La
aprehensión de Servando Gómez, La Tuta, está lejos de acabar con el crimen
organizado que medra y desangra Michoacán. Los negocios ilícitos y jugosos son
muchos ahí: producción y trasiego de drogas sintéticas, explotación de la
producción minera, extorsión, secuestro… Ya hay varios grupos que se disputan
la Tierra Caliente y la calentarán más en los próximos meses con sus feroces
disputas.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Con la captura de Servando Gómez Martínez, La Tuta, El Profe o
El Viejo Feo, la madrugada del 27 de febrero, Los Caballeros Templarios dejan
una herencia peligrosa: el surgimiento de nuevos grupos y el regreso de los
antiguos cárteles, como el de Sinaloa o Los Zetas, los cuales buscan controlar
el territorio de la Tierra Caliente michoacana, estratégico para la producción
y trasiego de drogas.
Uno
de estos nuevos grupos es La Nueva Línea, integrado en su mayoría por ex
templarios quienes se habían refugiado temporalmente en Colima y Jalisco,
revelan fuentes de inteligencia de la Policía Federal, habitantes de la región
y exintegrantes de las Fuerzas Rurales.
La
captura de La Tuta, de 49 años, se da en el momento más bajo de percepción
ciudadana en torno a la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, luego de la
desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014 y por
el estancamiento de la economía. Es una bocanada de aire fresco y un distractor
en medio de los duros cuestionamientos que desde la ONU hasta Europa se han
hecho al gobierno peñista por la constante violación de los derechos humanos y
la espiral de violencia en todo el país.
La
Tuta –considerado por el gobierno federal “el criminal más buscado de México”,
luego de la detención hace un año de Joaquín El Chapo Guzmán, cabeza del Cártel
de Sinaloa– deja una estela de grupos del crimen organizado que se reacomodan
para dominar la región michoacana de Tierra Caliente.
La
captura de Gómez Martínez tuvo lugar en Morelia, informó el comisionado
nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, la noche del 27 de febrero. Pero
según testigos, el jefe templario fue sorprendido en una casa de la tenencia de
Morelos, en las afueras de la capital michoacana.
De
acuerdo con la versión oficial, la vivienda donde fue detenido La Tuta está en
el número 52 de la calle José Araizabal, colonia Oviedo Mota de Morelia, detrás
de la Casa de Gobierno. En esa misma colonia hace un año fue capturado otro
líder templario: Dionisio Loya Plancarte, El Tío.
Gómez
Martínez fue detenido luego de varios meses durante los cuales su organización
criminal recibiera fuertes golpes y tras de que cayeran otros de sus capos; las
autoridades ofrecían por él una recompensa de 30 millones de pesos.
Visiblemente
delgado, Gómez fue trasladado a la Ciudad de México para rendir declaración en
la Procuraduría General de la República (PGR) y luego lo llevaron al penal de
alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
Durante
su gestión como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de
Michoacán, cargo que dejó hace unas semanas, Alfredo Castillo dijo una y otra
vez que La Tuta estaba en permanente huida, con su estructura desmantelada; que
vivía en cuevas y su detención era cosa de días.
Sin
embargo Castillo dejó el cargo con La Tuta en libertad, pese a la caída de casi
todos sus cómplices.
(Fragmento
del reportaje que se publica en la revista Proceso número 2000, ya en
circulación)
(PROCESO/ FRANCISCO CASTELLANOS J. Y
JOSÉ GIL OLMOS/ 28 DE FEBRERO DE 2015)
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