Se renovarán sus dirigencias sindicales el 7 y 8 de diciembre
Laura Poy Solano/ La Jornada
La lideresa de los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, quiere llevarse
el carro completoen la renovación, este 7 y 8 de diciembre, de las dirigencias sindicales en las secciones 10 y 11 del Distrito Federal, que agrupan a cerca de 130 mil docentes y trabajadores de apoyo a la educación, considerados por los grupos elbistas como un
verdadero botín político, por su potencial de votos cautivos, aseguraron maestros disidentes de la capital del país, quienes afirmaron que contenderán
planilla contra planillacon los grupos afines al gordillismo.
En pleno inicio de las campañas electorales de 2012, señalaron que el Comité
Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTE, comenzó el proceso para relevar a más de 60
por ciento de sus dirigencias estatales,
con un claro mensaje de ajustar cuadros, aplicar una reducción drástica de carteras en los comités seccionales, así como el número de comisionados, pero sin perder el férreo control elbista en todas las secciones sindicales del país.
Lilia Abarca, integrante del magisterio disidente de la sección 10, que
aglutina a cerca de 70 mil maestros de secundaria y de apoyo al trabajo docente,
informó que las carteras de los comités estatales “no podrán superar los 55
integrantes ni más de 100 comisionados, lo que ha favorecido un creciente
enfrentamiento de los grupos charriles por la disputa de cargos”.
El trabajo desplegado por los operadores políticos de Gordillo Morales, que
en el caso de la sección 10 fue asignado al coordinador del Colegiado Nacional
de Asuntos Laborales, Alejandro Soto Gutiérrez, es “preparar todas las
condiciones para dar un charrazo”, aunque esto implique
abultar el padrón de delegados; cambiar la sede, a último minuto, de las asambleas delegacionales donde hay mayoría disidente, y en muchos casos desaparecer los comités delegacionales, como está ocurriendo en la mayoría de las secundarias vespertinas del Distrito Federal.
Desde el pasado viernes, informó, se convocó a asambleas delegacionales donde
“nuevamente se aplicó la maquinaria charra para cooptar delegados
ofreciendo créditos para vivienda, préstamos e incluso la posibilidad de ser
comisionado sindical”.
Para quienes han resistido, agregó,
comenzó la represión administrativa con la advertencia que se sancionaría a quien falte a su centro laboral por acudir a las asambleas sindicales, que continuarán este lunes para secundarias diurnas y la dirección de educación física.
Temor a la impugnación
Eddy Castillo, representante de la sección 11 ante la dirección
política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE),
indicó que el enviado político del CEN del SNTE, Fermín Trujillo Fuentes,
coordinador del Colegiado Nacional de Seguridad y Derechos Sociales,
ha sido claro con los grupos elbistas: el congreso estatutario debe estar apegado a la norma, pues existe el temor que ante el distanciamiento con el gobierno calderonista detonen conflictos por la ilegalidad en la elección de los comités estatales.
Aseguró que si bien la convocatoria para la sección 11 –que agrupa a cerca de
60 mil trabajadores administrativos, técnicos manuales y profesionistas no
docentes de prescolar a educación superior– cumplió la norma estatutaria de
publicarse en un diario de circulación estatal, su sede, el centro vacacional
Popo Park, en el kilómetro 70 de la carretera México-Cuautla, “es una más de las
estrategias de la cúpula elbista para que los delegados disidentes estén
totalmente aislados, para que los trabajos del congreso se realicen a puerta
cerrada y en control total de los charros y sus golpeadores”.
Destacó que al igual que los maestros de la sección 10,
no descartamos que los grupos elbistas pretendan secuestrar los congresos estatutarios, y llevarse a sus delegados incondicionales a un lugar remoto, y en lo oscurito, aprobar nuevamente la elección de una dirigencia sindical a modo.
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