la cual contestaron más de 6,500 personas, el 87% de quienes leyeron la carta que me había sido enviada, respondieron que la finalidad era intimidarme para que no escriba más sobre el tema.”

“Anaya publicó en el diario Reforma una carta en donde acusó a Dresser de ser una “supuesta periodista” y “una analista sin escrúpulos.” Sin importar que Dresser se había apoyado en una investigación ganadora del Pulitzer, Anaya escribió que en realidad según otra investigación realizada por la PGR (la cual no difundió ni hizo pública), el contenido de la nota de The New York Times era “falso y calumnioso en exceso.” Anaya acusó a Dresser de escribir “con perversidad y dolo.”

Finalmente, Anaya apuntó que “el artículo (de Dresser) está elaborado sobre mentiras o versiones falsas, interesadas y sin sustento.” Anaya también sugería que el periodista Craig Pyes dejó de colaborar con el New York Times por haber difundido información falsa sobre Beltrones. Posteriormente, el periodista Ciro Gómez Leyva, durante un programa de radio, dijo al aire: “el New York Times se disculpó con Beltrones.” Así, el mensaje (falso) según el cual The New York Times se había retractado de su nota comenzó a circular.

“La carta de Anaya concluyó exigiendo a Dresser “a proceder a una disculpa pública, para lo cual se requeriría que usted tuviera ética periodística.” En este sentido, en el 2010 el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas reiteró a México la necesidad de eliminar los delitos contra el honor y de forma coincidente en el 2011 las Relatorías sobre Libertad de Expresión de la ONU y la OEA recomendaron al Estado mexicano a despenalizar los delitos de calumnia, difamación e injurias.

“Anaya difundió tres falsedades: Primero, según un correo electrónico recabado por el bloguero Julio Roa, The New York Times jamás se disculpó con Beltrones. Segundo, Craig Pyes no dejó de colaborar con The New York Times a raíz de la nota sobre Beltrones. De hecho, los autores de la nota ganaron el máximo galardón periodístico en su país por haber hecho esa investigación, el premio Pulitzer. Y años después, Pyes ganó un segundo Pulitzer por otra investigación periodística. Tercero, que a Dresser se le había enviado la averiguación previa de la PGR, la cual exoneraba a Beltrones de los cargos imputados, investigación que ella nunca recibió ni se ha hecho pública.

“Además de la carta enviada al diario Reforma por el Coordinador de Comunicación Social del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, en las redes sociales ha circulado una encuesta con acusaciones personales al trabajo profesional de Denise Dresser. Para ARTICULO 19 lo que resulta preocupante es que estos mensajes muestran que se ha obtenido información personal y estrictamente privada de la columnista, emanada de su juicio de divorcio, con el fin de intimidar su labor. Dado que esa información no puede ser solicitada más que por los interesados y con intervención de un juez, se presume que existe un delito o el posible uso político de esa información.

“Es necesario precisar que las informaciones y opiniones respecto al Estado y sus instituciones gozan de mayor protección constitucional y convencional, por lo que las entidades y funcionarios públicos, en este caso el Coordinador de los diputados del Grupo Parlamentario del PRI, tienen un deber de soportar con mayor intensidad las críticas en razón de la naturaleza pública de sus funciones. En este sentido, el Estado debe abstenerse con mayor rigor de imponer limitaciones a este tipo de expresiones e informaciones que son del interés general.

“ARTICULO 19 hace un llamado para que el Estado Mexicano, de acuerdo con sus responsabilidades internacionales en materia de derechos humanos, emprenda todas las acciones necesarias para garantizar la seguridad e integridad de Denise Dresser.

“De manera particular, ARTICULO 19 hace un llamado al Mecanismo de Protección a personas Defensoras de los Derechos Humanos, para que de manera inmediata otorgue medidas urgentes encaminadas a salvaguardar la integridad personal y su labor informativa. ARTICULO 19 asumirá la representación de Denise Dresser ante el Mecanismo, el día de hoy presentará la solicitud formal para que el caso sea atendido.”

ARTÍCULO INTEGRO DE DENISE DRESSER:


 CLOACA ABIERTA

"A mí no me gustan los chismes, ni los mochos, ni los chismosos. Es una cuestión que no tiene sustento". Así responde Manlio Fabio Beltrones a las acusaciones recientes en su contra. Así trata de escurrirse nuevamente un político al cual el tufo de una cloaca abierta lo persigue donde quiera que va. No hay novedad. 

Ayer fue acusado de vínculos con el narcotráfico; hoy es acusado de participar en los "moches" que salpican a su partido. Ayer fue señalado por The New York Times, hoy es señalado por ofrecer la asignación de 160 millones de pesos del presupuesto público al alcalde de Celaya para la pavimentación del municipio a cambio de un "moche". 

Allí están, otra vez, los cargos en su contra, las preguntas sin respuesta, las averiguaciones que van a ningún lado. Manlio Fabio Beltrones sigue políticamente vivo a pesar de todo.

Demostrando con ello que México permite la supervivencia de los íconos de la impunidad. Subrayando con ello que el PRI avala la longevidad política de los personajes más cuestionables. Y por ello el gobierno se vuelve el refugio de tantos sinvergüenzas con la complicidad de quienes deberían escudriñarlos pero no lo hacen. Las televisoras silenciosas. Los medios miedosos. Los periodistas que tendrían que hacer las preguntas difíciles pero optan por las respuestas fáciles. Todos avalando, todos minimizando, todos cerrando los ojos porque saben que los beneficios de la cloaca son compartidos. Porque entienden que en el país la corrupción es válida si muchos participan en ella. Porque ante los corruptos no hay condena política o investigación judicial o castigo social si demuestran ser "competentes".

Como en el caso emblemático de Beltrones, Coordinador Parlamentario del PRI en la cámara de diputados, frente a cuya trayectoria truculenta no ha habido ni un sólo deslinde por parte de su partido. Ni una sola expresión de disgusto. Ni una sola condena a su conducta o un solo esfuerzo por distanciarse de ella. Al contrario: el PRI  lo protege, lo ensalza, lo coloca en posiciones de liderazgo vez tras vez. Con lo que revela a un partido que -a pesar de las reformas presumidas- todavía está dispuesto a cerrar la tapa de la cloaca en lugar de limpiarla. Está dispuesto a ignorar la realidad de un asunto que nunca fue aireado o resuelto de manera satisfactoria. Lo que en 1997 los reporteros de The New York Times, Sam Dillon y Craig Pyes, publicaron que les ganó el premio Pulitzer. Lo que fue detallado en la nota titulada "vínculos con el narco manchan a dos gobernadores mexicanos". Lo que Craig Pyes reitera ahora en una entrevista con el periodista julio roa de en la politika: que su reportaje "no se basó nada más en un reporte de inteligencia, sino en más de 20 alegaciones de la DEA y otros archivos gubernamentales".

Y después de cuatro meses de investigación minuciosa, los resultados: Beltrones responsable de proteger al narcotráfico en el estado que gobernó y de aceptar pagos de capos a cambio de protección para sus actividades; Beltrones incluido en una lista de 17 funcionarios sospechosos de corrupción, que el gobierno estadounidense entregó a Ernesto Zedillo, poco después de su llegada a los Pinos; Beltrones al centro de un debate en el Buró internacional de Narcóticos del Departamento de Estado sobre el imperativo de revocar su visa para entrar a Estados Unidos; Beltrones protegido por el entonces embajador estadounidense James Jones, el mismo que exaltó la integridad empresarial de Ricardo Salinas Pliego y formó parte del Consejo de Administración de Grupo Azteca, al cual tuvo que renunciar después del escándalo CODISCO-UNEFON.

A pesar de todo ello, el sonorense sigue pavoneándose en la política porque nunca hubo una investigación seria en México para desmentir o validar las acusaciones hechas. Ni ayer ni hoy. Y eso se debe a que en nuestro país la acusación penal no es autónoma. El procurador es nombrado por el presidente y puede ser despedido por él. El sueldo del Procurador puede subir o bajar dependiendo del humor del ejecutivo, al cual sirve. 

En contraste, en países con democracias funcionales, la autonomía e imparcialidad de la investigación penal es protegida por procuradores nombrados de forma colegiada, que sólo pueden ser despedidos de forma colegiada, como demuestra un estudio por Azul Aguiar publicado en The Mexican Law Review. Hasta que eso no ocurra en México -y Peña Nieto se opone- continuará habiendo casos que nunca son investigados a fondo. Continuarán sobreviviendo políticos con acusaciones de corrupción. Y cloacas abiertas que todavía huelen mal.


31 DE MARZO DE 2014 • 07:32 
(PROCESO/ REDACCIÓN/ 15 DE ABRIL 2014)
 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario