México, D.F.-
Amenazas, secuestros de familiares y el riesgo de ser asesinados son
situaciones que enfrentan en México los presidentes municipales, tan sólo de
enero a la fecha ocho alcaldes fueron ultimados.
La cifra
representa una cuarta parte de los registrados durante los seis años del
gobierno anterior. Además, siete ediles han huido a otros municipios por
amenazas, tanto del crimen organizado como por grupos de autodefensa.
En 25
municipios de 13 estados, principalmente de Michoacán, Guerrero, Oaxaca,
Chihuahua y Veracruz, se han dado en mayor medida los crímenes en contra
de quienes son la primera instancia gubernamental.
En Morelos,
Durango, Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Puebla y
Zacatecas también han sufrido agresiones.
En Michoacán, los
presidentes municipales de Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Aguililla y
Aquila tuvieron que abandonar sus municipios desde febrero por las amenazas de
las autodefensas y del crimen organizado. En Cuetzala de Progreso, Teloloapan y
Apaxtla de Castrejón, municipios guerrerenses, se quedaron sin ediles quienes
huyeron al ser intimidados por delincuentes.
Everardo Hugo
Hernández Guzmán, alcalde electo de San Andrés Cabecera Nueva, Oaxaca, fue
atacado en septiembre por un hombre quien le disparó en la cabeza cuando se
encontraba en un restaurante, murió al instante.
El 10 de octubre
se registró el homicidio del expresidente municipal, Julio César Salinas Terán,
de Huehuetlán, San Luis Potosí, quien fue asesinado al salir de su casa por
hombres armados.
El resto de los
alcaldes que perdieron la vida son Wilfrido Flores Villa, de Nahuátzen,
Michoacán; Feliciano Martínez Bautista, de San Juan Mixtepec, Oaxaca; José René
Garrido Rocha, de San Salvador el Verde, Puebla; Celestino Felix Vázquez Luis,
de San Miguel Tilquiapan, Oaxaca; Aquiles González, de Guadalupe, Zacatecas;
Gerónimo Manuel García Rosas, de Aquila, Veracruz.
En casi todos
estos casos, los ediles son asesinados con un arma de alto poder y en sólo dos
casos los ediles fueron secuestrados previamente.
La semana pasada,
la Conferencia Nacional de Municipios dio a conocer que 938 de los 2 mil 457
ediles están amenazados por la delincuencia organizada, destacó el secuestro de
30 presidentes municipales durante los últimos seis años; sólo una alcaldesa ha
sido asesinada.
Los alcaldes no
son las únicas víctimas, en lo que va del año al menos tres han sufrido el
asesinato, secuestro o desaparición de un familiar, como Manuel Serrano
Vallejo, padre de la presidente municipal de Ixtapaluca, a quien reportan como
desaparecido desde el pasado 7 de octubre cuando encontraron su vehículo vacío
y en una carretera en Cuautitlán.
Otro caso es el
del asesinato del ex candidato del PAN a la alcaldía de Tlalquitenango, Morelos,
Ignacio Domínguez Carranza, quien fue asesinado junto con su familia
cuando se encontraba en su casa. Fue aspirante a la alcaldía en el 2009.
Del 2006 al 2012,
se registró el asesinato de 31 alcaldes, la mayoría de estos en territorios
estratégicos para el crimen organizado, ya sea por la siembra de enervantes o
porque son corredores de narcóticos hacia Estados Unidos. Durango y Michoacán
fueron los estados más peligrosos, cinco de los 31 presidentes municipales
gobernaban en estas dos entidades.
El abandono del
Estado hacia estos funcionarios es comparable con la que vivió Colombia durante
el 2002, donde cerca de 400 alcaldes estaban amenazados, la diferencia es que
el gobierno brindó seguridad a éstos para que pudieran gobernar y así impedir que
los cárteles del narcotráfico tomaran el poder.
Elecciones
peligrosas
Las pasadas
elecciones locales se tornaron violentas por el asesinato de tres candidatos
que competían por la presidencia municipal en los municipios de Guadalupe y
Calvo, Martínez de la Torre y San Dimas, en los estados de Cihuahua, Veracruz y
Durango, respectivamente.
Jaime Orozco
Madrigal, candidato del PRI a la presidencia de Guadalupe y Calvo, fue
secuestrado y encontrado cuatro días después en un paraje despoblado, este
municipio es considerado de los más violentos.
El candidato por
el Movimiento Ciudadano a la alcaldía de San Dimas, José Ricardo Reyes Zamudio,
fue plagiado y ultimado por un grupo armado. Su hija, Alma Leticia Reyes
Guerra, se registró como sustituta y ganó la elección.
(VANGUARDIA/ Redacción/ 19 de Octubre 2013)
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