Associated Press
Huntsville— Un ofensor sexual infantil convicto fue ejecutado este miércoles por haber golpeado hasta ocasionarle la muerte a un niño de 10 meses de edad que estaba cuidando en una casa de Dallas.
Jesse Joe Hernández sonrió y hasta rió antes de recibir la inyección letal por haber asesinado a Karlos Borja hace 11 años.
“Dios los bendiga a todos.Sigan caminando con Dios”, dijo Hernández de 47 años de edad.
Momentos después gritó “Vamos, Vaqueros” en honor a su equipo favorito de fútbol.
A medida que las drogas fueron haciendo efecto, el hombre repitió su aprecio por aquellos que conocía y que se reunieron para atestiguar la ejecución.
“Los amo a todos. Gracias. Ya lo estoy sintiendo, no se siente tan mal”.
Respiró profundamente casi en 10 ocasiones, progresivamente los respiros se fueron haciendo más débiles hasta que dejó de moverse.
Diez minutos después, a las 6:18 p.m. Tiempo del Centro fue declarado muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario