Podría coleccionarse una joya de estas por mes. Son de las que
trascienden por voz propia, sin que nadie tenga que hurgar en ningún
lado ni provocar ningún estado de ánimo. Solito, sin que nadie se lo
preguntara, el gobernador Mario López Valdez dijo hace días que vendería
su Falcon 20 porque ponía en riesgo su vida y la de sus tripulantes… y
por ahorrar en estos tiempos de austeridad.
“Es un equipo viejo. El avión (en) que yo llegué era modelo 74, tenía
34 años, lo cambié por un modelo 86, sigue siendo (viejo), tiene 27
años de uso…
El avión fue adquirido en marzo de 2011 y el gobernador justificó la
compra argumentando que el otro ya había dado problemas, por lo que no
quería poner en riesgo su vida y la de sus acompañantes.
Se dijo y lo reconoció, que esa compra, de 1.8 millones de dólares,
no estaba contemplada en el presupuesto ni fue licitada. Le costó, 32
millones de pesos.
Lo que no se ha dicho hasta ahora, cuando el tema regresa a la
opinión pública, es que la compra tuvo un defecto adicional: el avión no
tiene garantías.
Se lo preguntamos a la empresa que lo vendió, la Western Wings
Corporation y nos dijo que así se estipuló en el contrato: no hay
garantía.
Desde el percance en el viaje de Denver a Sinaloa, la noche del 27 de
agosto de 2011, cuando la nave tuvo que hacer escala en Chihuahua
porque se andaban desplomando, Malova aseguró a reporteros que el
error fue que compraron un avión usado, y no uno nuevo, y que técnicos
de la empresa, por la garantía de la compra, revisarían el desperfecto.
Pues mintió. Ríodoce tuvo acceso al contrato y en él las
partes establecen que la empresa Western Wings Corporation, quien se
presenta en su página de Internet bajo el lema El sabor amargo de un avión con mantenimiento deficiente persiste mucho más tiempo que la dulzura de su precio, no se hace responsable de ninguna garantía.
Dice el contrato: “Hasta el momento el avión no tiene ningún
historial conocido de daños, por lo tanto se vende, en las condiciones y
el lugar donde se encuentra sin ninguna garantía expresada o implícita
sobre su valor comercial o condición, a menos que se especifique en este
documento; el vendedor no tendrá responsabilidad actual o consecuente
por daños incidentales o pérdidas en el uso o tiempo respecto a
cualquier defecto del aeronave”.
El contrato fue firmado el 22 de marzo de 2011 por el entonces
subsecretario de Administración y Finanzas, Arturo Duarte García (ahora
alcalde electo de Ahome), y Bill Woods como representante de la compañía
americana.
La ausencia de garantía fue confirmada por el propio Woods a la
reportera Cristina Zambrano en una breve conversación telefónica:
—¿Tiene garantía el avión Falcon 20F vendido al Gobierno de Sinaloa? —le cuestionó Ríodoce.
—El avión no tiene ninguna garantía, por lo que… no hay garantía.
—¿El equipo que vendieron tampoco tiene garantía?
—No hay garantía, tiene que hablar con el piloto, es necesario que
hable con Mauricio, el piloto del gobernador —dijo a través del teléfono
desde la ciudad de Roseburg, Oregon, Estados Unidos.
Bill Woods se refirió a Mauricio Camarena Delgado, quien estuvo al
frente de las negociaciones para la compra de la nave. El mismo que fue
acusado en marzo de 2011 de recibir sobornos de casi 50 mil dólares, por
darle preferencia a la empresa BizJet International para que realizara
todo tipo de servicios de mantenimiento y reparación para la flota aérea
de Sinaloa.
No fue todo, en medio de la polémica, la Auditoría Superior del
Estado no avaló esta compra, alegando que el avión sustituido se
encontraba en perfecto estado, sin evidencias de daño, cumpliendo con
los requisitos de aeronavegabilidad y seguridad, de acuerdo con un
perito en Mantenimiento de Aeronaves de Ala Fija.
Esta es la situación de una nave que nunca debió comprarse, menos en esas condiciones. Pero Malova
entre más habla más se enreda. Ahora dice: “Pues si no quieren que lo
venda pues no lo vendo”. Le han reclamado hasta que diga que lo quiere
vender porque no sirve y entonces, dice la gente, quién jodidos se lo va
a comprar.
Bola y cadena
¿EL GOBIERNO QUIERE AHORRAR? Es muy sencillo: limítense los gastos de
representación, redúzcanse las faunas de acompañamiento a los eventos,
vigílense las compras, porque el 20 por ciento de lo que se gasta en
adquisiciones, por lo menos, es la comisión del funcionario que palomea
los contratos; cómprese a precios reales, no inflados, como ocurre en el
Sector Salud. Y, sobre todo, aplíquese el dinero donde está planeado.
Ese avión, gobernador, no estaba presupuestado, ¿ya le se le olvidó?
Sentido contrario
APENAS PRESENTA SU PRIMER informe de labores legislativas la senadora
Diva Hadamira Gastélum Bajo, cuando alguien filtra el adeudo que
empresas purificadoras de su hija tienen con la Junta de Agua Potable de
Guasave: 165 mil 574 pesos registrados a nombre de Karen Aquim Romero
Gastélum, su hija. Para alguien que gana lo que la senadora, una
nimiedad. Para la Jumapag, un chingo de lana.
Humo negro
MUY SERIAS LAS AFIRMACIONES del ex agente de la DEA, Héctor Berrellez a la revista Proceso,
donde afirma que la CIA mandó matar al periodista Manuel Buendía. Si
esto es cierto, ningún periodista bien nacido debiera quedarse callado.
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