Pero en lugar de adquirir aparatos de ultrasonido y ecosonido, Serrano usó el dinero para pagar una impresora térmica, un modular portátil, cables, galones de gel, rollos de papel, transporte, viáticos, teléfonos, componentes, “cintas y confirmaciones”.

Por el delito de peculado, Gerardo Eduardo García Anzures, juez décimo segundo de Distrito en Procesos Penales Federales del Distrito Federal, sentenció a Serrano y le impuso una multa de 14 mil 535 pesos y el pago de la reparación del daño, que equivale a los casi 2.5 millones de pesos desviados.

El juez suspendió los derechos políticos y civiles del sentenciado y lo amonestó para que no vuelva a reincidir en un delito; sin embargo, le concedió sustituir la pena de prisión y la condena condicional, lo que significa que no pisará la cárcel si la condena se confirma en última instancia, pues además el peculado no es grave.

El antecedente de la acusación se remonta al 26 de febrero de 2003, cuando “Transforma México” –un fideicomiso p˙blico de la Lotería Nacional– entregó en donación 3 millones 495 mil pesos a Provida, etiquetados para la compra exclusiva de aparatos de ultrasonido y ecosonido.