lunes, 2 de diciembre de 2013

EL FIN DE LAS MINI-MISSES EN FRANCIA

París, Francia.- El senado francés votó esta semana la prohibición de los concursos de minimisses, en los que niñas vestidas de princesas o disfrazadas de mujeres miniaturas compiten en función de sus atributos físicos.

De acuerdo con información difundida por el diario El País de España, la portavoz del Gobierno y ministra de los Derechos de la Mujer, Najat Vallaud-Belkacem, había propuesto una opción intermedia que obligara a una autorización previa a cada concurso. Pero los senadores han decidido que las menores de 16 años simplemente no tienen nada que hacer en un concurso de belleza.
Hasta entonces, la pequeña Léna, de siete años, seguirá subiéndose a las pasarelas, en las que es toda una veterana.
"No dejemos a nuestras niñas creer desde pequeñas que no valen más que por su apariencia. No dejemos que el interés comercial gane sobre el interés social", señaló la senadora y ex ministra Chantal Jouanno, impulsora del proyecto aprobado.
En total, 196 senadores han aprobado el veto y 146 han votado en contra de esta enmienda especialmente severa, dado que prevé para quienes lo incumplan una pena de hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa.
El año pasado, Jouanno elaboró un informe sobre el fenómeno de la hipersexualización de las niñas, definido en el documento como "La sexualización de las expresiones, posturas o códigos de la vestimenta considerados como demasiado precoces". El documento alertaba sobre la generalización de esta tendencia, en el mundo de la moda, de la publicidad, pero también en la vida diaria de las pequeñas, empezando por la escuela. Destacaba, por ejemplo, la comercialización de sujetadores para niñas de ocho años con relleno.
La iniciativa surgió luego de un polémico reportaje fotográfico de la revista Vogue en su número especial de navidades de 2010 en el que niñas de apenas siete años posaban vestidas de verdaderas femmes fatales, con tacones Louboutin, maquillaje exagerado y joyas carísimas.
Los poderes públicos y la justicia no han dudado así en actuar cuando consideran que se sobrepasaban los límites, muy obvios en los casos más extremos.
La periodista Ana Teruel, afirma en el artículo de El País, que "la línea puede ser muy sutil entre el cuento del inocente "juego de princesas" y una perversa hipersexualización de unas niñas apenas conscientes de ello. Sobre todo, al optar por la prohibición pura y dura, el mensaje es claro: no son las derivas, sino el principio mismo de valorar a una niña por su aspecto físico el que es nocivo para su desarrollo".

(ZOCALO/  AFP / 02/12/2013 - 10:20 AM)

No hay comentarios:

Publicar un comentario