viernes, 15 de noviembre de 2013

SI NO HAY CULPABLES... ¿QUÉ PASÓ EN BLUEBERRY?: FAMILIARES




Incertidumbre y confusión invadieron ayer a los familiares de las víctimas fatales de la explosión de Blueberry, luego del dictamen de la Fiscalía estatal y Protección Civil del Municipio, que deslindó de responsabilidad a la empresa y descartó todas las posibles hipótesis que explican el estallido del jueves 24 de octubre.

“¿Entonces qué pasó? ¿Qué Prosigue”, cuestionó Manuel López, hijo de Jorge López Morales, uno de los empleados que perdió la vida días después del incidente.

“Dicen que no hay un culpable, pero claro que debe haber, pues había algo mal en esa línea”, dijo a su vez Margarita Olveros, esposa de Leobardo Loera de Luna, quien falleció el sábado pasado en Guadalajara.

Alberto, padre de José Inés García, sexta víctima de la explosión, también se sumó a los reclamos: “Me parece un poco extraño. Definitivamente algo tuvo que haber causado esa explosión”.

Por separado, todos cuestionaron el dictamen de la Fiscalía y Protección Civil, instancias que el miércoles exculparon a Blueberry de cualquier responsabilidad del accidente que ha dejado 8 empleados muertos.

Ambas dependencias dieron a conocer un comunicado en el que descartan que la explosión ocurriera en la zona de calderas o tuviera conexión con tuberías de gas, drenaje, las áreas de almacenamiento de solventes e incluso descartaron el factor humano o una causa eléctrica.

“Podemos afirmar que hasta el momento no se ha encontrado ningún indicador que nos sugiera que el siniestro haya sido provocado por omisión, negligencia o deber de cuidado; esto quiere decir que hasta el momento no hay delito qué perseguir”, apuntaron las dependencias en el comunicado.

Alberto Hernández, padre de José Inés García, una de las víctimas fatales, calificó el veredicto como “atemorizante”. “No le encuentro lógica”, dijo.

Agregó que siempre esperó que se confirmara alguna de las teorías expuestas, como la fuga de gas o el mal manejo de algún solvente, pero nunca se imaginó que todas fueran desechadas.

“Me parece un poco extraño. Definitivamente algo tuvo que haber causado esa explosión”, dijo.

Sin embargo, señaló que antes de tomar una postura prefiere esperar a saber cuál será el veredicto final por parte de la empresa.

Días antes, el 7 de noviembre, el comandante de Bomberos, Ramón Lucero García, dijo que peritos estadounidenses contratados por Blueberry estaban colaborando con la Fiscalía.

El comunicado del miércoles de la dependencia no hace alusión a si estos peritos coinciden con la versión de la Fiscalía y Protección Civil que exculpa a la empresa.

Margarita Olveros, esposa de Leobardo Lobera de Luna, quien murió el sábado pasado en Guadalajara víctima de las quemaduras que sufrió, dijo que todos los días su marido le decía que la máquina que se había colocado en el área del Mogul 8 no funcionaba bien. “Me dijo que siempre tenían dificultades para echarla a andar”.

Por ello se mostró desconcentrada del peritaje, aunque señaló que sin importar quién es el responsable, Leobardo ya no regresará a casa.

“Todos estamos con la incertidumbre de qué fue lo que provocó el accidente, qué pasó en realidad”, dijo por su parte María del Rosario de la Torre, madre de Miguel Ángel de la Torre, la primera víctima fatal de la explosión.

Dijo que estaba sorprendida del peritaje de la Fiscalía y Protección Civil.

A final de cuentas, los relatos de los familiares coincidieron: algo no andaba bien en ese lugar.

Manuel López recordó que su papá Jorge López Morales, uno de los empleados que perdió la vida días después del incidente, muchas veces habló sobre las anomalías que había en Blueberry.

“Ya había explotado una máquina, la que usaba Ezequiel, que está en Guadalajara. Entonces nada más dio un flamazo pero no pasó a mayores”, dijo.

Agregó que ellos viven a unas cuadras de la empresa y tres semanas antes del accidente era percibido un aroma muy penetrante a gas.

“Hasta creímos que era en la casa de nosotros y revisamos las tuberías y todo. Ya dijeron que no a todo lo que pensábamos que pudo ser, ¿qué fue lo que lo que la ocasionó, entonces?”, cuestionó.

“Para mí no es justo lo que se dice y cómo quedó la maquila, no puede ser cierto que no sea nada”, dijo Gabriela Trujillo, esposa del padre de Mizael Jiménez Montalvo, quien se mantiene internado en el Centro Médico de Occidente del Seguro Social de Guadalajara.

Explicó que sólo quienes estuvieron ahí pueden saber qué ocurrió, pero que no se puede quitar la responsabilidad de la empresa tan fácilmente.

“Tanto a Mizael que está internado, como a Azael  (hermano gemelo de Mizael), quien lo sacó del fuego, les afectó mucho lo que pasó y la empresa no está respondiendo como debería”, dijo.

kcano@redaccion.diario.com.mx
(EL MEXICANO/ Karen Cano/Alejandra Gómez/15 de Noviembre 2013)

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