MORELIA,
Mich., 1 de marzo de 2015.- El municipio de Lázaro Cárdenas tiene una
importancia estratégica que trasciende lo estatal y lo convierte en asunto
neurálgico, incluso, para la economía y la seguridad nacional, por lo que el
proceso electoral 2015 adquiere ahí una relevancia que no tienen los demás
municipios de Michoacán.
Enormes
capitales se desplazan en los rincones del municipio y los intereses,
negociaciones y cabildeos adquieren en Lázaro dimensiones nacionales e
internacionales que, inevitablemente, se expresan en la dinámica de las fuerzas
políticas locales que se enfrentan en este proceso electoral.
Para
dimensionar su relevancia, baste señalar, por ejemplo, que la infraestructura
de la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas (Apilac), permite
que se realicen cerca de 9 mil 200 operaciones diarias de comercio exterior,
que la hacen el puerto más importante de la república por su volumen de
carga.
Es
también el municipio más industrializado de la entidad y produce más de mil
ciento megavatios de energía eléctrica en la hidroeléctrica de El Infiernillo,
que la convierten en la número dos en generación de electricidad de la
república, sólo superada por Chicoasén, y cuenta con la mayor producción de
acero en la república, que se procesan en las plantas de la transnacional
Arcelor-Mittal.
Las
grandes riquezas del municipio, sin embargo, no siempre han sido de origen
lícito ni la administración de los recursos ha dejado de tener fugas permanentes,
pues en el municipio también se desarrolló una sólida estructura delincuencial
que penetró tanto la economía como la vida política y social del puerto y sus
provincias. Más que las drogas, “el
mineral de hierro es el negocio de la mafia aquí.
No
las drogas”, dijo a la revista Nexos un industrial del ramo asentado en el
municipio (http://www.nexos.com.mx/?p=15593).
Y es que la delincuencia logró establecer una
red de distribución internacional de grandes proporciones que permitió que las
exportaciones del metal alcanzaran los 5.5 millones de toneladas de 2013.
Al
año siguiente, cuando el Ejército y la Marina tomaron el control del puerto, se
decomisó un millón de toneladas en los patios de carga y las exportaciones
cayeron de los 5.5 millones de toneladas de 2013 a tan sólo 1.7 al cerrar
noviembre del 2014.
Además
de sus riquezas propias, Lázaro Cárdenas tiene una ubicación estratégica para
el comercio, legal e ilegal, que del municipio el centro de múltiples disputas,
pues al Norte limita con Arteaga y la Sierra Madre del Sur, al Oeste con el
municipio indígena de Aquila y con la misma sierra, al sur con el Océano
Pacífico y al Este con el municipio de La Unión, en el convulsionado estado de
Guerrero.
De
acuerdo con los últimos recuentos poblacionales, en Lázaro Cárdenas viven más
de 171 mil habitantes distribuidos en la cabecera municipal y cinco tenencias
principales: Guacamayas, la más grande, sólo superada en población por la
cabecera municipal; Buenos Aires, La Mira, Playa Azul y Caleta de Campos.
Adicionalmente, cuenta con 26 encargaturas que
vigilan el orden de las 159 pequeñas comunidades que tiene registradas el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Bajo
esa división política se encuentra un universo de electores integrado por casi
134 mil mayores de 18 años, que hacen de Lázaro Cárdenas la cuarta ciudad en
importancia del estado, sólo detrás de Morelia, Uruapan y Zamora que, sin
embargo, adolecen del desarrollo industrial del municipio costero.
El desarrollo industrial del municipio ha
generado también un rápido crecimiento urbano y fenómenos migratorios inéditos
en otros municipios de la entidad, pues en sus calles conviven empresarios
extranjeros y nacionales con mineros de distintas partes de la república,
obreros de distintos y poderosos gremios, así como comerciantes y campesinos de
las 159 pequeñas comunidades dispersas que resisten el caótico avance de las
ciudades.
La
historia política del municipio se trastoca en 1990, cuando la ola democrática
del país saca al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la presidencia
municipal y asume la izquierda parlamentaria con Manuel Santamaría Contreras,
que repetiría en el periodo 2002-2004 sin concluir su administración por
acusaciones de malversación de fondos, que no prosperaron.
Desde
entonces, la vida política en Lázaro ha sido complicada, pues ninguno de los
ediles electos en urnas terminó sus mandatos acusados ya por malversación de
fondos o por vínculos con la historia organizada, que es el motivo que mantiene
en la cárcel a Arquímedes Oseguera Solorio, el último ex presidente, parte del
equipo político de julio César Godoy, hermano del ex gobernador Leonel Godoy,
al que aún busca la justicia mexicana por sus relaciones con Servando Gómez
Martínez, La Tuta.
En Lázaro Cárdenas, desde 1990 la alternancia
se ha dado entre el PRI y sus aliados del Partido Verde Ecologista, y el
actualmente gobernante PRD, pero el PAN ha incrementado su presencia en los
últimos procesos y se ha consolidado como la tercera fuerza en la entidad.
Sin embargo, hasta ahora sólo el PRI ha
definido su candidatura en la persona de Armando Carrillo Barragán, un priista
de viejo cuño que promete luchar contra la impunidad y corrupción.
Ni
el PRD ni el PAN tienen aún propuestas visibles para la alcaldía, aunque ya
nominaron a la apatzinguense Maricruz Campos para la diputación local, en el
caso del PRD, y al empresario Pioquinto Huato Huato para la diputación federal
del Distrito Federal por parte de Acción Nacional.
(QUADRATIN/
MIGUEL ANGEL SÁNCHEZ/01/03/15 14:35PM)
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