El
móvil del asesinato de tres personas a finales de mayo en las Plazas Outlet
Lerma, en el Estado de México, era silenciar sobre todo a una de ellas: un
exintegrante de Los Zetas que se convirtió en testigo “protegido” de la PGR en
sus casos contra los capos capturados. El chofer y contacto de los sicarios
traídos desde Nuevo Laredo, Tamaulipas, para cometer el crimen afirma que la
ejecución la ordenó el abogado de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z40.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- El viernes 29 de mayo en las Plazas Outlet Lerma, en plena
actividad comercial, tres personas fueron asesinadas cuando acababan de comer.
Dos de los agresores fueron detenidos. La oficina de comunicación del
ayuntamiento que forma parte de la zona metropolitana de Toluca, Estado de
México, presumió que se trataba de una ejecución. Hasta ahí llegó la
información oficial.
Por
las declaraciones de uno de los detenidos, ahora se sabe que una de las
víctimas fue un testigo clave de la Procuraduría General de la República (PGR),
conocido con el sobrenombre de Karen, un desertor del Ejército que primero se
sumó al cártel de Los Zetas y luego al programa de testigos protegidos de la
PGR.
Durante
una década, Karen sirvió a la PGR en averiguaciones previas contra Los Zetas,
en particular contra su exlíder Miguel Ángel Treviño Morales, El Z40, detenido
por fuerzas federales en julio de 2013, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De
acuerdo con la carpeta de investigación de la Procuraduría General de Justicia
del Estado de México (PGJEM), el testigo protegido fue ultimado por declarar
contra el sucesor de Heriberto Lazcano, El Lazca, en el liderazgo de Los Zetas…
Fragmento
del reportaje que se publica en la edición 2017 de la revista Proceso, ya en
circulación.
(PROCESO/ JORGE CARRASCO ARAIZAGA/ 27 DE
JUNIO DE 2015)
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