En porciones grandes para los dos cárteles que disputan el control de
Sinaloa, trozos en la remontada sierra para las gavillas, raciones no
menos importantes para secuestradores y asaltantes de bancos, el caso es
que Sinaloa es una especie de pastel criminal ya repartido. En tanto,
el Mando Único de las policías tiene una evaluación distinta: dice que
ha recuperado zonas que estaban en poder de bandas delictivas y que
tácticamente le saca ventaja a las células de maleantes.
“Elllos (los delincuentes) son una bola de drogadictos que les dan
armas y drogas para vivir fuera de la ley y querer amedrentar a la
policía; nosotros (los policías) estamos entrenados y capacitados para
combatirlos. Les vamos a ganar”, dice Jesús Antonio Aguilar íñiguez, al
frente del mando policial homologado.
A su vez, el número de víctimas y de hechos delictuosos habla con
lenguaje cruel e irrefutable. Con 4 mil 107 homicidios dolosos, 87
secuestros denunciados y 245 robos bancarios de enero de 2011 a julio de
2013, el discurso oficial de la pacificación de Sinaloa se torna poco
sustentado porque las mismas estadísticas gubernamentales lo derrumban.
El territorio sinaloense sigue siendo considerado como peligroso e
ingobernable. Países como Estados Unidos y España sostienen la
advertencia a sus ciudadanos para que tengan precaución al visitar el
estado, al tiempo que los indicadores del Instituto Ciudadano de
Estudios sobre la Seguridad y la Encuesta Nacional de Victimización y
Percepción sobre Seguridad Pública etiquetan a la entidad dentro de las
cinco más inseguras del país.
Inclusive Culiacán figura entre las 50 ciudades más violentas del
mundo, de acuerdo al ranking dado a conocer por el Consejo Ciudadano
para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, basado en un estudio que
abarcó a 189 países.
También la Procuraduría general de la República, en el mapeo del
crimen organizado en México, marca a Sinaloa en rojo. En el reporte de
julio de 2013 insiste en que junto con Michoacán, Chihuahua y Guerrero,
es de los estados que mantienen el mayor número de asesinatos
relacionados con el narcotráfico. Y entre sus razones esgrime que es la
cuna de Joaquín Chapo Guzmán e Ismael Mayo Zambada, con intervención en
la mayor parte del territorio mexicano.
Entre los dos jefes del cártel de Sinaloa y el escindido grupo que
encabeza Héctor Beltrán Leyva y las alianzas de este con otras células
criminales, se divide el control y la lucha por el dominio de las
actividades del narcotráfico que se libra aquí, según la PGR.
La guerra permanente entre el Chapo y el Mayo contra los hermanos
Beltrán Leyva, el Chapo Isidro y los Zetas, la clasifica la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia
Organizada como encarnizada, similar a que sostienen en Michoacán las
organizaciones criminales identificadas como Caballeros Templarios y
Nueva Generación.
Atlas de sangre
El organigrama que la Procuraduría general de la República y la Procuraduría General de Justicia del Estado tienen sobre la operación del crimen organizado en Sinaloa es similar, prácticamente idéntico. Sin mayor complicación adjudican la geografía violenta a las dos principales organizaciones criminales que visiblemente se hallan en pugna. También les reparten los muertos: el 65 por ciento han sido víctimas de sicarios al servicio de los Beltrán Leyva y aliados y el 35 por ciento han sido ultimados por gatilleros del bloque Guzmán-Zambada.
Los informes de la PGR y PGJE determinan que, excepto en los
municipios de Ahome, Guasave, El Fuerte, Sinaloa, Choix, Navolato y
Angostura, el cártel de Sinaloa que lideran el Chapo y el Mayo tiene el
control de los once municipios restantes, a pesar de que la franja sur
que integran El Rosario, Escuinapa, Concordia y Mazatlán ha sido
penetrada en varias ocasiones por los Beltrán Leyva en alianza con los
Zetas, estableciendo el mando en algunos puntos de dicha región.
Es en el centro del estado, concretamente en Culiacán, donde PGR y
PGJE reportan mayor presencia delictiva del dúo Guzmán Loera y Zambada
García. En este municipio, que sigue siendo el más violento de todo el
estado al re- portar 2 mil 380 delitos de alto impacto en lo que ha
transcurrido del gobierno de Malova, la mayoría de los ilícitos, el 84
por ciento, se los adjudican al cártel de Sinaloa y sus grupos armados.
En el norte puntean a Fausto Chapo Isidro Meza Flores y la liga con
los Beltrán Leyva, con el dominio desde Guasave hasta la zona limítrofe
con Chihuahua y Sonora. Le conceden el control de los municipios de
Ahome, El Fuerte y Sinaloa, mientras que en Choix se halla en guerra con
el grupo delictivo asentado en la sierra poniente de Chihuahua,
comandado por los hermanos Vicente y Benito Portillo Gil.
Los datos de la PGR y la Secretaría de la Defensa Nacional presumen
que los Portillo Gil estarían operando para el Chapo Guzmán en una
estrategia para recuperar la zona en poder de los Beltrán Leyva,
entrando por la sierra del norte de Sinaloa.
También a los Carrillo Fuentes le asignan su tajada del pastel
criminal. Las fiscalías nacional y estatal consideran que con asiento en
Navolato y en alianza con los Zetas, el Viceroy— “en forma más pacífica
y discreta”— opera ahí extendiéndose a los municipios de Angostura y
parte de Mocorito y Salvador Alvarado, sobre todo en materia de
narcomenudeo.
Llama la atención que es en el norte de Sinaloa hacia donde se
focalizan más los “análisis” de la PGR y PGJE. De los más de 700 delitos
de alto impacto cometidos durante el gobierno de Malova en Ahome, el 95
por ciento se lo atribuyen a la célula que dirige Fausto Isidro Meza.
De igual manera, a los Beltrán Leyva y los Zetas los responsabilizan
de la ola de asesinatos, secuestros y extorsiones que afecta al sur del
estado, específicamente a Mazatlán, y que registró su mayor incidencia
en 2011. De unos 750 delitos de ese tipo ocurridos de 2011 a 2013, el 76
por ciento se los atribuyen a La Mochomera y grupos coaligados.
Los cálculos de Chuytoño
El jefe de las policías en Sinaloa, que tiene en sus manos aunque todavía sin formalizar el Mando Único, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, mira distinto las cosas. Niega que los grupos delictivos tengan el contro.l de Sinaloa. Incluso presume que en poder de fuego los cuerpos de seguridad se han puesto a la par con los criminales.
Reconoce que la zona norte se mantiene en conflicto, “es un foco no
tan rojo como antes”, pero aventura que de un momento a otro se va a
controlar, como se ha tomado el control, dice, de Mazatlán y Navolato.
Y subestima la ofensiva criminal. “Estamos mejor ya nosotros porque
somos policías entrenados y capacitados para combatir a la delincuencia y
ellos son una bola de drogadictos que les dan armas y drogas para vivir
fuera de la ley y querer amedrentar a la policía, pero eso pasaba
antes, hoy ya no”.
La supremacía que según Chuytoño tiene la policía sobre la
delincuencia la atribuye a la coordinación entre las corporaciones
policiales, “que antes no existía”, así como al trabajo conjunto con el
Ejército, la Marina y la PGR.
“Eso nos ha dado la oportunidad de avanzar más y prueba de ello es
que en la detenciones que hacemos es más rápida la investigación y
podemos capturar a los responsables. Eso nos ha valido para que esa
coordinación sea fuerte y poder atacar a la delincuencia tanto
organizada como del fuero común”, agrega.
Destaca que en Mazatlán se logró detener o abatir en operativos a
personas o grupos que se dedicaban a se- cuestrar empresarios o alterar
el orden público, hasta hacerlo uno de los destinos turísticos más
tranquilos”.
En Culiacán, Chuytoño niega que exista descuido por parte de la
policía. Al contrario, apunta, ha bajado el delito de robo de vehículos
en un 28 por ciento, “pero vamos a seguir trabajado para controlar ese
problema y se lleva a cabo una reingeniería para acudir más rápido a los
llamados de auxilio de la ciudadanía”.
“En la zona norte, a como estaba Los Mochis, a diario había muchos
problemas, pero han sido detenidos o muertos en enfrentamientos con
policías delincuentes como Geovani Lizárraga, El Cien, El Rojo, El Kavir
y otros, lo que permitido reducir importantemente el robo de vehículos,
robo al comercio, extorsión y secuestro. Ahí se controló pero sigue
habiendo un foquito importante que vienen siendo Sinaloa de Leyva y
Guasave, por el narcomenudeo, y parte de Ahome y San Blas, en El Fuerte.
En esa ruta seguimos metiendo más operativos”.
Dice que la policía tomará el control del norte, porque esa es la
instrucción que tiene. “Ha sido difícil porque estaba muy suelta esa
zona, había mucha gente que estaba acostumbrada a vivir del delito. Toda
la zona de Higueras de Zaragoza, El Carrizo, Villas de Ahome, Los
Mochis estaba muy congestionada por ese tipo de delincuencia que era el
narcomenudeo, robo de vehículos y la extorsión”.
Agrega que la Policía Ministerial se ha vuelto una institución
confiable. “El el gobernador se ha preocupado por darles mejores
condiciones de vida. Tienen mejores salarios, más viáticos, mejor
equipamiento, mejor armamento, tenemos los Tiger, helicópteros, armas
sofisticadas, el 7.62 por 51 que es un arma que tiene más poder que el
cuerno de chivo, dos Barret que la Sedena nos ha proporcionado. El poder
de fuego de los delincuentes estaba de ese tamaño. Ya nos pusimos a la
par”.
Y se compromete: “va mos a mantener los índices delictivos a la
mínima expresión para que la ciudadanía siga confiando en nosotros.
Vamos a conseguir que la gente viva tranquila. El bien va a triunfar
sobre el mal. Los del mal no son muchos; lo malo es que se deje que
cometan delitos y no se les combata, por eso crece”.
Resurgen gavilleros
Considerado como un fenómeno delictivo que se disimula tras el brutal choque de las bandas del narcotráfico, las gavillas han emergido en la región montañosa de Sinaloa de manera no menos feroz. Conforme a la ubicación que la Procuraduría local hace de este tipo de delictividad, afectan los municipios de Choix, Sinaloa, Cosalá, San Ignacio, Concordia y El Rosario.
Con dificultades para clasificar a este tipo de delincuencia, debido a
que detecta la participación de grupos armados de células del
narcotráfico, en Choix alerta sobre la fuerte actividad de la gavilla
que encabezan los hermanos Benito y Vicente Portillo Gil, que entra
desde Chihuahua para pelear por terrenos y agua para el cultivo de
mariguana y amapola.
En Sinaloa de Leyva, el grupo identificado como “Los Laurillos”
mantiene acción criminal tomando pueblos, incendiado casas, asesinando a
pobladores y asaltando en los caminos alteños, a pesar de que
integrantes de ese núcleo delincuencial, operando supuestamente para el
Chapo Isidro Meza, han sido aprehendidos recientemente.
En Cosalá, la PGJE detec- ta al bloque facineroso que dirige Ramón
Gallardo Campista el Gato, mismo que se especializa en secuestro,
extorsión y asaltos con lo cual se financia desde mediados de la década
pasada.
A una gavilla que no identifica por nombre ni por cabecilla, que
tiene su centro delictivo en San Ignacio, con alcances a los municipios
de Cosalá y Concordia, le atribuyen las autoridades estatales al menos
seis secuestros, cinco homicidios e innumerables asaltos y robos. La
integran al menos 300 hombres armados.
El municipio más golpeado por las gavillas es Concordia. No se sabe
con precisión cuántos grupos delictivos de este tipo funcionan pero uno
solo de ellos, identificada como la gavilla de Pueblo Nuevo, ha sembrado
el terror en la serranía sur. Cuenta con gente en varias poblaciones
tales como La Petaca y Platanar de los Ontiveros, con presencia
esporádica en los altos de Mazatlán, San Ignacio y Cosalá.
En El Rosario, en una mezcla de sicarios del narcotráfico y
gavilleros consuetudinarios, otro grupo armado —en que participan Zetas y
Nayaritas— esparce el terror entre los habitantes y los toma como
rehenes para que participen en acciones delictivas. Se le fichó como un
escuadrón de ejecuciones que cuida la zona para los Beltrán Leyva y su
centro de actividad criminal está en el área circundante a la comunidad
La Rastra.
Como en los setentas y ochentas que dominaron la sierra sinaloense,
desde Escuinapa hasta Choix, las gavillas tienden a reaparecer en el
mapa criminal de Sinaloa aunque con actividad criminal más intensa a la
que mostraban hace más de dos décadas, destaca la Procuraduría de
Sinaloa.
COMPARATIVO DELITOS DE
ALTO IMPACTO POR SEXENIO
DELITO 2005-2010 2011-2013*
(aguilar padilla) (Malova)
(aguilar padilla) (Malova)
HOMICIDIOS DOLOSOS 6,636 4,107
HOMICIDIOS CULPOSOS 4,148 1,715
ROBO BANCARIO 463 245
SECUESTROS 83 87
VIOLACIÓN 830 393
HOMICIDIOS CULPOSOS 4,148 1,715
ROBO BANCARIO 463 245
SECUESTROS 83 87
VIOLACIÓN 830 393
*Hasta julio de 2013 Datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Sinaloa vive una guerra por el poder.
El Fuerte Sinaloa también es conocido como “La puerta de entrada a la Barranca del Cobre”
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