viernes, 4 de septiembre de 2015

Y LA MAYORÍA….¡BAILA ASÍ!


Mal comenzó la LXIII Legislatura este martes primero de septiembre.

Y es que los protagonistas de la nueva mayoría PRI-PVEM tienen prisa por demostrar que los tiempos de la cortesía parlamentaria y de tolerar a las minorías quedaron atrás.

Pragmáticos, los integrantes de la bancada del partido en el poder parten de una realidad: las futuras reformas que el gobierno del presidente Enrique Peña necesita pueden salir adelante con los votos de los priistas, verdes y de Nueva Alianza. Y con los ocho diputados del Partido Encuentro Social (PES), se susurra en los pasillos parlamentarios.

Se trata de leyes secundarias vinculadas a los temas de corrupción, transparencia, seguridad y justicia. Y por lo tanto, basta con una mayoría simple --la mitad más uno de los asistentes al pleno el día de la votación-- para darles el visto bueno.

De manera que, a diferencia de la primera parte del sexenio, cuando las reformas constitucionales sólo eran posibles con el respaldo de las dos terceras partes del Congreso, ahora el gobierno federal no necesita de la oposición.

Tan claros están los legisladores de la mayoría PRI-PVEM del nuevo escenario, que desde la sesión de apertura dejaron en claro el mensaje de que harán sentir y harán valer su hegemonía, sobre todo para defender la gestión presidencial.

Pero… Pero… Pero… Como bien lo decían en la pasada legislatura los operadores políticos del entonces jefe de los diputados tricolores, Manlio Fabio Beltrones, ahora al frente del PRI, la mayoría numérica no otorga de manera automática la razón.

Porque antes de tirar línea y de levantar la mano, hay que construir legitimidad, un valor indispensable para la democracia y el ejercicio del poder en tiempos donde todas las minorías cuentan y, sumadas, implican al 70 % de la ciudadanía.

Así que tan importantes los diputados de la mayoría gobernante como aquellos que desde la oposición harán valer el pedazo de país que representan.

De esos actores ya tuvimos una muestra en la inauguración de la LXII legislatura. Y esto es lo que vimos…

YULMA, LA MENSAJERA

Presumida por el jefe de la fracción del PRI, César Camacho Quiroz, como una de las mejores representantes de los nuevos tiempos de su partido, capaz de haber ganado tres elecciones al hilo en Guanajuato  –“territorio comanche”, comentó el ex dirigente nacional priista--, la diputada federal Yulma Rocha Aguilar asumió la nada agradable tarea de mostrar la cara ruda que la mayoría trae ahora consigo.

Y es que al discurso de que todo va muy bien que la legisladora ya traía listo para fijar la postura tricolor, tuvo que agregar el reclamo al presidente de la mesa directiva, Jesús Zambrano, por haber osado decir que, como lo señalan las encuestas, la gente piensa que México no va por el camino correcto.

Perteneciente al triste célebre grupo de Las Juanitas que, en la legislatura de 2009, conformaron las diputadas que muy pronto dejaron su curul para cederla a algún varón, la priista Rocha Aguilar regresó a la Cámara con enjundia y no escatimó esfuerzos para darle al perredista una paliza verbal.

Ex diputada local y ex regidora de Irapuato, la también ex secretaria general del Consejo Directivo Estatal del PRI mostró los guantes con los que la mayoría está dispuesta a encarar a la oposición.

“Antes de comenzar quisiera hacer un paréntesis para hacer un extrañamiento al Presidente de esta Mesa Directiva, por sus expresiones vertidas al recibir el informe de gobierno, las cuales fueron personales y partidistas.

“Quien ve en la presidencia de la mesa la oportunidad de una tribuna privilegiada para expresar su voluntad personal o partidaria, traiciona la confianza que le dimos todos, y también viola la ley”, expuso la diputada.

CAMACHO, AL ESTILO MEXIQUENSE

Obviamente, la aguerrida guanajuatense no se manda sola. Si se dirigió con esos modos y ese tono al presidente de la Cámara es porque así se lo pidió el líder de su bancada.

No sabemos si la instrucción de César Camacho fue de motu propio o recibió alguna sugerencia de la administración federal para advertirle a Zambrano que se anduviera con cuidado.

La duda resulta pertinente porque el ex gobernador mexiquense no ocultó el martes primero de septiembre el gusto por la oratoria virulenta de la diputada e incluso se dio la licencia de levantarse de su lugar mientras hablaba la coordinadora del grupo parlamentario de Morena, Rocío Nahle.

Pero, al día siguiente, después del mensaje presidencial en Palacio Nacional, Camacho Quiroz suavizó su actitud cuando desde su rol de presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) ofreció que todos los grupos parlamentarios contarían y serían escuchados.

 "Hemos encontrado un clima positivo, una actitud edificante, la disposición para entendernos  (…) Creemos que este clima basado en el respeto y en la disposición para colaborar con otros, se puede convertir en  una constante a lo largo del desarrollo de la LXIII Legislatura al Congreso de la Unión", expuso el priista.

¿Alguien le pidió corregir la actitud rijosa del primer día? ¿O es que tendremos una mayoría parlamentaria bipolar?

 ZAMBRANO Y MARTINEZ NERI

Disminuidos a un grupo parlamentario de 60 diputados --en la pasada legislatura fueron 101--, los perredistas sin embargo se hicieron notar y, de golpe, recuperaron su sentimiento de unidad, gracias al trato del PRI a Zambrano.

Solidarios, los integrantes de la bancada secundaron a su coordinador Francisco Martínez Neri, en la idea de abandonar el recinto en solidaridad a su correligionario, quien en ese momento presidía y conducía la sesión.

El enojo de los diputados del PRD fue secundado por sus compañeros senadores, quienes se levantaron de sus lugares mientras la priista exaltaba la situación económica de México como la mejor en los últimos años, gracias a la gestión peñista.

De manera que si una semana atrás Zambrano sufrió el revés de no conseguir el respaldo de las corrientes de su partido para convertirse en el coordinador de la diputación, en la apertura de sesiones todos sus correligionarios cerraron filas para manifestarle su apoyo.

El aval de los legisladores fue más allá al presentar este jueves 3 de septiembre, en voz del coordinador Martínez Neri, una iniciativa que formaliza la petición de que el jefe del Ejecutivo Federal acuda  San Lázaro a informar personalmente de su gobierno y escuche a los parlamentarios.

Pero ni Zambrano, actor clave de la corriente Nueva Izquierda, ni los diputados de las demás expresiones perredistas --ADN, IDN, Foro Nuevo Sol, Vanguardia Progresista-- pueden cantar victoria.

Porque esa unidad perredista es precaria. Y no dejan de circular las versiones de que pronto podría concretarse la estampida de una decena de diputados afines a Andrés Manuel López Obrador y dispuestos a acrecentar la bancada de Morena.

UNA MORENA DE BUENOS MODOS

En tanto la jefa de la bancada de los legisladores de AMLO, Rocío Nahle, sorprendió a propios y extraños por sus buenos modos. Firme y crítica en el discurso, pero sin rayar en la estridencia a la que nos habían acostrumbrado los fieles del tabasqueño, dados a la ofensa disfrazada de alegato y ocurrencias chistosas.

"Desde hoy, la fracción parlamentaria que me honro coordinar trabajará en iniciativas que rescaten las instituciones para ponerlas al servicio del pueblo. Iremos creando y despertando conciencias para ser una oposición seria y con principios éticos. Con ello preparamos el preámbulo de la construcción de un gobierno honesto, austero y democrático que dé inicio en el 2018.

"Este es el clamor del pueblo, de los necesitados que gritan en las calles, frente al cual han mostrado oídos sordos los gobiernos soberbios y arrogantes. Nosotros sí los escuchamos, sí los sentimos y sí los atenderemos", expuso la morenista.

Obvio que es fan de AMLO. Pero al menos ya no nos recetó la trillada "¡es un honor...estar con..."

LO CORTES NO QUITA LO PANISTA
Y aunque los reflectores se focalizaron en las desaveniencias entre priistas y perredistas, la bancada blanquiazul adelantó que viene con la espada lista para defender su agenda.

Sabedores de que la mayoría PRI-PVEM-Panal-PES no van a soltar prenda, los diputados del PAN se preparan para la difícil tarea de la denuncia y el pataleo.

Para comenzar a ganar terreno en un escenario en el que originalmente estaría de líder parlamentario el ex presidente panista, Gustavo Madero, el coordinador Marko Cortés fue el representante de fijar postura en torno a la gestión gubernamental: reivindicó el hecho de que gracias a su partido pudieron concretarse las reformas que antes el PRI le negó a los gobiernos blanquiazules y cuestionó su puesta en marcha.

Perteneciente al maderismo y de todas las confianzas de Ricardo Anaya, dirigente del PAN, el michoacano fue insistente en la necesidad de que la oposición sea tomada en cuenta.

"Acción Nacional inicia esta Legislatura con la mejor voluntad, para construir amplias mayorías que estén dispuestas a generar los cambios que a México le urgen (...) Desde aquí, frente a todo México, de cara a las fuerzas políticas, exigimos apertura al diálogo para encontrar coincidencias", alegó Marko Cortés.

Y es que los panistas saben que la nueva mayoría le apuesta al avasallamiento.

CITAS IMPERDIBLES

Gobernar no es mandar, por mucha mayoría que se tenga”.

Juan Luis Cebrián. Escritor, periodista y director fundador de El País

@ivonnemelgar

(EXCELSIOR/COLUMNA “RETROVISOR LEGISLATIVO” IVONNE MELGAR/ Sep 3, 2015)

No hay comentarios:

Publicar un comentario