sábado, 15 de febrero de 2014

RESTRICCIÓN DE ARMAS A GUARDIAS NOS DEJA INDEFENSOS: EMPRESARIOS



La migración que deben hacer –casi de manera inmediata– cientos de escoltas acreditados como agentes de policía Clase E, para convertirse en agentes de seguridad privada, ha provocado molestia y preocupación entre los empresarios porque los dejará prácticamente en estado de indefensión al ser reducido el calibre del armamento que tendrán que portar sus guardias.

Escoltas de empresarios fronterizos dijeron estar en desventaja ante la delincuencia organizada y rechazaron el retiro de las armas semiautomáticas y automáticas –que portan actualmente– para utilizar pistolas calibre .380 y escopetas calibre 12, que son las autorizadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“Quedamos indefensos para brindar la seguridad a nuestros patrones. Nos dejan en total desventaja y en esas condiciones mejor renuncio, es como defendernos con resorteras contra fusiles de asalto”, dijo un elemento de seguridad privada entrevistado ayer a condición del anonimato.

A su vez, empresarios se dijeron preocupados si es que se limita el tipo de arma que pueden usar sus guardias, y señalaron que dialogarán con las autoridades para no quedar desprotegidos.

Octavio Fuentes Téllez, presidente de Grupo Imperial, dijo que lo primero que harán es dialogar con la autoridad para poder mantener el mismo esquema que tienen hasta ahora, en donde pueden portar armas que les permiten defenderse de secuestros y cualquier ataque.

“Todo es poquito para lo que traen ellos (los delincuentes)”, dijo el empresario.

El fiscal general Jorge González Nicolás informó que todos los escoltas de empresarios deberán regresar los permisos de portación de armas que facilitó el Gobierno estatal, el cual además les daba categoría de agentes policiacos tipo “E”.

Este permiso les ha permitido usar calibres para uso exclusivo del Ejército, como fusiles AR-15 y pistolas 9 milímetros, lo cual contraviene la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que impide que particulares usen este tipo de armamento.

Miguel Macías, director de la empresa Impulsora de Seguridad Privada, dijo que los empresarios en Chihuahua quedarán desprotegidos por las prácticas monopólicas que impulsa desde la propia Sedena el general retirado Alejandro Sandoval Torres, quien funge como apoderado legal de la Agencia de Seguridad Integral, la cual es la única en el estado que ofrece el servicio de gestión para el porte de armas de fuego para los escoltas.

“Lo que sabemos es que una empresa procedente de Guadalajara que ofrece este mismo servicio viene a instalarse a Ciudad Juárez y a pelear el mercado. El general Sandoval está presionando ante Sedena para que exija al Gobierno del Estado el cumplimiento al reglamento de la Ley Federal de Seguridad Privada”, señaló.

Los escoltas dijeron a El Diario que desde la semana pasada varios agentes clase “E” fueron obligados a entregar el armamento –pagado por los propios patrones– a la Fiscalía General del Estado y ahora están descansados.

Mientras, el empresario deberá adquirir el servicio de seguridad privada ante la empresa mencionada.

“Un empresario ya perdió cien mil pesos porque él contaba con dos escoltas que portaban, cada uno, un arma corta y una larga. Al registrar las armas dentro de la licencia colectiva 166 que ampara a las corporaciones policiacas, él firmó un documento de donación voluntaria y ahora perdió una fuerte inversión que hizo en su seguridad”, dijo el agente entrevistado.

Agregó que en menos de una semana al menos seis empresarios locales ya no cuentan con personal armado, ya que la Fiscalía les retiró el armamento y el permiso de porte.

El empresario Fuentes Téllez dijo que hace dos años se dio una problemática similar que los dejaba descubiertos, pero se cabildeó con éxito, de manera que los guardias ahora portan las armas que necesitan.

Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), dijo que muchos empresarios de la ciudad aún llevan guardias porque los consideran necesarios.

Indicó que, en parte, gracias a esta figura es que se ha logrado abatir el número de secuestros, el delito que más afectó al empresariado.

Sotelo Suárez agregó que ya existe preocupación en el gremio por el cambio de esquema de los guardias, e incluso algunos ya lo están haciendo.

Dijo que si bien el costo no es un problema, sí puede haber un conflicto si es que al cambiar la figura legal de los actuales agentes “E” a empleados de una empresa de seguridad se reduce el calibre de las armas.

“No deberían dejarlos indefensos”, comentó.

“Hay personas que quieren, pueden y necesitan traer un escolta y se les debe de dar la facilidad para que lo tengan y esas necesidad nacen de la percepción de delincuencia que aún hay en la ciudad”, expresó.

Carlos Riquelme Canales, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Ciudad Juárez, indicó que varios representantes del sector en la ciudad aún cuentan con guardaespaldas porque así lo creen necesario.

Agregó que se sabe que se tiene que cumplir con la normatividad y el sistema debe de estar bien regulado, pero no exponiendo a los mismos agentes, quienes al reducirles el poder del arma, quedan en desventaja con los delincuentes.

ANTECEDENTES

El general Alejandro Sandoval Torres, quien comandó la guarnición local hasta 2009, funge como apoderado legal de la empresa de seguridad privada cuyo principal servicio es la gestión de permisos de portación de armas ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de acuerdo con fuentes de la Fiscalía.

Su empresa se consolidó poco antes de que la Sedena notificara a los gobiernos estatales que, en agosto 31 de 2011, se pondría fin al esquema que por años permitió que cientos de guardias de seguridad privada portaran armas como si fueran agentes de seguridad pública; trámite que, informó también el Ejército a las autoridades locales, se debe hacer a través de empresas de seguridad privada legalmente constituidas.

En una entrevista con El Diario, Sandoval Torres descartó que existiera un conflicto de intereses por su retiro del Ejército Mexicano y la consolidación de su empresa privada que tramita los permisos ante la instancia de gobierno para la que trabajó durante más de 20 años.

“No, de ninguna manera. ¿Cómo va a ser un conflicto de interés? Yo me retiré del Ejército por así convenir a mis intereses; no hay ninguna otra explicación”, dijo Sandoval.

La empresa Agencia de Seguridad Integral es propiedad de Patricia Álvarez, esposa de Sandoval Torres y quien, en entrevista, también descartó la existencia de conflicto de intereses ya que, por el contrario, dijo, es mejor que este tipo de actividades queden en manos de personas conocedoras del tema.

“Habría un conflicto si fuera un servidor público; él ya es libre, puede trabajar donde quiera. Es el mismo caso de muchísimos ex militares que trabajan por fuera”, indicó Álvarez.

De acuerdo con Álvarez, la Agencia de Seguridad Integral es la única en Ciudad Juárez que, a la fecha, cuenta con licencias de portación de armas colectivas de orden federal, lo cual significa que el escolta que utilice uno de esos permisos puede portar los instrumentos de fuego en todo el territorio nacional.

Ese año (2011), la empresa abriría un mercado de cientos de escoltas privados que por disposición de la Sedena deberían regresar los permisos de portación de armas que, previo pago, les facilitaba el Gobierno estatal, el cual además les daba categoría de agentes policiacos tipo E y les permitía usar calibres exclusivos para uso exclusivo del Ejército, como fusiles AR-15 y pistolas 9 milímetros.

Pero esta modalidad, de acuerdo con Álvarez, infringía sobre todo la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, la cual impide que particulares usen este tipo de armamento.

“Es donde el Estado cayó en la ilegalidad. Si a lo mejor ellos hubieran hecho esa negociación con una agencia, como lo estaban haciendo, pero hubieran otorgado los calibres permitidos por la ley, no hubiera pasado nada y el empresario ya se hubiera acostumbrado”, dijo Álvarez.

Fue así, señaló la empresaria, que ella tuvo la idea de crear una empresa que pudiera meter en la legalidad a los empresarios cuyos escoltas portaban armas que sólo correspondían al Ejército Mexicano.

Álvarez y Sandoval explicaron también que las leyes vigentes permiten sólo ciertos calibres para el uso de los guardias de seguridad privada –como pistolas .380 o .38 súper, así como escopetas calibre 12– y que, si bien son menores que los del uso exclusivo del Ejército Mexicano, pueden servir puntualmente para el trabajo de protección que corresponde a este tipo de empleados.

Todo depende, insistieron, en la capacitación y el adiestramiento con que cuenten los guardias de seguridad, ya que su labor, dijo Sandoval, es sólo proteger a los sujetos que los contratan y sacarlos del peligro, mas no combatir a los criminales ni perseguirlos.

“Esto es algo histórico, algo que no se ha visto en 30 años”, dijo personal de esta empresa que ayer concedió una entrevista, ya que el general Sandoval no se encontraba.

La entrevistada dijo que el gobernador César Duarte, por la situación de inseguridad que se vivió en el estado, tal vez arregló esos permisos, pero ahora se deberán ajustar a la normatividad.

“Los escoltas no están desarmados, se les permitió el porte de sus armas en este proceso de migración, nosotros estamos trabajando a marchas forzadas desde la semana pasada porque estamos requiriendo la documentación al nuevo personal que se va a registrar”, precisó.

Dijo que en todo el país esta empresa tiene presencia en 22 estados, en Chihuahua son los únicos, y tienen mil 500 agentes registrados con su porte de arma debidamente legal.

“Los agentes Clase E van a ser empleados nuestros, ellos eran policías y ahora van a ser empleados nuestros y esta empresa va a cobrar por un servicio de seguridad privada. Con este paso se entrará a la normatividad, porque existe la cultura en el mexicano de hacer todo chueco, ahora se va a cumplir la ley”, dijo.

(EL DIARIO / LUZ DEL CARMEN SOSA/BERENICE GAYTÁN/   2014-02-13 | 22:22)

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