jueves, 6 de junio de 2013

SEDENA DIFUNDIRÁ LOS 37 PARTES MILITARES DEL ALZAMIENTO ZAPATISTA

Marchan zapatistas a un día del aniversario de la matanza de Acteal. Foto: Xinhua
 
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregar y hacer pública la información contenida en 37 partes militares elaborados por las comandancias y zonas militares de Chiapas en los primeros 15 días del alzamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Al resolver este miércoles el recurso de revisión 1499/13 interpuesto por la peticionaria, la comisionada ponente Jacqueline Peschard Mariscal propuso al pleno que la Sedena entregue la información, con el argumento  de que, a 19 años de los hechos, “reviste un importante interés público”. Propuso, únicamente, omitir los nombres de los miembros del Ejército contenido en los partes, así como de los particulares.

Según se puede observar en el folio número 700044013, un usuario realizó la solicitud a la Sedena desde 2003. Sin embargo, hace 10 años no le fue entregada “por estar reservada. En esa ocasión, el pleno del IFAI modificó el plazo de reserva invocado en ese año por la Sedena”.

En respuesta, la Sedena indicó que los datos solicitados contenidos en el expediente “Documentación relacionada al levantamiento armado en el Estado de Chiapas” continuaban reservados, en virtud de que  el 10 de enero de 2012 solicitó ante el IFAI la ampliación del plazo de la clasificación, por lo que la reserva se mantendría hasta el 12 de abril de 2014.

No obstante, la ciudadana presentó un recurso de revisión ante el IFAI, turnado a la comisionada Jacqueline Peschard, en el que manifestó que ya pasaron 18 años desde que la información requerida se ha considerado clasificada, tiempo suficiente para que su difusión ya no ponga en riesgo la estrategia de seguridad de la Sedena.

En alegatos, la Sedena precisó que la información solicitada se encuentra clasificada con fundamento en el artículo 13, fracción I, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (LFTAIPG), “en virtud de que su difusión vulneraría la seguridad y defensa nacionales”, ya que el EZLN no se ha desistido de su postura y mantiene presencia real en su área de influencia, por lo que “representa un riesgo permanente para el Estado de Derecho”.

Asimismo, la dependencia argumentó que existen grupos inconformes que, al tener acceso a la información solicitada, pudieran obtener ventajas al conocer los principios y procedimientos de operación de las Fuerzas Armadas.

El IFAI dijo en una misiva que, derivado de una diligencia de acceso a la información clasificada, la comisionada ponente pudo advertir que son 37 los partes militares generados entre el 1 y el 15 de enero de 1994, en los cuales se describen acciones y operativos, informes y reportes que contienen datos, como: disposición de personas ante el Ministerio Público, número de heridos, aseguramiento de bienes y personas, número de personal que participó en determinadas acciones, número de objetos asegurados y, en algunos casos, tipo de calibre utilizado, número de cartuchos consumidos, matrícula de aviones, litros de turbosina consumida, nombre de personal militar, nombre de personas detenidas, su nacionalidad y la localidad a la que fueron trasladados y localización de personas agresoras, además de coordenadas de diversas lugares.

La Sedena informó al IFAI que sólo cuenta con esos partes militares; es decir, no cuenta con los requeridos respecto del periodo del 15 al 31 de diciembre de 1993, y del 16 al 30 de enero de 1994.

Tras el análisis jurídico del caso, la comisionada Peschard expuso que en relación con la reserva invocada respecto de los 37 partes militares generados entre el 1 y el 15 de enero de 1994, la información solicitada fue generada en un contexto que se circunscribe temporalmente a finales de 1993 y principios de 1994, es decir hace más de 19 años.

Peschard Mariscal añadió que, como resultado de lo anterior, los cambios políticos, sociales, económicos, culturales e incluso geográficos y del entorno físico de nuestro país han sido sustanciales y que, por tanto, el levantamiento armado del EZLN y la respuesta del gobierno federal dada en su momento obedecieron a la confluencia de una serie de factores sociales y políticos únicos, por lo que presuponer su repetición no es sostenible.

“El EZLN, al ser parte en el conflicto armado, tuvo contacto con los efectivos de la Sedena y con el equipo utilizado por los mismos, por lo que tiene conocimiento de la clase de armas, vehículos, fuerza aérea, cartuchos y número aproximado de militares que se emplearon en los operativos. 

Por tanto, la divulgación de la información solicitada no podría ocasionar un daño presente en relación con una posible actuación del EZLN en el futuro”, dijo Peschard Mariscal en favor de la difusión de la información.

Agregó que tanto la disposición como el tipo de personal en la zona, así como las vías de acceso y equipo cuya utilización es factible, varían dependiendo de la región del país, e incluso del estado de Chiapas mismo, por lo que no se advierte la probabilidad del daño a ocurrir, en relación con grupos inconformes diversos al EZLN, con la difusión de la información.

“Aunado a lo anterior, se advierte que, en el caso concreto, la información en cuestión reviste un importante interés público en conocer los términos en que el gobierno mexicano actuó en respuesta y, en su caso, previsión al levantamiento armado del EZLN el 1 de enero de 1994. Este interés público surge del escrutinio público al que tal acontecimiento fue y ha sido sometido desde el momento en que tal levantamiento tuvo verificativo en la región de Los Altos de Chiapas”, dijo en su exposición ante el pleno del IFAI.

El mayor cuestionamiento en torno a la actuación del Estado se ha concentrado, mencionó, en dilucidar la existencia de un verdadero respeto a los derechos humanos por parte, entre otros, de los miembros del Ejército.

“Se evidencia un legítimo interés de conocer los términos en los que el sujeto obligado operó en respuesta a las acciones del EZLN, máxime que la situación de conflicto armado que se presentó en el estado de Chiapas con motivo del levantamiento del EZLN exige, según las propias normas en materia de Derecho Humanitario e Internacional de los Derechos Humanos, un escrutinio tal que permita verificar el cumplimiento efectivo de sus disposiciones”, dijo Peschard Mariscal.

Según la comisionada del IFAI, el conocimiento de los partes militares solicitados abona a la rendición de cuentas, al permitir que la sociedad conozca los términos en los que la Sedena actuó en respuesta a un conflicto armado interno, evaluando en consecuencia la conformidad de su proceder en el marco de los compromisos internacionales que el Estado mexicano ha adquirido, tales como las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949 en materia de Derecho Humanitario.

“Sin embargo, se advierte que la publicidad de la información contenida en los partes militares admite excepción por cuanto hace al nombre de los efectivos que participaron en los operativos descritos, mismos que se deben omitir con base en la fracción IV del artículo 13 de la Ley de la materia, con el fin de resguardar su integridad física; así como toda aquella información de particulares que no obre en fuentes oficiales de acceso público, con fundamento en los artículos 3, fracción II y 18, fracción II de la LFTAIPG”, dijo Peschard Mariscal.

Por ello, a propuesta de la comisionada Jacqueline Peschard, el pleno del IFAI modificó la clasificación de los partes militares que elaboraron los oficiales en turno de las zonas o comandancias de Chiapas, del 1 de enero de 1994 al 15 de enero del mismo año, “ya que no actualizan la clasificación invocada en su totalidad, sino que, únicamente podrán ser omitidos: el nombre de los efectivos de la Sedena y de las personas físicas que obren en los mismos y no se localicen en fuentes oficiales de acceso público”.

El comisionado presidente, Gerardo Laveaga, aseguró que él es un admirador de las Fuerzas Armadas, y lejos de lastimar al Ejército se le da la oportunidad de revisar lo que hizo bien y mal: “Si hubo tropelías, que salgan a la luz y que se eviten en lo futuro. Dando a conocer estos partes no sólo contribuimos a una visión más amplia del Ejército, sino a un fortalecimiento del país, por ello yo estoy con el proyecto”.

Y es así que el propio IFAI instruyó a la Sedena a que entregue a la particular la información solicitada en versión pública, en la cual únicamente podrá omitir el nombre de los efectivos que participaron en el levantamiento armado del EZLN, así como toda aquella información de particulares, que no obre en fuentes oficiales de acceso público.

En relación con los partes militares del periodo que la Sedena consideró inexistentes, 15 días antes del 1 de enero y 15 días después del 15 de enero de 1994, la comisionada advirtió que derivado de una búsqueda, se encontró una vasta cantidad de información, oficial y no oficial, que describe la intervención militar en el estado de Chiapas, para el periodo solicitado por la particular, incluyendo datos precisos por fecha y lugar.

“De lo anterior se desprende que, desde marzo de 1993, la Sedena ya había iniciado operativos especiales para contrarrestar una escalada de violencia inusual en Chiapas. 

En cuanto al periodo comprendido entre el 16 y el 30 de enero de 1994, la Sedena publicó mediante su Boletín número 23, el 21 de enero de ese año, que las tropas del Ejército permanecían guarnecidas en las inmediaciones de las poblaciones de San Cristóbal de las Casas, Oxchuc, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, independientemente de las ubicadas en las instalaciones militares de Rancho Nuevo y Comitán”, dijo Peschard Mariscal.

Fue por ello también que el pleno del IFAI revocó la inexistencia respecto de los partes militares elaborados del 15 al 31 de diciembre de 1993 y del 16 al 30 de enero de 1994 e instruyó también a la Sedena una búsqueda de la información, en la que no podrá omitir los archivos del Estado Mayor, y su entrega a la recurrente en versiones públicas, omitiendo  el nombre de los efectivos que participaron en el levantamiento armado del EZLN; así como toda aquella información de particulares, que no obre en fuentes oficiales de acceso público.

Advirtió el IFAI que en caso de no localizar la información, la Sedena deberá declarar la inexistencia de la misma.

/ 5 de junio de 2013)

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