Humildes Trabajadores Agrícolas Explotados y
Esclavizados en la región Guaymas--Empalme.
EL ''campo 52'' en el valle de Empalme ha cobrado triste notoriedad en los últimos días.
Trabajadores contratados para laborar ahí se quejan de tratos esclavizantes.
Toda esta gente es ''enganchada'' en el sur del país y traídos a la región con engaños, según cuentan los denunciantes.
Les ofrecen ''el oro y el moro'', pero la realidad resulta muy diferente.
La verdad de las cosas es que los tratan de manera denigrante, rebajando la condición humana de esas personas. No les pagan lo que les ofrecen y los acomodan en barracas inmundas, sin nada de higiene, incómodas y peligrosas, en un hacinamiento cruel, impropio hasta para los animales.
Por otra parte no les dan la obligada garantía del Seguro Social y en ese sentido quedan al garete, totalmente desprotegidos en casos de enfermedades o accidentes laborales.
Las quejas de los trabajadores agrícolas han sido repetidas. Todas en el mismo tenor y hasta hoy que sepamos, ninguna autoridad ''ha dado'' la cara'' por estos desdichados, a excepción de una agrupación de derechos humanos de Empalme, que ha actuado a petición de los agraviados con buenos resultados.
Primeramente fueron poco más de sesenta trabajadores, del lejano estado de Guerrero los que denunciaron su triste e indignante situación. Su caso fue resuelto por la mediación de dicho organismo defensor de los derechos humanos. Se les liquidó y el contratante los remitió a su lugar de origen pagándoles el costo de los pasajes.
Hoy de nueva cuenta otros jornaleros --hombres y mujeres-- provenientes del estado de Morelos, volvieron a quejarse por lo mismo y contra el mismo patrón del ''Campo 52''.
Se esperaba para ayer lograr la liquidación de ley en favor de estas nuevas personas y remitirlos a su lugar de origen.
Parece increíble que todo mundo se de cuenta de lo que está sucediendo con los trabajadores agrícolas en la región de Guaymas-Empalme, menos las autoridades laborales y ni tan siquiera el Seguro Social.Por lo visto y es de creerse, hay tolerancia hacia los patrones y ésta no es gratuita. Sabiendo de la corrupción que existe en México en las esferas oficiales, no dudamos que haya la clásica y tradicional ''mochada'' de por medio.
Las formas de esta nueva esclavitud irritan profundamente. No puede ser posible que existiendo leyes laborales muy explícitas, se transgredan de manera tan descarada.
Por otra parte y esto es lo peor y más grave del asunto es que la gente del sur, casi todos ellos indígenas, reciban un trato humillante, por su humildad y su calidad de aborígenes.
No puede ser posible que nosotros que censuramos acremente la discriminación y el racismos contra nuestros connacionales en el vecino país del norte, esas prácticas infames las realicemos --y las aceptemos-- en México y contra los propios mexicanos.
Ya es hora de superar la barrera de la inmoralidad y su prima hermana la corrupción, y apliquemos la ley con todos su peso contra los que proceden de manera ilegítima, abusando de gente que por su pobreza e ignorancia poco o nada sabe y puede defenderse los atropellos patronales..
(Facebook / Columna del Profr. Alejandro ramírez Cisneros/ 06 de Diciembre 2013)
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