La Redacción
MÉXICO, D.F. (apro).- Policías del municipio de Nacozari, Sonora detuvieron a ocho miembros de una misma familia que presuntamente realizaba sacrificios humanos en honor a la Santa Muerte.
En declaraciones a la prensa, el director de la corporación en ese municipio
serrano, José Miguel Espinoza Osuna, explicó que los detenidos están implicados
en el secuestro y muerte de dos menores y una mujer, cuyas osamentas fueron
halladas en un predio ubicado al noroeste de Nacozari.
Las víctimas respondían a los nombres de Jesús Octavio Martínez Yáñez,
Tete, y Martín Ríos Chaparro, ambos de 10 años, y Clotilde Pacheco, de
55. El primero fue reportado como desaparecido el pasado 6 de marzo; el segundo,
en julio de 2010, y la tercera, en septiembre de 2009.
De acuerdo con Espinoza Osuna, la pista que llevó a dar con los responsables
de la presunta secta fue el seguimiento que se hizo del caso de la desaparición
de Tete, el pasado martes 6.
Los detenidos confesos son: Silvia Meraz Moreno, de 44 años, quien es
matriarca de la familia; su cónyuge, Eduardo Sánchez, de 37; Francisca Magdalena
Barrón Meras La Nena, de 21; Georgina Guadalupe Barrón Meras, La
Cookies, de 20, y su marido, Martín Barrón López, de 48; Ramón Omar
Palacios Meras, de 28, y su pareja Zoila Santacruz, y Yhajaira, de 15.
El jefe policiaco narró que los miembros de esa familia confesaron su
participación en el secuestro y muerte de los menores y la mujer, y en su
inhumación clandestina en un predio ubicado al noroeste de Nacozari.
Al escarbar, los policías encontraron los restos de Tete y,
envueltos en una cobija, los de Clotilde Pacheco y Ríos Chapa.
En su declaración, los integrantes de la secta dijeron que a Clotilde la
mataron de un hachazo en la nuca y que después la apuñalaron en el abdomen y le
sacaron la sangre para ofrecerla como ofrenda a la Santa Muerte.
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