NUEVO
BALSAS, Gro. (proceso.com.mx).- Durante un operativo realizado esta mañana,
policías comunitarios de los poblados de Nuevo Balsas y la Fundición liberaron
a 10 de las 18 personas secuestradas ayer por un comando al servicio del grupo
delictivo La Familia.
Seis personas,
entre ellas un contratista de la minera Media Luna y una mujer se encuentran en
la clínica de salud del poblado de Nuevo Balsas y cuatro más lograron escapar
al golpear a uno de los secuestradores. No obstante, uno de ellos resultó
herido en el forcejeo y se quedó en el cerro mientras que las tres víctimas
restantes pudieron escapar y en este momento son trasladados por policías
comunitarios a recibir atención médica.
La
liberación de los plagiados se registró en el punto conocido como “El 80”, justo
en las viejas vías de ferrocarril donde en la época porfirista se realizaban
labores de minería, en la ribera del río Balsas.
Acompañados
de elementos del Ejército, los pobladores se desplegaron en la ribera del río y
en los cerros para localizar al resto de las víctimas.
En
estos momentos en la zona predomina una tensa calma mientras los habitantes se
concentran en el centro de Nuevo Balsas para recibir a los liberados, cuyo
estado de salud aún se desconoce.
De
acuerdo con la versión de las víctimas, los plagiarios siguen en el cerro y
mantienen retenidos al resto del grupo.
El
secuestro masivo ocurrió la tarde del viernes pasado en esta zona minera del
municipio de Cocula.
Policías
comunitarios informaron que al menos 18 personas habrían sido privadas
ilegalmente de su libertad por un comando que instaló un retén de las 17:00 a
las 18:00 horas en el crucero que conduce al poblado de Olea, sobre el tramo
carretero Nuevo Balsas-Cocula.
Precisaron
que 12 de las víctimas son trabajadores de contratistas de la minera Media
Luna; cuatro del poblado La Fundición y dos más de Nuevo Balsas.
Los
pobladores responsabilizaron de esta acción criminal a Uriel Wences Delgado La
Burra, un operador del grupo delictivo La Familia, que fue expulsado por la
guardia comunitaria desde diciembre de 2013 cuando los habitantes de este lugar
decidieron tomar las armas para enfrentar directamente la delincuencia.
(PROCESO
/ EZEQUIEL FLORES CONTRERAS/ 8 DE FEBRERO DE 2015)
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