
Martín Alberto Mendoza
Automóvil que guiaba apareció relacionado con
asesinato de MPF en Guaymas
Ayer se cumplió una semana que Miguel Ángel
Alcántar Salas, de 23 años, desapareciera, desde que salió de su hogar ubicado
en el fraccionamiento Casa Blanca.
Al momento de su desaparición tripulaba un sedán
Volkswagen Jetta, color azul marino, modelo 1987 y con placas de circulación VZW
7478 del Estado de Sonora.
Estudiante del noveno semestre de la carrera de
Ingeniería Industrial, en una institución educativa de nivel superior, Alcántar
Salas salió de su hogar el martes 27 de marzo, a las 6:45 de la mañana.
Inicialmente llevó a su madre al Hospital del
Seguro Social, donde ella labora como enfermera y después se trasladó a un
hermano menor, de 13 años, a un centro educativo ubicado por la avenida Guerrero
y Otancahui.
Dijo a sus padres, que hasta las 11:30 de la
mañana tendría clases, pero antes acudiría a la biblioteca de la universidad
donde estudia para terminar unos de trabajos de investigación relacionados con
su formación académica.
Había confiado a sus progenitores que estaría en
clases hasta las cuatro y media de la tarde, y ya más tarde regresaría a su
hogar como habitualmente lo hacía.
Sin embargo, Miguel Ángel, un joven sano, sin
vicios, con novia y sin problemas de ninguna índole, no llegó la noche de ese
martes, ni el miércoles y tampoco el jueves.
El viernes por la tarde, sus afligidos padres
acudieron a las oficinas de DIARIO DEL YAQUI para hacer pública su denuncia en
torno a su extraña desaparición.
Pero ahí mismo surgió inusitada noticia: El carro
que tripulaba Miguel Ángel había sido asegurado por autoridades de la
Procuraduría General de la República, la mañana del miércoles 28 de marzo.
El hallazgo se hizo alrededor de las 11 de la
mañana en las instalaciones de Only-Sonora, recinto fiscal que está ubicado en
el kilómetro 165+100 al sur de Empalme.
Integrantes del Operativo Conjunto se encargaron
de la localización de vehículo marca Volkswagen, tipo sedán, línea Jetta, modelo
1987, con placas de circulación VZW-74-78 del Estado de Sonora.
En su interior se aseguraron cuatro armas de
grueso calibre AR-15, calibre.223, y por ello se le relacionó con hechos donde
la noche del lunes 26 de marzo fue asesinado el agente del Ministerio Público de
la Federación, Gerardo Ramírez Worner, así como los hermanos Ricardo y Alberto
Salcido Mendoza, en el exterior de las oficinas de la subsede de la PGR en
Guaymas.
A las pocas horas, los padres de Miguel Ángel
solicitaron la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y
cuarenta y ocho horas más tarde trascendió de manera extraoficial que el joven
no estaba en poder de ninguna corporación en Sonora.
Ni la Procuraduría General de Justicia del
Estado, ni la PGR, aceptaron tenerlo a disposición de algún Ministerio Público
de la Federación o del Fuero Común.
TRASLADAN CADÁVERES
Al anochecer de ayer fueron
traídos a esta ciudad al departamento de Medicina Forense los cadáveres de dos
hombres que cerca del mediodía de este martes fueron encontrados en un paraje
situado a la altura del kilómetro 146+400 de la carretera Internacional, tramo
Guaymas-Hermosillo.
Los cuerpos que estaban en avanzado estado de
descomposición presentaron numerosos impactos de bala.
Anoche mismo trascendió extraoficialmente que en
vida respondieron a los nombres de Jairo Damián Salcido Valenzuela y Francisco
Peraza Salcido, “El Patón”.
Presuntamente se trata de las dos personas que
fueron privadas de su libertad en las afueras de la subsede de la PGR de
Guaymas, por el mismo comando que momentos antes cometió el crimen del fiscal de
la Federación, Ramírez Worner.
Familiares del joven desaparecido acudieron
anoche a las instalaciones del Centro Integral de Procuración de Justicia de
esta ciudad en su desesperado afán por conocer la identidad de los ahora
occisos, ya que continuaban sin saber nada de él, tras su misteriosa
desaparición.
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