- Se trató de un intento de extorsión telefónica
- Pedían 100 mil pesos a familia por tres niños
- Por teléfono los enviaron a la MEGA COMERCIAL
- El dinero sería entregado en la tienda COPPEL
San
José del Cabo, B.C.S.- Al filo del medio día, unos padres realizaban un
reporte a Seguridad Pública. Se trataba de Luís Alberto Hernández
Rojas, de 51 años, y su esposa Anahí Monzón, de 30 años de edad, quienes
con el alma en vilo señalaban el extravío de sus tres hijos.
Fue de tal manera como el oficial Jesús Tirado, Subcomandante del Tercer Grupo, en compañía de los elementos a su cargo, se dieron a la búsqueda de los pequeños, recabando la información necesaria con la familia. Es importante señalar, que la familia reporto llamadas de amenazas y extorsión, de parte de personas que decían tener a sus tres hijos, y que los entregarían luego del pago de 100 mil pesos en efectivo.
Fue de tal manera como el oficial Jesús Tirado, Subcomandante del Tercer Grupo, en compañía de los elementos a su cargo, se dieron a la búsqueda de los pequeños, recabando la información necesaria con la familia. Es importante señalar, que la familia reporto llamadas de amenazas y extorsión, de parte de personas que decían tener a sus tres hijos, y que los entregarían luego del pago de 100 mil pesos en efectivo.
Luego de una intensa búsqueda, y realizando una labor de
investigación a fondo, los agentes pudieron dar con el paradero de los
tres pequeños en las instalaciones de la Mega Comercial, y quienes
responden a los siguientes nombres; Abril de 13 años, Luis Alberto de
10, y Cesar de 7 años, respectivamente.
Las investigaciones realizadas por los agentes, arrojaron que los
delincuentes habrían llamado a un teléfono móvil a uno de los pequeños
realizando amenazas e intimidación, y orillándolos a trasladarse hasta
la Mega, en donde los mantendrían ocupados, para luego continuar con el
siniestro plan de recoger el monto del rescate, afuera de la tienda
Coppel de Guaymitas.
Pero la oportuna intervención de los elementos policiales, permitió
desarticular el sucio plan de los delincuentes, entregando los agentes
sanos y salvos a los pequeños a su preocupada familia. Con lágrimas en
los ojos, los pequeños retornaron a los brazos de sus progenitores,
quienes bañados en llanto agradecían la participación policíaca.
Es importante señalar que Alonso Valencia, Comandante de Guardia,
realizó recomendaciones a los padres de familia a quienes pidió mayor
cuidado y comunicación con sus hijos, con el fin de evitar hechos que
lamentar en un futuro.
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