lunes, 10 de marzo de 2014

UNOS 150 CRUZAN FRONTERA PARA PEDIR ASILO EN EU

BOSTON.- Después de ocho meses de separación María Inés Peniche Vargas logró reunirse con sus padres, aunque el encuentro fue a través de las rejas que separan la frontera entre San Diego y Tijuana. 
  "Estuvimos muy emocionados", dijo Peniche, de 23 años, quien regresó a Estados Unidos en julio del año pasado después de cruzar la frontera y pedir asilo. "Las rejas están cubiertas por una malla muy pequeña, pero pudimos tocarnos los deditos. Ahora sólo nos queda esperar". 

Los padres de Peniche esperan seguir los pasos de su hija que vive en Boston, donde la familia residió por 11 años hasta 2012 cuando volvieron a México. Junto con más de 150 personas, los Peniche Vargas planean cruzar la frontera el lunes y pedir asilo en el puesto fronterizo de San Ysidro, en San Diego. 

La acción forma parte de la campaña "Tráiganlos a Casa" organizada por la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA, por sus siglas en ingles) para reunificar a familias separadas porque algunos de sus miembros fueron deportados o forzados a salir del país. 

Junto con los Peniche Vargas, hay otras cinco familias que esperan cruzar para reunirse con sus seres queridos al otro lado de la frontera. El encuentro en la frontera en San Diego y Tijuana del domingo fue el preámbulo para el evento. 

Entre los que buscan regresar figuran personas que fueron deportadas después de haber sido arrestadas en la calle por conducir sin licencia o en estaciones de autobuses y redadas. También hay otros que regresaron a México cansados de vivir con miedo y sin permiso legal para residir en territorio estadounidense. La mayoría son familias acompañadas de niños, a diferencia de las acciones de julio y septiembre que trajeron de regreso sólo a jóvenes que crecieron en Estados Unidos. 

Con este acto, los activistas buscan llamar la atención del gobierno sobre las familias quebradas a causa de las deportaciones. Según la agencia federal de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) el gobierno de Barack Obama ha deportado cerca de dos millones de personas entre 2009 y 2013. 

"El clima político no es propicio para una reforma migratoria", dijo Mohammad Abdollahi, cofundador de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes. "Por eso, hemos puesto el acento en las familias". 

La acción busca presionar al gobierno norteamericano para que ofrezca una salida a los que fueron deportados o forzados a dejar el país. "Todos los que hicieron su casa aquí y tuvieron que salir, deben poder regresar a casa", dijo Abdollahi en conversación telefónica con The Associated Press. 

  (EL MEXICANO / AP/ lunes, 10 de marzo de 2014 07:25 a. m.)

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