martes, 19 de marzo de 2013

CFE, SERVICIO DEFICIENTE EN BAJA CALIFORNIA


103 mil habitantes afectados por falta de vigilancia y seguridad en torres

María Isabel Mercado Juárez
Los constantes apagones registrados en Baja California hacen cuestionar la calidad de “clase mundial” en el servicio que ofrece la Comisión Federal de Electricidad a sus usuarios. El último de ellos se registró en Tecate y La Rumorosa, evidenció la falta de vigilancia que la paraestatal tiene de su infraestructura. Otro problema: recicladoras clandestinas que compran lo robado

Un acto de vandalismo causó un apagón generalizado que trastocó la actividad económica de todo un municipio de Baja California por más de 24 horas.

El robo de los ángulos de acero de dos torres de alta tensión que sostenían la línea alimentadora de energía eléctrica a Tecate y La Rumorosa, provocó el colapso de las estructuras, la interrupción del fluido en las dos comunidades y la muerte del ladrón.
Este hecho afectó a los más de 103 mil habitantes de ambas poblaciones desde las 19:30 horas del viernes 8 de marzo de 2013, hasta la noche del sábado 9, derivando en pérdidas incuantificables en el sector comercio e industrial, ya que muchos negocios tuvieron que suspender actividades, determinó Gerardo Sosa Olachea, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tecate (CCE).

Ante ello, las voces de protesta no se hicieron esperar al hacerse ya recurrentes los apagones en Baja California, lo cual les hace cuestionar la calidad del servicio de “clase mundial” que ofrece Comisión Federal de Electricidad, paraestatal “que no perdona la demora en el pago de los recibos, además de cobrar tarifas por demás caras”, coincidieron habitantes y líderes empresariales.

El caos

Una noche a la luz de las velas tuvieron que pasar los tecatenses y quienes habitan en el área de La Rumorosa la noche del viernes 8 de marzo cuando, de improviso, se interrumpió el servicio de energía eléctrica.

Los comercios se vieron obligados a cerrar, de las 12 gasolineras solo dos pudieron operar y los hoteleros compensaron hasta con un 20 por ciento de descuento a sus alterados huéspedes, informó Gerardo Sosa. Más de la mitad de los 170 comercios registrados en las comunidades afectadas, semiparalizaron sus actividades o, de plano, dejaron de operar.

El 9 de marzo el escenario era el mismo. Negocios cuya materia prima es perecedera, invertir en la renta de una planta generadora de energía, cuyo costo fluctúa entre los 500 y los tres mil pesos, dependiendo su capacidad, reportó Ivonne Diego Muñoz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO).

La misma noche del viernes personal de la Comisión Federal de Electricidad detectó la causa del apagón: el colapso de dos torres y tramos de la línea de sub transmisión que van de Tijuana a Tecate, a la altura del kilómetro 133 de la carretera de cuota Mexicali-Tijuana. Bajo una de las estructuras derribadas se encontró el cuerpo de Urbicio Ernesto Pineda, quien contaba con antecedentes penales por el delito de robo.

Alrededor de las 20:00 horas de ese sábado el servicio comenzó a restablecerse, pero fue hasta la tarde del domingo que se logró restaurar al 100 por ciento.

Para ello CFE tuvo que “puntear” líneas provisionales que le permitieran suministrar el fluido conducido por una línea paralela a la carretera libre Tijuana-Tecate, compartió Felipe Vargas, Jefe del departamento Divisional de Distribución de CFE.

Abastecer de esta manera a sus 32 mil clientes afectados impide a la paraestatal garantizar un servicio ininterrumpido, por lo que las guardias de cuadrillas de electricistas son permanentes desde la noche del viernes 8 de marzo y así permanecerán hasta por un periodo de dos semanas, hasta que la empresa logre echar andar un circuito que ofrezca un servicio más confiable, trabajo que podría concluir en una semana más.

Servicio a expensas de ladrones

Los ángulos de acero e las torres de la CFE son comercializados a un precio de 20 a 30 pesos en el mercado clandestino de las recicladoras, aunque en la Comisión aun no cuantifican los daños provocados por estos actos de vandalismo. Tampoco cuenta con un plan preventivo que evite la proliferación de los robos.

El relajamiento con que operan las recicladoras clandestinas es algo que alarma a la población y a los sectores productivos de Baja California, al ser estos negocios en su mayoría clandestinos y subsistir de lo robado.

Líneas telefónicas, eléctricas, tubería de gas, agua potable, alcantarillas y hasta vías de tren representan un codiciado botín para los ladrones, sobre todo porque pueden venderlo fácilmente a los ilícitos negocios. El pago que reciben es bajo, pero el daño físico y económico para empresas, instituciones y gobierno, es cuantioso; además que los usuarios son afectados.

“Terrenitos, trastiendas o traspatios son utilizados clandestinamente como almacenes de material reciclable, sobre todo robado”, expuso Daniel León, Director de Inspección y Reglamentos de Tijuana, municipio en el que se comercializa la mayor parte del material sustraído, pues se estima que el número de recicladoras encubiertas sean más de cien y que, en su mayoría, se ubiquen en la zona este.

Servicio intermitente

La suspensión generalizada del servicio eléctrico en Baja California es frecuente.

Al mega-apagón suscitado el jueves 8 de septiembre de 2011 que afectó a un promedio de cinco millones de personas de California y Arizona en Estados Unidos y en Baja California, México, se han sumado otros.

El viernes 12 de octubre de 2012 el 90 por ciento del territorio de Baja California se quedó sin energía durante una hora, la falla afectó a 760 mil usuarios de la Zona Costa de Baja California, la cual abarca Tijuana, Playas de Rosarito y Ensenada.

A finales de noviembre de 2012 el servicio de CFE volvió a fallar en el poblado El Zorrillo, luego que un sujeto intentara robar cableado de la paraestatal.

Una semana después, a principios de diciembre, otro apagón fue anexado a la lista, éste comprendió de Camalú, al sur de Ensenada, hasta San Quintín, incluyendo San Felipe. De nuevo la causa de la contingencia se derivó del intento de robo de cableado.

(SEMANARIO ZETA /María Isabel Mercado Juárez marzo 18, 2013)

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