MORELIA, Mich.,.- La izquierda radical de
Michoacán lanza una nueva y compleja visión del movimiento de autodefensa al
que caracteriza como una “nueva forma de paramilitarismo institucionalizado” en
un amplio comunicado que distribuyó la madrugada de este sábado entre diversos
medios de la prensa estatal.
Además de esta
novedosa caracterización de las controvertidas milicias michoacanas, destaca el
hecho de que el comunicado está firmado y distribuido “desde algún lugar del
estado de Michoacán de Ocampo”, lo que implica la irrupción de un movimiento
guerrillero activo en la entidad.
Firmado por la
autodenominada “Comandancia de Zona del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y
por el Comité Estatal del Partido Democrático Popular Revolucionario, el amplio
comunicado dice que las autodefensas “desde un inicio estuvieron organizados y
estructurados desde la lógica paramilitar contrainsurgente, siempre han rendido
parte en los distintos cuarteles dependientes de la XXI y XLIII zona militar
con sede en Morelia y Apatzingán, respectivamente”.
En su documento, que
dirige al pueblo de Michoacán, el EPR denuncia que las autodefensas “han estado
haciendo ‘el trabajo de limpieza’ social al Estado” y acusa al gobierno de
integrar “un ejército de mercenarios nutrido por ex policías de todos los
niveles, ex militares desmovilizados exprofeso, militares y policías federales
en activo, de sujetos desclasados que lo único que los motiva es el interés
monetario con que los incentivan”.
A continuación, el
comunicado:
Al
pueblo de Michoacán:
Al pueblo de
México:
A los pueblos del mundo:
A los medios de comunicación nacionales e
internacionales:
A los organismos no gubernamentales defensores de los
derechos humanos:
A las organizaciones políticas, populares y
revolucionarias: Al proletariado agrícola michoacano:
A los comunistas del mundo:
¡Hermanos, hermanas,
camaradas! A prácticamente un año del surgimiento de las llamadas guardias u
autodefensas comunitarias, ha quedado demostrado el verdadero carácter y
esencia de estos grupos, once meses y días han bastado para que se quitaran el
ropaje popular con el que se cubrían su piel de cancerberos del capital.
Hoy a la luz de los
acontecimientos y del análisis de la realidad objetiva se hace evidente la
patente y hechura con que están lacrados estos grupos paramilitares. La firma
del acuerdo entre grupos de “autodefensa”, gobiernos estatal y federal el día
lunes 27 de enero, significa en los hechos la confirmación y legalización de
los grupos paramilitares en Michoacán, es una “nueva” forma del paramilitarismo
institucionalizado en México, componente activo de la estrategia
contrainsurgente y de los planes de Guerra de Baja Intensidad (GBI); se
comprueba por enésima ocasión el carácter y esencia de estos grupos, quienes
desde un inicio estuvieron organizados y estructurados desde la lógica
paramilitar contrainsurgente, siempre han rendido parte en los distintos
cuarteles dependientes de la XXI y XLIII zona militar con sede en Morelia y
Apatzingán respectivamente.
Es la salida
“decorosa”, jurídica-legal que se le da al paramilitarismo como parte de la
estrategia del Estado policiaco-militar que garantiza la militarización a lo
largo y ancho del país, bajo este argumento y mascarada mediática se justifica
y pretende legitimar el terrorismo de Estado que priva en el país como parte de
la guerra contra el pueblo.
Todas las políticas
desplegadas bajo este argumento, ya sea en Michoacán o en otros estados de la
república, llevan el sello de ésta estrategia.
Es falso que su
origen se encuentre en el hartazgo social y en la necesidad de defender al
pueblo; es falso que sean una expresión genuina de manifestación popular; es
falso que hayan surgido de manera independiente del Estado; es falso que estén
“liberando” territorio michoacano en poder de la “delincuencia organizada”, es
falso que cuenten con apoyo popular, es falso que sean campesinos con fusiles
en las manos, es falso que sean trabajadores jornaleros de la región de tierra
caliente michoacana y guerrerense, es una vil mentira y parte del escenario
mediático que estén restituyendo las tierras quitadas por el narco a los
campesinos.
Los verdaderos
trabajadores, jornaleros, campesinos y obreros, son a los que han estado
asesinando y desapareciendo como parte de la limpieza social, Antúnez es un
ejemplo claro de ello, crímenes de lesa humanidad perpetrados por militares,
policías, marinos y autodefensas.
Resulta grotesco y
circense el supuesto avance del que han hecho alarde los guardias comunitarios,
en tanto que quienes sostienen la ofensiva y avasallamiento al pueblo son el
ejército, la policía federal y la marina.
Estos grupos paramilitares como comparsas del
aparato represivo sólo son la pantalla mediática para ocultar los crímenes de
Estado y de lesa humanidad que a diario se están cometiendo contra el pueblo
michoacano; estos grupos son los que se encargan de la limpieza social y la
coacción al pueblo so pena de asesinarlo a desaparecerlo para obligarlo a
asistir en masa a las supuestas liberaciones de cabeceras municipales en las
que han hecho alarde de tomar.
Estamos hablando de
la conformación y actuación de un ejército de mercenarios nutrido por ex
policías de todos los niveles, ex militares desmovilizados exprofeso, militares
y policías federales en activo, de sujetos desclasados que lo único que los
motiva es el interés monetario con que los incentivan.
Aunque se digan ser defensores del pueblo es
evidente que tienen origen en las propias estructuras policiacas y militares
del Estado, la operatividad, la técnica del manejo del arma y la impunidad con
que operan hablan por sí sólo de su origen y patente.
La tesis de que son
una expresión genuina del pueblo ha sido reforzada y propagada por los
monopolios de la comunicación que han hecho campaña mediática del
paramilitarismo bajo distintas caretas, y en su afán por seguir su oficio se
han encargado de dar cobertura, voz e imagen al fenómeno.
Se han indignado por
los crímenes cometidos por los famosos criminales, han dimensionado entre lo
ilegal y lo legítimo a los guardias o defensas comunitarios, se han vertido
opiniones, comentarios, análisis y toda una cobertura de frente de guerra.
Pero, ¿Qué hay de
los amenazados, intimidados, torturados, asesinados, desaparecidos y los
desplazados forzados que corren por cuenta de los autodefensas o guardias
comunitarios? Callan y omiten estos crímenes de lesa humanidad, nada dicen del
terror que se han encargado de sembrar en toda la región de tierra caliente y
costa michoacana, ni de los abusos que comenten a diario como parte de su
ideario paramilitar cometidos en retenes conjuntos entre militares, marinos y
autodefensas.
Nada se dice, mucho
menos se cuestiona la ilegal y fascista práctica de video grabar, fotografiar y
obligar en los retenes a dar dirección, identificación y toda información de
índole personal que pasa a ser parte de la base de datos con la cual se aplica
la limpieza social y se garantiza la impunidad de militares, marinos y guardias
comunitarios.
Porque para estos
“defensores del pueblo” a sus ojos todos son criminales y si no se copera con
ellos entonces se es contrario, “caballero templario” o gente de “ellos”.
Que nadie se
confunda, en Michoacán los llamados grupos de autodefensa o guardias
comunitarios, son paramilitares que obedecen a la lógica del paramilitarismo
ramplón del siglo XXI, promovido y patrocinado desde las entrañas del
imperialismo estadounidense en su estrategia contrainsurgente y agresión
permanente a los pueblos de América Latina y el mundo.
Lo que está aconteciendo
en la región de tierra caliente y la costa michoacana es parte de una ofensiva
policiaco-militar y paramilitar contra el pueblo michoacano que no ha cesado
desde que asumió la presidencia el ilegitimo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa,
continuada y profundizada con la actual junta administrativa.
Ciertamente existe
una guerra, pero esta está enfilada contra el pueblo en general, contra la
disidencia política y particularmente contra el movimiento popular
independiente que ha expresado su repudio a través de la protesta y acciones de
masas al conjunto de reformas neoliberales impuestas desde las cúpulas
oligárquicas y de politicastros, reformas draconianas acompañadas de una serie
de medidas policiaco-militares de corte fascista.
En esta guerra
contra el pueblo, en esta agresión permanente hacia el pueblo michoacano los
grupos paramilitares han estado haciendo “el trabajo de limpieza” social al
Estado, sirviendo de manera directa e indirecta a la oligarquía local, nacional
y transnacional en el proceso de acumulación originaria de capital que se opera
en estos momentos en territorio michoacano.
Estos llamados
comunitarios o autodefensas son igual de responsables que el ejército y la
policía federal en la ejecución de crímenes de lesa humanidad, ejecuciones
extrajudiciales, violaciones de derechos humanos y constitucionales de todo
tipo, detenciones-desapariciones, tortura, violación, asesinatos y masacres…
Guerra de Baja Intensidad y estrategia de contrainsurgencia es el verdadero
fondo en Michoacán, ni guardias comunitarios, ni grupos de autodefensa, ni
confrontación con la “delincuencia organizada” sólo terrorismo de Estado y
violencia desde y para el Estado.
En síntesis, es el
reflejo inequívoco e irrefutable de la función del Estado burgués mexicano con
su característica particular del Estado policiaco-militar servil a la burguesía
local, oligarcas e imperialistas.
Lo que
verdaderamente está en juego es la materia prima para la industria minera y
armamentística, y el lugar geoestratégico que representa el puerto de Lázaro
Cárdenas para la realización de la mercancía no sólo de origen nacional, sino
la mercancía en sí como forma manifiesta del capital monopolista internacional.
Existen múltiples concatenaciones entre el
caso de Michoacán y el resto del país desde el norte hasta el sur con los
acontecimientos internacionales que han “cimbrado al mundo”, el caso Siria,
Libia, Irak, el Medio oriente y Norte de África.
Estas
concatenaciones son la acumulación originaria del capital, la expansión y
dominio del capital monopolista transnacional sobre pequeños productores, lo
que implica concentración y acumulación de capital en la oligarquía
imperialista, secundados por burgueses nacionales, politicastros y caciques que
se ven amenazados por la crisis estructural del capitalismo. El sello
distintivo es la estrategia y táctica imperialista que se está aplicando a
nivel internacional con especificidades concretas de Michoacán.
Estamos ante un
fenómeno socioeconómico y político, sin embargo, existen responsables directos,
en específico los actuales personeros de la junta administrativa actual,
Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong, Fausto Vallejo Figueroa, Alfredo
Castillo Cervantes, Manlio Fabio Beltrones y la caterva de politicastros que
los aplaude y secundan, todos fervientes apologistas de la violencia y
terrorismo de Estado, fieles cancerberos de los intereses imperialistas.
Michoacanos,
mexicanos, como parte de la lucha de clases el enemigo ha enfocado y focalizado
sus fuerzas para defender y perpetuar sus intereses.
Dentro de este contexto al pueblo y sus
organizaciones, al conjunto de los oprimidos y explotados corresponde cerrar
filas en torno a las fuerzas revolucionarias, ¡Si se ha de derramar sangre que
no sea en vano y entre hermanos de clase!, que sea por el interés común que a
todos nos atañe en esta patria, que sea por la emancipación total de la
dictadura burguesa y del yugo del capital, que sea ¡por la revolución
socialista!
A todos aquellos
michoacanos que han sido arrastrados por la nebulosa confusión creada por el
binomio medios de comunicación-Estado, que azuzan a voluntades que desean ver a
su pueblo verdaderamente emancipado y a las fuerzas revolucionarias en acción y
confrontación directa contra el Estado, a todos ellos, los convocamos a abandonar
las filas del paramilitarismo, a enderezar sus fusiles contra el enemigo de
clase, a engrosar las filas de la revolución socialista.
Al conjunto de las
fuerzas progresistas y revolucionarias a mantenerse atentos sobre los
acontecimientos en Michoacán, a nuestros militantes, colaboradores y
simpatizantes a estar ¡alerta! en esta nueva escalada represiva y de terrorismo
de Estado, a tomar las medidas pertinentes que la realidad objetiva demanda
dentro del contexto de la guerra contra el pueblo, a seguir desarrollando las
formas tácticas y estratégicas de organización clandestina.
¡A cerrar
filas contra el terrorismo de estado!
¡A impulsar la verdadera autodefensa del
pueblo!
¡A seguir exigiendo la presentación con vida
de todos los detenidos-desaparecidos de ayer y hoy!
¡Por la revolución socialista! ¡Vencer o
morir!
¡Por nuestros
camaradas proletarios! ¡Resueltos a vencer! ¡Con la guerra popular!
¡El EPR
triunfara!
http://www.quadratin.com.mx/principal/Irrumpe-el-EPR-en-Michoacan-acusa-autodefensas/
( QUADRATÍN/ 10:25 Redacción/1 de febrero de 2014 )
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