Priistas de diversas corrientes al
interior del tricolor rechazan la cerrada postura del presidente nacional del
PRI, Enrique Ochoa Reza, quien pretende, dicen, mantener la decisión de una
élite para la elección de su candidato presidencial en 2018.
Los opositores al bloque que representa
Ochoa Reza, y que está liderado por Luis Videgaray Caso, José Antonio Meade
Kuribreña y Emilio Gamboa Patrón, afirmaron que la falta de democracia en el
PRI, que le cierra el paso a la opinión de las bases y a quienes tienen una
postura crítica sobre la actual conducción del partido, pone a ese instituto
político en riesgo de una fractura, de cara a su XXII Asamblea Nacional.
Ivonne
Ortega pide acabar con el “dedazo” en el PRI y renovar la dirigencia, rumbo a
su Asamblea
Ciudad
de México, 22 de julio (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional
(PRI) se aproxima a su XXII Asamblea Nacional con posiciones internas
enfrentadas sobre sus posibilidades de triunfo en la elección presidencial de
2018 y los métodos de elección de candidatos.
Por
un lado, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) encabezado por Enrique Ochoa Reza
ha considerado el apretado triunfo en el Estado de México como señal de que el
tricolor puede aún vencer al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) el año
próximo.
De
acuerdo con las posiciones críticas en el interior del PRI, sin embargo, la
victoria en esa entidad fue “pírrica”, pues el partido ha perdido casi cinco
millones de votos en el sexenio, siete elecciones sólo en el último año y, por
esas derrotas, gobiernan menos de la mitad de las entidades federativas y a 10
millones de mexicanos menos que en 2016.
“Este
4 de junio tuvimos dos derrotas y dos victorias pírricas”, advirtió el ex
Gobernador de Campeche, Antonio González Curi, en un desplegado publicado en el
periódico Reforma el pasado 12 de julio.
“En
el Estado de México, un partido de reciente creación, con una candidata
desconocida, y aun cuando volcamos toda la fuerza nacional del partido,
perdimos más de un millón de votos. Morena tuvo más votos que el PRI y ganamos
con los del Verde, Nueva Alianza y PES [Partido Encuentro Social]”, agregó el
ex mandatario.
Con
la visión de Ochoa Reza están quienes las corrientes críticas han llamado en su
comunicados las “élites” que controlan la dirigencia tricolor y buscan
“imponer” el candidato presidencial, como el Senador Emilio Gamboa Patrón y el
titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray Caso.
El
plan de este grupo es el anunciado a Bloomberg por Ochoa Reza a principios de
julio: dejar abierta la puerta para que políticos no afiliados al partido lo
representen en la contienda por la presidencia de 2018; medida que, asumen
analistas y disidentes, abre el paso a candidaturas de no priístas cercanos a
Videgaray, como el actual Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña.
Las
corrientes críticas –como las encabezadas por la ex Gobernadora de Yucatán,
Ivonne Ortega Pacheco; el ex mandatario oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, o el
Diputado local capitalino, José Encarnación Alfaro Cázares, cercano al ex
dirigente Manlio Fabio Beltrones Rivera– anunciaron por su parte que buscarán
impulsar una elección de candidato a través de consulta abierta a la militancia
o incluso a la ciudadanía.
El
método de selección de candidatos se definirá en la mesa de discusión de los
estatutos del partido, prevista para realizarse los próximos días 4 y 5 de
agosto en el Estado de Campeche, y que será una de cinco reuniones previas a la
reunión plenaria del 12 de agosto.
La
organización de la discusión por parte de la dirigencia nacional, sin embargo,
dice Ivonne Ortega, impide que la militancia que resultó electa como delegada
su sume de manera voluntaria a las mesas y, en cambio, la conformación de cada
una de éstas es facultad de Ochoa Reza.
“No
tenemos el conocimiento de quiénes son los delegados que van. Habla de una
condición que deslegitima la asamblea y lo que menos podemos esperar como
militantes es tener una asamblea deslegitimada. Necesitamos una asamblea
fuerte”, dice Ortega.
En
entrevista con SinEmbargo, la Diputada federal con licencia cuestiona incluso
la división de las sedes de la asamblea en cinco diferentes estados que,
considera, inhibe aún más la participación de la militancia.
“No
encuentro otra justificación al por qué dividir en diferentes estados a los
diferentes delegados”, dice.
Hasta
priistas reclaman a Ochoa Reza: la Interpol persigue a César Duarte… y aquí le
dan “trato VIP”
ITAMITAS VS “POLÍTICOS DE CAFÉ”
Las
diferencias en las perspectivas entre los diferentes priístas ha sido pública.
Desde el 16 de junio, casi un centenar de militantes agrupados en la Alianza
Generacional –como Ortega y Alfaro– se reunieron en esta capital para anunciar
que buscarían impulsar la consulta directa entre la militancia y/o la
ciudadanía como método de selección de candidatos.
“Hay
muchos ejemplos de cómo el PRI ha perdido elecciones por malas decisiones al
elegir candidatos, muchos de ellos sin el aval de la militancia”, dijo Ortega
entonces, de acuerdo con los reportes de prensa.
El
posicionamiento de Alianza Generacional fue respondido un día después a través
de un comunicado oficial del PRI que desestimó las críticas a través del
dirigente de la Confederación de Organizaciones Populares (CNOP), Arturo Zamora
Jiménez, Senador por Jalisco e identificado como cercano a Gamboa Patrón.
“Son
políticos de café que se reunieron a criticar y a dañar a nuestro partido. No
representan al priismo nacional, sobre todo porque sus palabras están
expresadas desde la frustración”, dijo Zamora, de acuerdo con el comunicado del
PRI del 17 de junio.
“Están
buscando destruir y criticar un proyecto político ganador. Ahí están los
resultados electorales que nos fueron favorables. No caben esas expresiones que
surgen a partir de ambiciones personales. Son descalificaciones sin sustento
(…) dónde estaban esos compañeros cuando se realizaron las recientes campañas o
dónde se encontraban para defender el proyecto de nación de Enrique Peña Nieto
y las causas de los mexicanos: viviendo de los beneficios del sistema”, agregó
Zamora.
En
una entrevista publicada en el diario Reforma el 5 de julio pasado, Manlio
Fabio Beltrones –ex Gobernador de Sonora que dejó la dirigencia nacional
priista luego de las derrotas de 2016–, cuestionó que el partido se hubiera
convertido en un “taxi” de traslado de delincuentes.
“Eso
lo tenemos que arreglar y rápido. El partido debe tener identidad. Ya tenemos
las reglas. Respetemos las reglas: no andemos haciendo trajes a la medida o
deshaciendo los trajes que vamos a vestir”, dijo Beltrones en esa ocasión.
Y,
una semana después, apareció en el mismo diario el desplegado en el que
González Curi, además de advertir el grave deterioro de la rentabilidad
electoral del partido, cuestionó la “falta de comunicación interna” y, en
alusión a Zamora, la represión “verbal” a las voces críticas.
“Esperamos
que del agravio no se pase al conflicto y de ahí a la ruptura. Llaman a la
unidad y maltratan a los que se acercan”, agregó el desplegado de González
Curi, que también mencionó la escuela de Ochoa Reza, Meade y Videgaray,
diciendo: “Hoy es más importante ser del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo
de México) que un priista exitoso” y “diseñan políticas que responden al país
con el que sueñan y se apartan del México real que desconocen”.
El
enfrentamiento es una potencial fractura, dice la priista Beatriz Pagés Llergo,
similar a la que en 1988 generó la salida de la denominada “Corriente
democrática” que, con ex priistas como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano o Porfirio
Muñoz Ledo, resultó con la formación de una opción electoral alterna y la
fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“La
pregunta es: ¿están apostando, a fuerza de imponer candidato, a que se comience
a dar inicio al desmantelamiento del PRI? ¿Quieren ponerle lápida al PRI?”,
cuestionó Pagés Llergo, hasta mayo pasado Secretaria de Cultura del CEN priista
y que renunció al cargo, dice en entrevista, por la cerrazón de la dirigencia.
“El
problema es que hay una dirigencia del PRI que está totalmente cerrada, que
solamente piensa en una idea muy personalista del manejo del partido, y que no
se da cuenta de que un partido es mucho más que su presidencia, que es la
militancia, y nadie le está haciendo caso a esa militancia y que, además de
todo, está empobrecida”, agrega.
Ante
las críticas, Ochoa Reza emitió el pasado domingo un comunicado en el que
afirma que el PRI respeta la pluralidad, que “todas las voces” serán escuchadas
en la Asamblea de agosto y que habrá un análisis crítico y propositivo.
“En
el PRI se respeta la pluralidad y esa es la riqueza del partido. En el PRI
caben todas las distintas opiniones sobre el país que queremos, caben todas las
voces. Es y seguirá siendo un partido abierto para todos. La Asamblea será un
encuentro entre distintas generaciones, donde lo más importante será la
inclusión, el análisis crítico y autocrítico, pero sobre todo propositivo”,
expuso el dirigente.
En
los hechos, sin embargo, afirmó Ortega el pasado miércoles, se mantiene la
desinformación entre miles de delegados que no saben con qué grado de participación
contarán y si la plenaria del 12 de agosto será mero trámite.
“Si
cambian esas cosas que estamos señalando, se va a ver una disposición de parte
del CEN de llegar a una asamblea que verdaderamente sea deliberativa y no sea
más que una postura de maquillaje”, dijo Ortega.
(SIN EMBARGO.MX/ SANDRA RODRÍGUEZ NIETO/
JULIO 22, 2017, 12:05 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario