Raymundo
Riva Palacio
El
más grande misterio de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán es cómo nadie en el
Cisen y la Policía Federal, que tenían a su cargo la vigilancia exterior en el
penal de El Altiplano, se diera cuenta de la construcción de un túnel que es
una de las más grandes obras de ingeniería criminal en la historia de México,
que se inició a los cuatro meses y medio de haber sido recapturado. Jornaleros trabajaron
durante 374 días, de día y de noche, a partir de una casa que parecía bodega, a
un kilómetro y medio de la cárcel.
El
túnel comenzaba en una boca de 110 centímetros de lado y terminaba en una de 50
centímetros en la celda 20 que ocupaba “El Chapo”, y subía y bajaba por debajo
de la tierra para evitar los cimientos del muro exterior del Penal y librar el
armazón de seguridad, con profundidades hasta de 20 metros, equivalente a un
edificio de 10 pisos. La magnitud de la obra –hecha con equipo eléctrico y a
mano–, y la complejidad de su construcción –la tecnología y los sistemas para
deshacerse de la tierra extraída– no pueden entenderse sin saber cómo se
edificó.
“El
túnel fue construido comenzando al interior de una construcción tipo bodega de
forma rectangular de siete metros con 20 centímetros de ancho por 10 metros con
50 centímetros de largo”, concluyeron Juan Gabriel Gutiérrez Jiménez y Roberto
Caballero Hernández, que realizaron el peritaje el 12 de julio, horas después
de la evasión. Dentro de la bodega encontraron un acceso subterráneo de siete
metros de altura, que llevaba a un segundo nivel donde había un cuarto de
máquinas que resguardaba instalaciones eléctricas, máquinas y herramientas de
trabajo.
Los
peritos dijeron que el tamaño promedio del túnel era de 65 centímetros de ancho
por un metro con 46 centímetros de alto, y una longitud de mil 425 metros
lineales, “el cual está provisto y adosado a la parte superior izquierda del
cielo de la sección del túnel de un sistema de extracción de aire a base de
extractores y tubería de PVC de cuatro pulgadas de diámetro, electrificación
para alumbrado interno, así como un sistema de acarreo de material y
comunicación a base de armones remolcados por vehículos automotores de dos
ruedas guiados por vías a base de rieles de perfiles tubulares de carbono de
dos pulgadas de diámetro.
“Así,
al final del túnel después de recorrer los mil 425 metros se llega a una
excavación vertical en varios tramos de forma escalonada que comunican a la
perforación o boquete existentes en losas de cimentación y piso terminado del
área de la regadera de la celda número 20, en donde se aprecia un sistema de
soporte a base de perfiles metálicos tipo de dos pulgadas, así como ademes
metálicos que soportan estructura de placa corrediza de acero, la cual refuerza
el uso del trabajo de un gato hidráulico entre la losa de cimentación y el
firme de concreto armado del área de la regadera de la celda… el cual fue
desprendido debido a la fuerza aplicada del gato hidráulico previa preparación
con herramienta de mano, pudiendo ser cincel y segueta para el corte de la
malla electrosoldada”.
Sobre
la cantidad de la obra y el tiempo estimado de su ejecución, los peritos
dijeron: “Para efectos de determinar el tiempo estimado de la construcción de
la obra subterránea tipo túnel y toda vez que no se tiene certeza de la
cantidad de personal y jornada de trabajo por día, consideramos el análisis
conjunto de dos supuestos. El primero, tomando en cuenta que la excavación pudo
haber sido ejecutada con equipo eléctrico como taladros, aunado al uso de
herramientas como barretas, picos y palas, y así como los acarreos de material
fueron realizados con ayuda de armones y tomando en cuenta un solo frente de
trabajo debido a maniobrabilidad del área de trabajo, se considera que fueron
necesarios trabajar dos jornadas de ocho horas cada una por día con una
cuadrilla de trabajo… (que) pudiera conformarse por un oficial y tres peones…
Se estima un rendimiento de excavación y extracción de material de cinco metros
cúbicos por día…
“El
segundo supuesto es exactamente de las mismas características que el primero,
sólo que se considera que fueron necesarias trabajar tres jornadas de ocho
horas cada una por día con una cuadrilla de trabajo, (por lo que) se concluye
que el volumen de material excavado es de mil 755 metros cúbicos, el cual debió
haberse realizado en las condiciones citadas entre 374 y 375 días calendario”.
El
sistema de sensores subterráneos no detectó el movimiento que causó la obra
porque no funcionaba. Tampoco servía el audio de los sistemas de videograbación
de la Policía Federal. ¿Qué pasó con el equipo del CISEN que era autónomo al de
la Policía Federal. ¿Tampoco funcionaba? Las preguntas no están respondidas en
la investigación, ni el porqué cuando las autoridades carcelarias pidieron al
comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, apoyo para la seguridad en
las torres que vigilaban el exterior por falta de personal en el Penal,
respondió que no era su trabajo.
El
túnel se hizo bajo sus narices y no se dieron cuenta, o no quisieron darse
cuenta. La investigación no resolverá el misterio del túnel de “El Chapo” sin
que los responsables en esas áreas aclaren sus respectivas competencias.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
/ twitter: @rivapa
(ZOCALO/
COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 16 DE OCTUBRE 2015)
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