Raymundo Riva Palacio
Sin importar el voto final,
este miércoles, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia establecerá una
postura histórica en el tema de la descriminalización de la mariguana, al
decidir –si no se altera una vez más la sesión–, si el consumo y cultivo personal
de esa droga debe ser permitido. La discusión se centra en la
constitucionalidad del individuo para tomar decisiones que lo afectan a él,
pero el contexto es mucho más amplio. Hay un alegato compartido por muchos, que
la legalización reducirá la violencia que vive México desde 2007. Hay uno menos
discutido sobre el ahorro fiscal de girar del combate a la mariguana a un
mercado regulado. Hay también un factor geoestratégico fundamental: la
tendencia en Estados Unidos a legalizar su uso con fines lúdicos, con
California, la gran economía vecina de México, en la línea de su
descriminalización.
El primer alegato asegura que
al legalizar la mariguana, la violencia que vive México se reducirá. Sin
embargo, no hay evidencia contundente que así sea, y la analogía con los años
de la Prohibición en Estados Unidos, que comenzó en 1920 como un movimiento
político conservador y que 13 años después había tenido como externalidad el
surgimiento del crimen organizado sobre una estela de sangre y violencia por el
control del contrabando y venta ilícita del licor. La violencia en México no la
generaron las drogas, sino un cambio de incentivos que tuvieron los cárteles
durante el gobierno de Felipe Calderón.
El mercado de las drogas en
México cambió en 1996 cuando los cárteles colombianos cambiaron el pago a las
organizaciones mexicanas que introducían su cocaína a Estados Unidos de
efectivo a especie, y crearon mercados locales mediante un arreglo
institucional: si no peleaban entre ellos, estableciéndose territorios donde
los cárteles pagaban por el paso, el Gobierno no los enfrentaría. Sexenalmente
cada gobierno enfrentó a uno o dos cárteles, a los que desmantelaba y obligaba
a reinventarse. Era una lucha discrecional. Con la llegada del expresidente
Calderón, el modelo cambió radicalmente.
Calderón enfrentó a todos al
mismo tiempo. Como consecuencia, el incentivo de los cárteles de si me arreglo
contigo vivimos en paz, cambió a si no te mato me matas o me mata el Gobierno,
con lo cual estalló la violencia. Lo que no anticipó fue que al romper los
cárteles su diáspora creó pandillas más violentas. Esa dinámica no se detendrá
con la descriminalización de la mariguana. Tendría que regresarse al status quo
pre-Calderón y restaurar el acuerdo institucional, que se ve improbable por la
atomización de los liderazgos de las pandillas.
El otro alegato es el fiscal.
Toda la información sugiere grandes beneficios en este campo. En Colorado, el
primer estado en el mundo en regular la producción de mariguana y su venta, la
recaudación de impuestos en sus primeros 12 meses por ventas de mariguana
recreacional fue de 44 millones de dólares, mientras que en Washington, que la
descriminalizó en julio del año pasado, contabilizaba 22.7 millones de dólares
en el primer semestre.
En 2005, 500 economistas
encabezados por los premios Nobel Milton Freidman, George Akerlof y Vernon Smith,
enviaron una carta al expresidente George Bush urgiendo un debate sobre ese
tema, con un argumento económico y uno moral. El primero era el ahorro de 7 mil
700 millones de dólares de ahorro al Gobierno en el combate contra la
mariguana, y un incremento de 2 mil 400 millones a 5 mil 300 millones de
dólares en impuestos federales, estatales y locales. El moral es el que inspiró
al ministro Arturo Zaldívar en su dictamen para la discusión en la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia: el derecho del individuo a elegir.
El tercer alegato, quizás, es
el más relevante de todos: California realiza en noviembre un referéndum para
descriminalizar el uso recreacional de la mariguana. De ser aprobado, habrá una
revolución empresarial. ¿Podrá México enfrentar la dinámica y fortaleza de la
economía californiana si se cambia el paradigma? En un reporte difundido
recientemente, ArcView Market Research, que promueve inversiones en el nuevo
mercado que abre la descriminalización de la mariguana, afirmó que la legalización
de la mariguana expandió en 74% la industria de cannabis en 2014, y alcanzó
ventas por 2 mil 700 millones de dólares. Hay empresas que están preparando
líneas de producción derivadas de las propiedades de la mariguana.
Un experimentado financiero
mexicano anticipó productos de belleza, medicinales y textiles que, con
California o no, eventualmente inundarán el mercado de consumo mexicano. ¿Cómo
convivirán leyes separadas entre los mercados legales estadunidenses y los
ilegales en México? La discusión sobre el daño a la salud, que esgrime el
Gobierno mexicano en su oposición a la descriminalización, es debatible. El
mundo de la ciencia está dividido, aunque cada vez hay más evidencia que la
adicción –que no el uso–, particularmente entre jóvenes, no se ha disparado más
que el alcohol.
La discusión en la Suprema
Corte de Justicia no analizará todas estas variables. En el dictamen del
ministro Zaldívar, que compete a la constitucionalidad o no de que una persona
pueda decidir sobre su libre desarrollo de personalidad, y si en ese sentido la
Ley General de Salud es inconstitucional. Pero la descriminalización de la
mariguana está revolucionando al mundo occidental y tendrá implicaciones
directas sobre México, cuyo contexto es algo que los ministros no pueden
soslayar.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx /
twitter: @rivapa
(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE
PERSONAL” de Raymundo Riva Palacio/ 03 de noviembre)
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