Redacción
LUIS DURÓN | CARMEN VILLA | Saltillo.- Tres jóvenes se
metieron en un tremendo lío luego de fingir haber violado a una mujer
dentro de las instalaciones de una imprenta, ubicada en el Centro de la
ciudad, cuando en realidad se embriagaban en una fiesta, agresión que
inventaron para despistar a los policías que los sorprendieron.
En primera instancia había trascendido que dos jóvenes, identificados como Eduardo Sánchez Martínez, de 22 años, y Ariel Francisco Martínez Quintero, de 19, supuestamente habían dado a la víctima, quien se sabe sólo responde al nombre de Blanca, de entre 16 y 24 años, una especie de droga con el fin de adormilarla para saciar sus más bajos instintos.
Se había manejado que la menor había sido llevada a una imprenta que se encuentra en un local de la Plaza Bonita, ubicada en el cruce de las calles Urdiñola y Jacobo M. Aguirre, frente al número 1204, en la Zona Centro de la ciudad.
Estando dentro, ambos hombres comenzaron a tocarla para después desgarrarle las prendas que traía puestas y así cometer el ultraje, sometiéndola también a golpes.
Pero los jovencitos nunca contaron con que la alarma silenciosa de la imprenta se había activado, alertando a los elementos de la Policía Municipal, quienes acudieron al lugar.
Los uniformados lograron la detención de Eduardo y el rescate de Blanca, dándose a la fuga el segundo “atacante”.
Sin embargo, las investigaciones realizadas por el Ministerio Público señalaron que la denuncia de violación, se trató de un engaño inventado por los jóvenes, quienes presuntamente se embriagaban en la imprenta sin percatarse de que la alarma se encontraba encendida.
A decir de los acusados y la presunta afectada, alrededor de las 3:00 horas se encontraba con su tomando dentro del negocio cuando la alarma se activó y los dejó encerrados.
Los jóvenes fiesteros presuntamente decidieron inventar la violación, pero en las declaraciones ante el MP comentaron que todo se trató de un “teatro”, ya que no supieron cómo salir del problema.
En primera instancia había trascendido que dos jóvenes, identificados como Eduardo Sánchez Martínez, de 22 años, y Ariel Francisco Martínez Quintero, de 19, supuestamente habían dado a la víctima, quien se sabe sólo responde al nombre de Blanca, de entre 16 y 24 años, una especie de droga con el fin de adormilarla para saciar sus más bajos instintos.
Se había manejado que la menor había sido llevada a una imprenta que se encuentra en un local de la Plaza Bonita, ubicada en el cruce de las calles Urdiñola y Jacobo M. Aguirre, frente al número 1204, en la Zona Centro de la ciudad.
Estando dentro, ambos hombres comenzaron a tocarla para después desgarrarle las prendas que traía puestas y así cometer el ultraje, sometiéndola también a golpes.
Pero los jovencitos nunca contaron con que la alarma silenciosa de la imprenta se había activado, alertando a los elementos de la Policía Municipal, quienes acudieron al lugar.
Los uniformados lograron la detención de Eduardo y el rescate de Blanca, dándose a la fuga el segundo “atacante”.
Sin embargo, las investigaciones realizadas por el Ministerio Público señalaron que la denuncia de violación, se trató de un engaño inventado por los jóvenes, quienes presuntamente se embriagaban en la imprenta sin percatarse de que la alarma se encontraba encendida.
A decir de los acusados y la presunta afectada, alrededor de las 3:00 horas se encontraba con su tomando dentro del negocio cuando la alarma se activó y los dejó encerrados.
Los jóvenes fiesteros presuntamente decidieron inventar la violación, pero en las declaraciones ante el MP comentaron que todo se trató de un “teatro”, ya que no supieron cómo salir del problema.
(ZOCALO/ Redacción/ 16/05/2013 - 04:10 AM)
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