México, D. F. - Religiosos activistas por los migrantes han tenido que negociar con miembros del crimen organizado para rescatar a personas en el desierto de Sonora, reconoció el padre Alejandro Solalinde.
Aclaró que nunca implicó nada ilegal y que él preferiría no hacerlo,
pero que es necesario para el padre Prisciliano, quien vive en Sonora.
Contó que en 2010 fueron 150 representantes de Pastoral de la
Movilidad Humana y tuvieron que pagar para que los transportaran en unas
camionetas “de esas que parecen de político”.
“¿Ustedes creen que podíamos ir así sin el permiso de ellos? Para
nada, tuvieron que negociar, Prisci fue nuestro representante para pedir
permiso. Tuvimos que pedir permiso para cruzar diferentes territorios
de diferentes cárteles”, afirmó.
“Y pasamos por el Ejército, eh. Ahí pasamos por retenes del Ejército y como de adorno”, reiteró el activista.
Alejandro Solalinde reveló que ha recibido una nueva amenaza por su
labor a favor de los migrantes y que esta vez fue alguien que un cártel
infiltro en su albergue Hermanos en el Camino, ya que él tiene una
agenda impredecible.
“Creo que no han encontrado la forma (de hacerle daño) y ellos pensaron que a lo mejor desde dentro era más fácil”, comentó.
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