Las anomalías
administrativas, así como el amiguismo y nepotismo en que incurrió Yoloxóchitl
Bustamante cuando dirigió el Politécnico, no sólo arruinaron su proyecto de
reformar la institución: contribuyeron a desatar el conflicto interno que, pese
a la renuncia de ella y de 24 directores de plantel, todavía no se resuelve.
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- Como directora del Instituto Politécnico Nacional (IPN),
Yoloxóchitl Bustamante Díez contrató de manera discrecional a su exmarido y a
su yerno, asignándoles pagos mensuales muy superiores al salario bruto de los
investigadores mejor remunerados de la institución.
Desde el inicio de
su gestión, Bustamante recibió una y otra vez observaciones de la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) por prácticas irregulares; fue acusada por
investigadores, catedráticos y alumnos de beneficiar a sus allegados con cargos
directivos para los que no eran aptos y sus excesos detonaron un movimiento
estudiantil que, a cuatro meses de su renuncia, no termina de resolverse.
A través de
solicitudes de acceso a la información fue posible obtener los contratos que
por adjudicación directa suscribió el Canal Once, la televisora del IPN, con el
exmarido de Bustamente Díez, Ernesto Humberto Lammoglia Ruiz.
El caso de Lammoglia
no es el único de ese tipo registrado durante la administración de Bustamante
Díez. La hija de ambos, Xanat Lammoglia Bustamante, es pareja y socia de José
Andrés Amaya Romero, quien fue contratado personalmente por la hoy exdirectora del
IPN como asesor.
Xanat y José Andrés
son dueños de la empresa Bala Studio, cuya razón social no pudo ser localizada
como tal. Dicha empresa se dedica al diseño decorativo cuya peculiaridad es la
producción de “muebles eróticos”.
Con una larga
trayectoria en la radio, dedicado a dar consejos y presentar temas de salud
mental, en abril de 2012 Ernesto Lammoglia salió de Radio Fórmula, donde
conducía el programa Lammoglia, la familia y usted. En aquel espacio y en Canal
Once se presentó como médico cirujano y especialista en psiquiatría, aunque los
contratos no registran profesión ni especialidad.
Al consultar el
Registro Nacional de Profesiones, el doctor Lammoglia sólo aparece con cédula
de médico cirujano, egresado en 1966 del IPN, pero no hay registro de su
especialidad.
Así que el exesposo
de Bustamente Díez fue contratado por ella sin especialidad legalmente
registrada ni certificación, obteniendo ingresos tres veces superiores a los
investigadores mejor pagados del IPN, es decir, los de tiempo completo…
Fragmento del
reportaje que se publica en la edición 1998 de la revista Proceso, ya en
circulación.
(PROCESO/ REPORTAJE
ESPECIAL / ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA/ 17 DE FEBRERO DE 2015)
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