MÉXICO,
D.F. (Apro).- El trágico descubrimiento del cadáver de un niño refugiado sobre
una playa turca, que conmocionó al mundo en septiembre pasado, volvió a
repetirse en las últimas horas.
Siete
migrantes perecieron ahogados al chocar con una embarcación de la Guardia
costera griega frente a la Isla de Lesbos, informó la Policía portuaria.
Tres
niños y un bebé forman parte de las víctimas mortales.
Sus
imágenes, aún con los chalecos salvavidas puestos, volvieron a causar
indignación alrededor del mundo, consignó la agencia noticiosa AFP.
Los
guardacostas rescataron a 31 personas de ese accidente, pero otras ocho
continúan desaparecidas.
De
acuerdo con las primeras investigaciones, el choque de las dos embarcaciones
–“una cáscara de nuez” llena a rebosar de personas y una fragata que centuplica
su tamaño– se produjo por las adversas condiciones meteorológicas, con fuertes
vientos y olas de varios metros.
No
obstante, hay indicios de que la barca intentó huir ante la llegada de la
patrulla costera.
El
Ministerio griego de Marina Mercantil precisó que se abrirá una investigación
de las circunstancias de la tragedia.
La
guardia costera ha rescatado a 830 personas en las islas orientales del Egeo
entre el miércoles y esta mañana de jueves.
De
acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en
lo que va del año han muerto más de 3 mil personas en el Mediterráneo.
Sólo
el ritmo de llegadas a Grecia se sitúa en unas 7 mil personas diarias.
(PROCESO/
LA REDACCIÓN/ 15 DE OCTUBRE DE 2015)
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