Como requisito para avanzar en las negociaciones del
TLCAN, las autoridades norteamericanas pedirán a la administración mexicana que
se asegure de adoptar previsiones para penalizar la corrupción gubernamental
La Casa Blanca ha dejado
claro que toda futura negociación comercial está condicionada por abatir la
corrupción oficial
Entre los 22 objetivos
planteados por el gobierno de Estados Unidos para la renegociación del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) destaca un punto relacionado al
combate a la corrupción, con dedicatoria especial para México.
En el documento enviado por
la Representación de Comercio de los Estados Unidos (USTR por sus siglas en
inglés) a los gobiernos de México y Canadá, los estadounidenses incluyen como
uno de sus objetivos primordiales el establecimiento de mecanismos
anticorrupción.
Las autoridades
norteamericanas piden, como requisito para avanzar en las negociaciones, que se
asegure la adopción de previsiones para penalizar la corrupción gubernamental,
tomar medidas para desalentar la corrupción y proveer sanciones y herramientas
de aplicación de las mismas en los casos de persecución de personas sospechosas
de participar en actos de corrupción.
Dentro del mismo apartado
anticorrupción, la USTR pide a las partes la adopción o en su caso el
mantenimiento de medidas que requieran que las empresas mantengan sus registros
y su contabilidad abiertas para facilitar la detección y rastreo de
transacciones involucradas con actos de corrupción.
Por último, pide el fomento
de códigos de conducta para estimular altos estándares éticos entre los
funcionarios públicos y el compromiso de las partes para no permitir la
deducción de los gastos en corrupción con propósitos y la evasión fiscal.
Sin duda, las condiciones
planteadas por las autoridades estadounidenses obedecen a su preocupación sobre
la situación de la corrupción que prevalece en muchos rubros de la vida pública
de México, no solo en la esfera política o empresarial, sino que permea a gran
parte del estrato social.
El costo de la corrupción y
los escándalos que han marcado gran parte de la vida pública del país en los
últimos años no son ajenos para la Casa Blanca, que ha dejado bien claro que
toda futura negociación comercial está condicionada por un verdadero compromiso
por abatir la corrupción, tanto la oficial como en el sector privado.
El mensaje es que, con el
sistema actual, no se puede seguir adelante con un nuevo Tratado de Libre
Comercio, y que para ello será fundamental establecer verdaderos mecanismos de
control y sanción para los actos de corrupción por un lado, y transparentar las
finanzas de las empresas por el otro para evitar prácticas fraudulentas o
ventajas indebidas.
Para muestra, el ejemplo de
los exgobernadores que enfrentan procesos judiciales, o la investigación de la
trama corrupta de Odebrecht en México o los funcionarios mexicanos que tienen
cuentas pendientes en las Cortes estadounidenses como los exgobernadores Tomás
Yarrington y Eugenio Hernández, o el caso del exfiscal de Nayarit, Édgar
Veytia, detenido recientemente en territorio estadounidense.
Además de la percepción que
se tiene de México por estos casos emblemáticos, preocupa sobre todo la
normalización de las prácticas de corrupción cotidianas, las prácticas
empresariales desleales, las licitaciones a modo, la doble contabilidad y la
poca capacidad de respuesta oficial para inhibir estos actos y sobre todo para
penalizarlos.
De acuerdo a un informe del
Departamento de Estado de Estados Unidos titulado “Clima de Negocios en el
Mundo” dado a conocer a principios de julio, México es un país en donde es muy
común el pago en sobornos a funcionarios, además de la falsificación de
facturas y el desvío de fondos públicos, entre otros.
Según el Índice de Percepción
de la Corrupción elaborado por la organización Transparencia internacional,
México se ubicó durante 2016 en el lugar 123 de los 176 países evaluados por el
estudio, obteniendo una calificación de apenas 30 puntos sobre 100.
El tema anticorrupción será
sin duda uno de los más polémicos en la negociación del TLCAN.
(REPORTE INDIGO/ CARLOS SALAZAR/ Jueves
20 de julio de 2017)
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